Rehabilitación en Boadilla del Monte para biblioteca y teatro municipal de Beatriz Matos & Alberto Martínez Castillo, Néstor Montenegro, Toni Gelabert

Beatriz Matos & Alberto Martínez Castillo, Néstor Montenegro, Toni Gelabert

La rehabilitación para la biblioteca y teatro de Boadilla exprime las condiciones del lugar: se construye un acceso independiente al teatro; se eleva la cubierta hasta la altura máxima permitida y se invierte el comportamiento estructural, proponiendo un nuevo espacio de lectura de doble altura con luz cenital de norte en la última planta y, finalmente, se reordena la materialidad de fachada con una celosía cerámica armada que matiza la relación con las edificaciones cercanas y con su entorno patrimonial.

Fotografía: José Hevia

Tectónica: Cuando conocimos esta obra nos sorprendió esta unión de arquitectos de varias generaciones ¿estáis en un proceso de fusión, se estableció una unión temporal para este proyecto que finalizó cuando se entregó la obra? 

Beatriz Matos: Tomo la palabra porque quiero remarcar que ha sido una colaboración deliciosa, estupenda y muy eficaz. Matos Castillo sigue siendo Matos Castillo y esto es una colaboración puntual, aunque tenemos otro proyecto en marcha en Zamora con Néstor y con Toni. Fue Néstor el que vino con la propuesta del concurso por un tema de solvencia técnica.

Fotografía: José Hevia

Néstor Montenegro: Sí, había un requerimiento de solvencia de rehabilitación que no teníamos por separado Toni y yo ni Matos Castillo. Decidimos asociarnos porque juntos cumplíamos con la solvencia. Era un concurso difícil de acceder, que el Ayuntamiento planteó con muchos requisitos previos, pero aun así se presentaron diez o 12 equipos. Hubo un momento singular en el proceso de licitación, que era anónimo, en el que el Ayuntamiento decide consultar a dos de los licitadores sobre algunas dudas técnicas que presentaba su oferta. Hay una particularidad de la estructura que no habíamos tenido en cuenta durante el concurso y es el jurado el que nos hace ver que con la solución que dábamos podíamos resolver el problema pero querían saber cómo. Y esa particularidad es la operación fundamental del proyecto, que es darle la vuelta a la estructura. La estructura era una estructura colgada de unas cerchas enormes, de una cubierta a tres aguas pronunciadísima; un volumen de cubierta muy radical, y al eliminar la cubierta para conseguir la nueva sala de lectura, toda la estructura pasa a estar a compresión y entonces hay que armar unas vigas enormes en el suelo de planta baja para poder alojar el teatro tal y como se situaba antes.

Fotografía: José Hevia

Plano de situación. Ver ampliado

Alberto Castillo: Me gustaría incidir en el tema de la solvencia. Yo creo que esto es algo que después de 2010 ha venido siendo muy habitual. Es decir, nos hemos ido quedando paulatinamente sin solvencias, los que no habían hecho nada, los que habíamos hecho poco y los que habían hecho bastante, y ha hecho que mucha gente que no habíamos colaborado nunca ahora nos planteemos hacerlo.

Toni Gelabert: Quizás para vosotros es menos natural que para nosotros, una generación en la que ha sido necesario colaborar porque nos encontramos con pocas oportunidades, muy poco trabajo, y hay que compartirlo. Y de alguna manera ya hemos salido así de las escuelas. Y hay que decir que la relación ha sido buenísima, muy fluida durante el concurso, que es un periodo intenso y corto y donde todo puede ser más fácil, pero también durante el desarrollo del proyecto. Y lo demuestra el hecho de que, como comentaba Beatriz, estamos juntos en otro proyecto que parece que tendrá un desarrollo largo. 

Fotografía: Ana Matos


Estado del edificio antes de la intervención. Fotografía: Ana Matos

T.: Y sobre el concurso, ¿Cuándo surge plantear esa solución estructural inversa?

T. G.: Para el concurso nosotros manejamos una documentación del proyecto original, que era del 84, un poco escasa, con algo de información sobre la estructura, pero incompleta, y nos lanzamos a hacer un concurso, como hacemos los concursos, con radicalidad. Y había una cuestión fundamental que planteábamos: si tenemos un volumen bajo cubierta que ahora mismo está desaprovechado, hagamos allá arriba una sala de lectura al nivel del proyecto que nos está pidiendo el Ayuntamiento de Boadilla, una sala de lectura para un edificio público y representativo. Y eso pasaba por incorporar ese volumen bajo cubierta a la última de las plantas, lo que, en nuestra cabeza, se hacía desmontando las cerchas actuales que estaban apoyadas sobre los pilares, pensábamos, y apoyábamos la nueva estructura en el perímetro. Y recibimos ese correo que comentaba Néstor en el que, junto a otras cuestiones nos preguntaban sobre qué solución dábamos a la estructura al pasar los pilares de tracción a compresión. Tuvimos que volver a los planos y, efectivamente, para liberar de estructura la planta sótano, el teatro, la solución del edificio original era atirantar ese techo y nosotros estábamos proponiendo desmontar la estructura desde la que se atirantaba. Entonces, Alberto y Beatriz llamaron a Silvio Escolano, estructurista con quien ya habían trabajado, para que viera con nosotros el problema. Otra pata de colaboración fundamental. Silvio nos dijo desde el principio que nuestra solución se podía hacer y nos ayudó a aclarar la respuesta ante el jurado.

T.: Y lo resolvisteis con unas vigas postesadas tremendas.

B. M.: No lo son tanto, pero si es verdad que es la primera vez que hacíamos postesado.

A. C.: Sí que sorprende un poco el tamaño de la viga para la escala del edificio, porque son unas vigas de 1,70 de ancho y de alto 1,20 o 1, 40. Pero, claro, les caen como dos o tres pilares en el vano, y es una biblioteca con libros, era necesario asegurar la resistencia.

N. M.: También hay que tener en cuenta que las vigas tenían que acometer contra unos pilares de hormigón que ya existían, con lo cual también seguramente hay parte del dimensionado que tiene que ver con la propia solución constructiva de cómo se mueven las vainas y cómo salen al exterior, rodeando esos pilares que ya existían.

Planta baja. Accesos a la biblioteca y al teatro. Ver PDF

Planta sótano. Nivel patio de butacas del teatro. Ver PDF


T. G.: El proceso de obra fue, primero, descargar el edificio, desmontar tabiques interiores, desmontar cerramientos, desmontar todo ese forjado de planta baja. Y en ese momento en el que el forjado está demolido, con los pilares todavía trabajando a tracción, la impresión desde el sótano, con el edificio colgando sobre nuestras cabezas en un espacio de triple altura, era aterradora, pero era algo precioso también. Para mí hay una cuestión muy importante para esta decisión sobre el mantenimiento del edificio que es la normativa, porque seguro que hubiera sido más fácil, más económico incluso, demolerlo, pero esas alturas libres entre forjados, esa volumetría máxima que teníamos que respetar, que era la del edificio original, solo permitía sótano más baja, más tres y entreplanta con las alturas de forjado originales. Había un edificio de biblioteca y teatro que se va a convertir en biblioteca y teatro, pues aprovechemos todo lo que podamos.

Vista espectacular del interior del edificio desde el nivel sótano con los pilares de los que colgaba el forjado de planta baja. Fotografía: Ana Matos

B. M.: Antes habéis preguntado si nos habían impresionado las tres vigas postesadas y quiero recordar un momento emocionante de la obra. Este edificio se empieza por el tejado, porque efectivamente todo estaba colgado, y el día que entró en carga fue muy impactante porque sonó un crack tremendo.

T. G.: El instante en el que desconectamos las cerchas de cubierta de los tirantes. Ya estaban construidas las vigas postesadas, con los pilares monitorizados por si se producían desviaciones horizontales que pusieran en riesgo la estabilidad de todo el edificio; teníamos todo bajo control, aparentemente, pero nos estábamos lanzando al vacío al cortar. Y, como dice Beatriz, el edificio sonó.

T.: Y en cuanto a la organización espacial, ¿se mantuvo el esquema de lo que había o se cambió todo?

N. M.: Es todo nuevo. El conjunto de circulaciones no cumplía el código técnico y, además, la voluntad del Ayuntamiento era, literalmente, separar los dos usos. Al edificio existente se accedía a través de la biblioteca para llegar al teatro. Era un edificio que dependía de un único núcleo de escalera, más o menos central. La separación que nosotros proponemos es darle la vuelta al teatro para que tenga un nuevo acceso desde la calle. Tanto las necesidades técnicas, como las del propio programa, hacen que las circulaciones cambien. 

A. C: Lo que dice Néstor es fundamental; todo surge un poco de ahí. No es biblioteca, es biblioteca y teatro. Y de este intento de aclarar cómo funcionan las circulaciones, de permitir que donde era un único conjunto surgieran dos, con independencia uno de otro, aparece uno de los temas fundamentales del proyecto, que es que hacemos desaparecer un pequeño cuerpo que el edificio original tenía adosado en la planta baja, y desgajarlo del edificio, lo aproximamos al borde de la parcela, a la calle, y es por donde se entra al teatro. El tema programático, la diferenciación de circulaciones, es una de las claves del proyecto en todos los sentidos. Porque el desgajar aquel cuerpo para hacer la entrada al teatro, permite también generar espacio urbano, esa pequeña plaza de entrada que está un poco separada del nivel de la acera, que le da una cierta intimidad, pero a su vez está perfectamente conectada con la ciudad y que genera una atmósfera especial: la sensación de que en cuanto tú subes a la plataforma ya estás algo separado de la ciudad, en una situación menos agresiva que la que se da en la acera con los coches que circulan por la rotonda, etcétera, etcétera.

Fotografía: Ana Matos

B. M.: Me gustaría destacar que el uso primordial es el de la biblioteca y, de hecho, así lo enseñamos, empezando por el tejado, subimos a la planta alta donde está la luz, donde está la consulta de libros, y luego, vamos bajando, como bajaban las cargas en los pilares, y tenemos una cinta perimetral con salas de consulta más pequeñas, hasta llegar al centro del edificio, que es el almacén de libros. Entonces, ese darle la vuelta como un calcetín significa que arriba es donde está el ambiente, la atmósfera, la lectura y tienes que recorrer todo hasta que llegas a ese punto que es el corazón del proyecto.

Fotografía: José Hevia

Sección longitudinal donde aparecen seccionadas las vigas postesadas del techo del teatro y los lucernarios de cubierta sobre la gran sala de lectura de la biblioteca. Ver PDF

Planta de cubiertas. Ver PDF

Nivel entreplanta de la gran sala de lectura de la biblioteca. Ver PDF

Planta tercera. Nivel sala principal de lectura de la biblioteca. Ver PDF

T.: Y como imagen del edificio es fundamental el tema cerramiento, el tema del filtro de la celosía de cerámica.

T. G.: Había una primera cuestión, que era que estábamos en un entorno en el que había que tener una consideración patrimonial, al tener el Palacio del Infante Don Luis justo delante. En Boadilla, al margen del Palacio, que es seguramente el edificio más conocido, hay una pequeña iglesia muy cerca y un tejido urbano, no de especial calidad pero bien consolidado, en el que se usa el ladrillo como material, tanto en el tejido residencial como en la iglesia. Además, el edificio existente del 84 era de ladrillo. Lo que decidimos fue mantener el material radicalizando la solución, haciendo que toda la envolvente de ambos volúmenes utilizase ese material construyendo una imagen de continuidad. Una imagen que nos parecía más acorde al tiempo en el que se estaba construyendo, a un programa que, como explicaba Beatriz, se coloca en el centro de las salas y busca desvincularse visualmente de la ciudad y que, además, reforzaba esa idea de que la luz está llegando desde esos grandes ventanales orientados al norte en cubierta. Por lo tanto, hay una decisión que es de consideración respecto del entorno por la que se decide el material, el ladrillo, y luego, una voluntad de hacer un trabajo más contemporáneo con él en cuanto a su colocación. 

Fotografía: Ana Matos

Fotografía: José Hevia

Planta primera. Ver PDF

Planta segunda. Ver PDF

A. C.: Hay una anécdota bastante bonita y es que la fachada se empezó a hacer con el primer confinamiento de la pandemia y hubo una semana que no fuimos, y cuando volvimos resulta que el angular sobre el que debía de apoyar el ladrillo, en vez de recortarlo y poner un angular un poco más pequeño para que quedara oculto, un poco retrasado respecto al borde del ladrillo, en vez de oculto, nos lo encontramos visible. Y ahí se quedó. En la primera hilada se ve la línea del angular que luego ya hacia arriba desaparece. En Torres blancas, Oíza probó como un escalonado en los encofrados de las terrazas, y luego dos plantas más arriba ya empieza a ser redondo. Bueno, son cosas que pasan en la obra que uno ha de aceptar.

T.: Anécdota aparte, toda la ejecución de la celosía y del revestimiento de ladrillo en huecos está muy bien cuidado y ejecutado ¿había un equipo especialmente preparado para este trabajo?

B. M.: Al final son las personas, y realmente la constructora, Seranco, se ha volcado; ha apostado por un nuevo sistema, ha creído en nosotros y han sido muchos agentes los que han intervenido para bien.

A. C.: Tradicionalmente, cuando tú trabajas con un cerrajero, con un carpintero, él sabe mucho más que tú. Tú quieres una cosa, se la transmites y, si es bueno, te dice cómo hacerlo. En este caso no es que trabajáramos directamente con oficios, pero la constructora sí que puso todo de su parte. Cuando nosotros le planteamos como hacer los techos de ladrillo, con unas bandejas y con el ladrillo colocado de una manera, buscaron la solución precisa de cómo hacerlo. 

Fotografía: José Hevia. Toda la envolvente se ejecuta como una celosía de ladrillo macizo de Las Losas, que queda abierto cuando se requiere transparencia y se ciega con medio ladrillo cuando la fachada es opaca.

T.: Y dentro de este cuidado de hacer las cosas bien, sorprende el detalle de la cubierta de la gran sala de arriba de lectura, que es de zinc, pero no se ve desde ningún lado.

A. C.: El material, el zinc, al entorno patrimonial le venía bien y suaviza el perfil en diente de sierra de la cubierta que podría parecer más adecuado en un edificio industrial.

N. M.: Y, aunque es verdad que la cubierta no se ve, sí se puede ver una foto aérea en Google. El otro día subíamos un pantallazo a Instagram. Es muy bonito dentro de todo el desorden de esa zona de caserío de Boadilla, de repente aparecen unas líneas perfectas este-oeste que marcan los lucernarios.

T.: Es decir, que los lucernarios están orientados a norte puro.

T.: ¿Y cómo está planteada la climatización de estos dos edificios, que deberán funcionar de manera independiente?

N. M.: Hay un tema bastante interesante que es la configuración de cada planta. Antes ha explicado Beatriz cómo hemos dejado un anillo para usos varios, escaleras, aseos, pero también pequeñas salas de reuniones, etcétera, y cómo las salas en cada planta se concentran, más o menos, en un espacio central, siempre abiertas hacia la fachada. Ese anillo también responde un poco a la distribución, sobre todo de climatización. Hemos hablado de que tenemos una altura de techos muy baja que no nos permite descolgar conductos y poner un falso techo. Entonces, todo el conjunto de conductos de clima o bien discurren por el anillo de programa lateral, o bien discurren sobre la estantería que siempre bordea cada una de esas salas centrales, y el resto de instalaciones van vistas, tanto las de iluminación como las de protección contra incendios, etcétera, van vistas por debajo del forjado ligeramente proyectado con yeso para mejorar su aspecto. Entonces eso con respecto a las a las plantas intermedias.

Sección transversal. Ver PDF

T. G.: Hay un matiz, que creo que es relevante. Esas instalaciones van vistas en las salas centrales siguiendo la directriz este-oeste, que es la misma de la orientación de las cerchas de la última planta. Las ventanas de las cerchas están orientadas estrictamente a norte, como ya se ha dicho. Entonces, la iluminación, sobre todo de las salas intermedias, está en diagonal respecto el perímetro de la sala para reproducir de alguna forma esa dirección que en la última planta es tan importante. 

Fotografía: José Hevia

T. G.: Y, siguiendo con las instalaciones, hay tres soluciones porque hay tres tipos de espacios en la biblioteca. El que ya ha contado Néstor, que es el de planta baja, 1 y 2, que es este perímetro que encierra con espacios pequeños las salas de lecturas más grandes; el sótano, en el que la solución de clima y de iluminación siempre a la par, que consistió en construir el techo con grandes cajones independientes, como los que recubrían las vigas postesadas, para generar esa sección que también funcionaba a nivel acústico, llevar por el interior iluminación y clima. Y en la última planta, la de la sala de lectura de doble altura, la solución pasa porque las impulsiones vienen de unas toberas que están justo por encima de la última línea de estanterías, que se recoge por debajo de las estanterías de planta baja y vuelve por plénum, por detrás de esas estanterías. 

T.: ¿Y las unidades de climatización están en el sótano o en la cubierta?

T. G.: Están arriba. Si tenéis en la cabeza esto del perímetro equipado, la cara este de ese perímetro en la última planta se convierte en un patio que no asoma en fachada; el diente de sierra no ocupa la totalidad de la planta. Hacia el este deja un patio rehundido de una altura que es donde están las maquinas.

Fotografía: Ana Matos

T.: ¿Cómo resolvéis la acústica del pequeño teatro?

B. M.: Es un teatro muy casero, pequeñito, que lo usan sobre todo para los niños. La solución es muy sencilla. Hay un tratamiento de madera de listones verticales con protección de lana mineral y un velo negro, y eso dulcifica profundamente las condiciones acústicas. La empresa constructora, de nuevo, se implicó mucho, y nos trajo un buen carpintero. Y una anécdota curiosa en esa planta, es que en obra surgió un espacio que ha quedado muy interesante, el hueco de bajada, que se iba a pintar y decidimos dejarla con el hormigón visto con un mínimo chorreado.

Fotografía: José Hevia

T.: En la planta del teatro hay un recuerdo a plantas de cines clásicos, con curvas que matizan la geometría y hacen ver el cuidado y el cariño de cómo se va definiendo esa envolvente interna del teatro.

B. M.: Reflejo de una muy buena comunicación con los jóvenes del equipo.

N. M.: Es que la geometría del sótano es la que es. Quiero decir que tenemos todas esas piezas y al final aparecían tantísimas directrices y tantísimos órdenes que empezamos a suavizar todo y a intentar que todo fuera un poco más blando. Y el alistonado funciona muy bien con las curvas, tanto que, al final, es casi un paramento continuo.

Fotografía: José Hevia

A.M.: Es tan importante, el alistonado, la forma, la continuidad entre la curva y la recta, que al final en obra nos dimos cuenta de que el único protagonista del espacio del teatro tenía que ser ese revestimiento. Y por eso el techo que planteamos en obra, a diferencia de proyecto de ejecución, es un techo absolutamente elemental, sencillo, pintado de negro, que genera un ritmo que absorbe las vigas postesadas y las ‘falsas vigas’ por donde van los conductos de clima. En proyecto teníamos con un mayor protagonismo y que era capaz de salvar aquellas vigas postesadas iniciales, metálicas, que al desaparecer y convertirse en unos vigones enormes nos llevaron a hacer una sección del teatro súper sencilla que traslada todo el protagonismo a esa pared, que es también muy sencilla, pero que tiene un poquito más de alma.

Fotografía: Ana Matos

T.: Y para terminar, querríamos tratar un poco el tema de la iluminación, sobre todo del paso del día a la noche en esa gran sala de lectura ¿cómo definisteis, en general la iluminación, y en concreto en esa sala?

B. M.: Sobre la iluminación, me gustaría destacar cómo la celosía en las salas pequeñitas crea una atmósfera conventual emocionante; es una luz tamizada, más compleja que la de la sala de arriba, que supone una estrategia más sencilla de iluminación natural.

A. C.: La iluminación artificial en la sala de lectura se resolvió con un LED continuo en el borde de los lucernarios; diagonal a pared y combinada con la iluminación que viene integrada en las mesas y otra línea en las estanterías de la planta de arriba.

T. G.: En el resto de salas, como la altura es tan baja, la iluminación va directamente en techo. La ingeniería Tres de tres se encargó del cálculo de la intensidad de la luminaria, la densidad de luminarias de esas tiras de LED para generar un plano que cumpla con los requisitos de código técnico en cuanto a iluminación. Hay una cosa muy bonita en la iluminación artificial que es la no iluminación artificial exterior, porque no hay, no se ilumina nada el edificio, simplemente se ilumina la plaza con dos líneas que están sobre las puertas de teatro y biblioteca e incluso sobre los paños de piedra de costeros que pusimos remarcando esos accesos, y donde está la señalética. Otra línea también continua, que acompaña la subida por la rampa, está en el pasamanos. Esas dos son las únicas iluminaciones estrictamente exteriores de la biblioteca. Y lo que hace el edificio es como encenderse por las noches como una linterna. Ves desde el exterior la luz artificial a través de la celosía. Y eso es un momento bastante emocionante de la biblioteca, cuando de repente se apaga la ciudad y se encienden parcialmente huecos. Entiendes la biblioteca de otra forma, lo que durante el día es como un volumen bastante hermético, monolítico, de repente, coge una escala completamente distinta por la noche gracias a esa iluminación artificial.

Fotografía: Ana Matos

A. C.: Sobre ese monolitismo que dices, hay una sutileza interesante porque, siendo un edificio hermético, opaco, se intuye lo que ocurre en el interior de la planta de arriba porque siempre está iluminada por el lucernario. Aun siendo de día, el espacio interior se medio manifiesta, muy suavemente. Y ese poder entrever qué es lo que está pasando en el interior del edificio, yo creo que refleja esa condición epidérmica de la envolvente de este edificio.

Cambio de estructura de pilares a tracción a pilares a compresión. Proceso de ejecución. Vigas postesadas.

Fachada continua con celosía cerámica armada. Proceso de ejecución. Varillas roscadas.

Ficha técnica

Autoría: Beatriz Matos & Alberto Martínez Castillo / Néstor Montenegro / Toni Gelabert

Localización: Boadilla del Monte, Madrid.

Año: 2021

Colaboradores: Silvio Escolano (estructuras), 3D3 Ingeniería (instalaciones), Javier Mach Cestero, Javier González Nieto (aparejadores)

Fotografías: Ana Matos / José Hevia

Empresa constructora: SERANCO S.A. Promotor: Ayuntamiento de Boadilla del Monte

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Editado por:

Tectónica

Publicado: Mar 23, 2023

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