Cooperativa de viviendas Torre Flor de Juan Mera

Juan Ignacio Mera González – estudio mh10

La Torre Flor de Juan Mera otea el horizonte de Madrid en todas direcciones todas las viviendas tienen tres orientaciones enmarcando las vistas con generosos aleros en su perímetro que van más allá de una sugerente y elegante imagen neoplasticista, para conseguir el necesario control solar y facilitar cualquier trabajo sobre las fachadas, especialmente durante la ejecución del edificio, tal como proclama en sus textos el autor: ¡Los aleros servían de andamios!

Fotografía: M1 Studio. Javier Longobardo y Jorge Guillen

Tectónica: Has compartido con nosotros un texto muy completo sobre esta obra redactado además de una manera impecable y muy atractiva, pero en el que no comentas la naturaleza misma del proyecto, que nos parece muy importante. Este conjunto de viviendas forma parte de una cooperativa ¿Cómo es un encargo de esta naturaleza?

Juan Mera: Es verdad que este estudio tiene mucha experiencia en temas de cooperativa. La cooperativa es un sistema de construcción donde, a partir de un proyecto que ilusiona, se incorpora a la gente. Y el procedimiento económico es muy sencillo: hay un solar que vale equis, hay una licencia que vale equis, hay unos honorarios para los técnicos, hay un consejo rector, que se elige entre los propios cooperativistas, y hay una gestora, que es la que coordina todas esas labores. Es auténtico que se compra una casa a precio de coste. Nosotros hemos tratado siempre, y lo hemos conseguido, que los costes se cumplan. Hay un compromiso con la economía, con el uso y con las necesidades. Nosotros hemos tratado de hacer un edificio lo más austero posible para dar la máxima calidad posible, aunque parezca una contradicción. Esto quiere decir, gastar el dinero en una estructura potente, resistente al viento; gastar el dinero en que todo el mundo tenga vistas, y en este caso que todo el mundo tenga un piso con tres orientaciones. Esa es la clave del proyecto. 

Dibujo de Juan Mera con la disposición de las viviendas con tres orientaciones y, organizadas alrededor del núcleo de comunicaciones verticales: ascensores y escaleras, como eje organizativo y estructural de la torre; Torre Flor.

El primer proyecto que hemos encontrado que trata este asunto es un proyecto de Perret, después Le Corbusier y después Lubetkin con los Tecton, que hace lo mismo, una operación de planta en cruz. En nuestro caso se juntaba otro factor más, que, como no sabemos quién se va a incorporar como cooperativista, hay que hacer un proyecto lo suficientemente flexible para ir adaptándose a lo que la gente necesita. Marcamos unos estándares de calidades: suelo de piedra, interior acabado con una sola pintura, en blanco, carpinterías de aluminio de calidad… y diseñamos unos aleros profundos, que varían según la orientación, que protegen de la lluvia, del sol, dan privacidad, quita el vértigo…, esto del vértigo lo aprendí de Oiza. Visitamos Torres Blancas con los estudiantes y, estando en la azotea, pregunta Oíza, ¿por qué no hay vértigo aquí? Y yo me lo pregunté, claro, y es porque hay unos parapetos, hay unos aleros, hay una distancia que te separa del vacío. Y eso a mí se me quedó grabado.

Fotografía: estudio mh10

Y estos aleros, además, nos sirvieron como andamios para construir la torre e incluso desde ellos se puede arreglar una ventana, o, si se quiere, abrir más el hueco. La idea es hacer una torre que sea muy flexible, muy participativa, desde lo que significa la unión o el concepto ‘arquitectura y cooperativa’. 

Fotografía: estudio mh10

T.: ¿Y cómo se dan los primeros contactos para formar esa unión ‘arquitectura y cooperativa’?

J. M.: En este caso se han dado unas circunstancias únicas. El solar pertenecía a la Policía Nacional, un pequeño descampado que quedaba en ese sitio, abandonado, que lo compra la cooperativa y descubrimos que es que es un lugar increíble, rodeado de vegetación. El barrio, situado próximo a la Dehesa de la Villa, se levanta con una mezcla muy del Movimiento Moderno de vivienda social, en la que convive el bloque bajo, con doble orientación, y algunas torrecillas que se incorporan como elementos verticales, y bastante vegetación. Y nos encontramos con una situación asombrosamente idílica. El lugar fue un regalo. Estamos a la misma altura que las cuatro torres del Real Madrid con las que parece que, por la perspectiva, puedes medirte de tú a tú. Y lo que teníamos muy claro era que una vivienda en una torre tenía que ver, poder mirar y disfrutar de esa situación privilegiada. 

Fotografía: estudio mh10

Plantas tipo. Proyección. Ver PDF

Fotografía: M1 Studio. Javier Longobardo y Jorge Guillen

Alzado este con el acceso al nivel de aparcamiento. Ver PDF

Fotografía: estudio mh10

También, desde el estudio, hicimos un esfuerzo enorme por atender cliente por cliente, partiendo de los estándares básicos. Por ejemplo, si se quería un aseo más, tener dos habitaciones en lugar de tres, eliminar las puertas, poner una corredera, puntos de iluminación, cocina abierta, cocina cerrada…

T.: ¿Y cuántos vecinos son?

J. M.: 56.

T.: Es decir, que se hacía cada vivienda a la carta.

J. M.: Y surgían detalles sencillos pero que suponían logros importantes, como la petición de uno de los propietarios que tenía una minusvalía y quería tener un acceso especial para la piscina, que se hizo. Todo lo que era a favor de la gente, se hacía.

T.: ¿Y os pedían cerrar la terraza?

J. M.: Ese es un tema interesante. Yo veo multitud de terrazas que la gente cierra porque no las pueden usar, pero, en este caso, como la terraza está cubierta y además tiene un alero, una barandilla que es una red y madera, resulta un espacio con gracia. Y que si se cerrase tampoco pasaría nada, porque como las carpinterías es una de las partes más importantes del edificio, tiene calidad, se desplazaría, con lo que la imagen se mantendría. No acabaría la carpintería en la basura y la fachada desvirtuada con mil soluciones. 

Fotografía: estudio mh10

Axonometría general de la estructura. Ver PDF

T.: Y en el segundo punto de la memoria, hablas del viento como elemento fundamental en una torre y toda la implicación de la estructura, que en este proyecto es compleja y sutil.

J. M.: Sí, el viento nos preocupaba porque en las torres se puede dar un desplazamiento en la parte superior importante. Aquí hay un núcleo tremendo de hormigón, con un encepado considerable y según vamos yendo al final de la torre, hacia el perímetro, pasamos a unos pilares de hormigón y al final a unos pilares metálicos con una pintura ignífuga en los puntos más finos. Y si os fijáis en los detalles, lo bonito es que los pilares van cambiando de sección. Es como un órgano que va teniendo una sección más fina. Y los pilares, a su vez, se dividen en tres elementos para dejar pasar el aire y la vista; un pilar metálico que, a lo mejor, sería de 45, se convierte en tres pilares de 15 o tres pilares de 12. Es una cosa muy alvaraaltiana, vamos a decir; de ahí viene. En la memoria utilizamos el símil del lenguado, que tiene la espina del centro, como el eje robusto, y luego las espinitas en el borde en donde la rigidez necesaria es menor. 

Detalle axonometría. los pilares van aligerando la sección a medida que se acercan al perímetro de la torre. Ver PDF

T. : Y en la planta, que se ve bien ese núcleo central y todo el tema de las comunicaciones verticales, esenciales en una torre, y que describís de manera muy poética en la memoria, hay también un gran hueco que no sabemos bien para qué está.

J. M.: Es la ventilación del garaje (1). Hay dos plantas de garaje y en vez de sacar unas chimeneas en el jardín, lo que hicimos fue sacarlas hasta arriba y que desaparecieran.

Planta 11. Ver PDF

T.: Aclarado. Y otro tema que nos intriga es la escalera en zigzag (2), ¿Cómo es esto?

J. M. : Son escaleras independientes. En el Chateau de Chambord en Francia, la escalera, que dicen que es diseño de Leonardo da Vinci, tiene un doble helicoide y estaba pensada para que, mientras un visitante no deseado subía, el inquilino pudiera escapar sin ser visto. Y esto pasa aquí, se cruzan, pero nunca se encuentran. En el mismo trazado de una escalera, meter dos.

Por normativa se pide una ventilación de 1 metro cuadrado por cada tramo de escalera. Nuestro caso es como hacer una escalera de doble tramo, pero el doble de largo. Es lo mismo en ambas situaciones: subes, ventana; subes, ventana, … Son dos escaleras que, aunque van por el mismo hueco, se cruzan y están aisladas espacial y funcionalmente una de otra: un muro de fábrica en medio de ellas las separa. Nunca te encuentras a quien va por la otra escalera…

J. M: Y en cuanto el ascensor, hay otra cuestión. Elegimos un ascensor amplio no sólo porque en él puede entrar una bicicleta y el carrito de un bebé, sino para ofrecer seguridad en un espacio que se utiliza a diario. Para alguien que tiene claustrofobia, hacer un viaje en avión en primera puede darle la confianza de que no está encerrado porque el espacio del que dispone es mayor. Los centros comerciales lo tienen clarísimo. En un ascensor amplio y con una cabina cuidada, te sientes seguro. 

Fotografía: estudio mh10

T.: Y en cuanto a la carpintería, por su diseño parece que remite al neoplasticismo holandés ¿es intencionado?

J. M: Es muy Duiker, sí. Bueno, ojalá se pareciera a Duiker. El diseño de los huecos responde a tratar de llevar la luz, las vistas, a la situación más habitual en las casas, en las que se está más tiempo, que es sentado o, incluso, tumbado. Pero tampoco llega hasta el suelo, para que haya la posibilidad de un mueble en el que colocar las fotos de tus hijos, unas flores, un libro… Las ventanas están más a la altura de un sofá, una cama, con un cuerpo bajo, fijo. También tienen un despiece asimétrico, que es un juego neoplasticista, porque una ventana partida siempre tienes el poste en el sitio por el que miras. Esto se puede resolver como lo hacía Alvar Aalto con un marco fijo, que queda genial, pero si quieres abrir las ventanas viene le problema. ¿Qué hacemos? La partimos en dos y cambiamos de color una hoja respecto de la otra, con lo cual te olvidas de la simetría y en el cuerpo bajo desplazamos la división para producir aún más el efecto visual de que no hay una simetría y, por tanto, tú no estás mirando por el centro.

Fotografía: estudio mh10

T.: Sí, es también a la manera de Neutra, que ponía un mueble bajito junto a la ventana, incluso para poder estar sentado y mirar hacia afuera.

J. M.: Y si eso lo unes con el alero que te da sensación de protección resolvíamos una de las obsesiones que teníamos, que todo el mundo tuviera una sensación plácida viviendo en un edificio en altura.

T.: Y en cuanto a normativa, ¿hay alguna, alguna variación de exigencia de la normativa de protección teniendo ese alero?

J. M.: La normativa siempre piensa que todos los vecinos van a hacer obras ilegales. Entonces, como habéis visto en el alero hay un salto y no está al mismo nivel que el suelo. Los aleros, además, sirven como protector del fuego, porque separan el paso de la llama entre pisos. Fue una fortuna que nos dejaran mantenerlo, porque, después de haber hecho muchos edificios he llegado a la conclusión de que Madrid es un lugar de sombrero de ala ancha. Colocar un vidrio y luego tener que protegerlo con una celosía y perder transparencia, es un absurdo. Yo tengo un cristal y quiero mirar. Y la solución para nosotros ahora, en este momento, es el alero y, por supuesto, luego tienes un toldo exterior, un estor interior, etcétera. Cuando Duiker proponía la transparencia todavía no contaba con carpinterías con rotura de puente térmico, ni con dobles y triples vidrios. Aquello sí que era heroico. Pero ahora se puede lograr esa transparencia, que además ya se empieza a ver en las renovaciones de pisos donde la gente, como en Holanda, deja ver su interior. Hay que reconocer que nosotros, en principio, rechazábamos el alero y nos parecía que cuanto más imperceptible, mejor, pero entonces entran humedades, hay problemas monumentales en las cabezas de los muros, con los canalones…, el alero protege muchísimo. 

Fotografía: M1 Studio. Javier Longobardo y Jorge Guillen

T.: Y vemos que al exterior hay unos elementos de madera ¿para qué son o qué tapan?

J. M.: Son los tendederos y son de madera porque están protegidos por los aleros. La madera es un mensaje. Al poner madera en una torre es como poner una bandera a la necesidad de recuperar el planeta, de conectarte con la naturaleza. Se ha utilizado poca, colocada estratégicamente, para no gastar casi nada de dinero, y es más con esa intención simbólica de enlazar con la naturaleza, con el bosque.

T.: ¿Y qué madera has utilizado?

J. M.: Son elementos de pino que están troceadas en cuatro partes. Está tratado como madera laminada con la veta contra veta, y luego lleva un tratamiento de lasur para exterior, pero, insisto, la cabeza protegida por el alero.

T.: ¿Y cómo está solucionado el puente térmico que supone el alero de hormigón?

J. M.: Con una parte de aislamiento en el falso techo.

T.: ¿Y el suelo radiante tiene también aislamiento?

J. M.: Sí, hacia abajo

T.: O sea, el forjado va forrado por arriba con la capa de aislamiento del suelo técnico y por debajo por la del falso techo.

J. M.: Exactamente.

Fotografía: estudio mh10

T.: En todo el proyecto se transmite la preocupación por el bienestar y por proyección social de la arquitectura, que es muy importante, porque está en juego la vida de la gente y cómo va a vivir…

J. M.: Es que yo creo que la salida a nuestra profesión es ser más médicos. Nosotros pensamos que el arte llega después. Y ahora, os lo digo ya como director de una escuela, me parece que nuestra profesión se debe plantear más desde esa vertiente social, porque si la vida se desarrolla en una habitación mala, la consecuencia lógica es la depresión. Si, por el contrario, se vive en un buen sitio, bonito, iluminado, mejora el ánimo... Es que la arquitectura es salud. Y yo creo que para que la sociedad nos vea necesarios, tenemos que actuar así.  

Estructura de hormigón armado: Cimentación con pilotes y encepados. Forjado reticular. Detalles de unión de pilares tubulares de acero con pórticos de hormigón. Armadura de punzonamiento en pilares de hormigón.

Sección constructiva de fachada: Detalle de aleros y solución del puente térmico.

Ficha técnica

Autoría: Juan Ignacio Mera González – estudio mh10

Localización: Calle General Cadenas Campos 20D, Madrid

Año: 2021

Colaboradores: Colaboradores: Diana Mera Hernando, Gemma Díaz Tortajada, Irene García Muñoz, arquitectas; Juan Ignacio Mera González, dirección facultativa; Florencio Gutiérrez Díaz, arquitecto técnico; Juan Manuel Blanco, Ingeniero; Estrella Mera Hernando, diseño gráfico; Margarita Fernández, administración; Víctor Sánchez Moreno, Ingesa Estructuras; Pronética Ingeniería, instalaciones; 3D3 Ingeniería, instalaciones; Domingo González y Raúl Armendáriz (Saunier Duval), clima.

Fotografías: M1 Studio. Javier Longobardo y Jorge Guillen

Empresa constructora: Geneo Poland S.L. Promotores: Galivivienda Dehesa de la Villa Sociedad Cooperativa

Empresas destacadas:


Editado por:

Tectónica

Publicado: Feb 14, 2023

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