Rehabilitación de la antigua panificadora Lekuona: fábrica cultural municipal, por VAUMM

El estudio de arquitectura VAUMM transforma con rigor y calidad arquitectónica un antiguo espacio industrial en una fábrica cultural: usos diversos y espacios flexibles para la creación. Una sutil envolvente de chapa plegada y perforada unifica y da carácter al conjunto.

Fotografía: Pedro Pegenaute

Plano de situación. Ver PDF

El texto que a continuación aparece en azul, procede de una conversación en torno al proyecto, entre Iñigo García Odiaga y Jon Muniategiandikoetxea de Vaumm con Berta Blasco y JM. Marzo de Tectónica.

Tectónica: Podemos empezar porque nos contéis sobre los orígenes del proyecto y cómo lo planteasteis.

VAUMM: Rentería es un municipio tremendamente industrial situado en la salida del río Oiartzun hacia el puerto mercante de Pasajes en donde se concentraba industria de todo tipo, desde una papelera, que era la más importante, productos eléctricos, harinas, el matadero, etc., y entre ellas estaba esta fábrica, que era una panificadora. Hay un primer concurso de ideas para hacer una biblioteca en el que nosotros quedamos muy bien posicionados, pero no ganamos. Es un proyecto de una escala municipal, pero que requiere el apoyo institucional, en este caso de la Diputación Foral. Es un proyecto que está totalmente marcado por la unión política entre la alcaldía y el departamento de cultura de la Diputación. El proyecto elegido arranca, pero se deshace esta unión política y el proyecto se para a lo largo de tres o cuatro años, hasta que una nueva alianza de fuerzas políticas quiere relanzarlo, pero como espacio de la danza y las artes escénicas, Dantzagunea. Se organiza para ello un nuevo concurso restringido con los equipos que habían quedado mejor posicionados en el primer concurso, a los que se suman otros equipos con experiencia en centros de música, que esta vez ganamos. Comienzan las obras del edificio, y cuando estamos acabando prácticamente la estructura, se vuelve a deshacer la unión política que impulsaba el proyecto, y ya lo retoma en solitario el Ayuntamiento que vuelve a cambiar el uso, recupera la idea inicial de biblioteca y la fusiona con el proyecto del Dantzagunea manteniendo una gran sala escénica, polivalente o multifuncional. Paramos el proyecto porque de con el cambio hay que tener en cuenta otras normativas, de ocupación, de incendios; hay que dotar al edificio de una nueva escalera…, por lo que rehacemos el proyecto que ya sí se finaliza y se inaugura con este uso híbrido.

Planta baja. Ver PDF

La antigua panificadora industrial Lekuona de Errenteria es una construcción de la década de los años sesenta que se compone de un cuerpo principal al que se le adosa lateralmente otro cuerpo trapezoidal. De cara al río Oiartzun, su posición central, visible y accesible hacen de la antigua fábrica un espacio idóneo para su reutilización como nuevo equipamiento municipal. La propuesta reconvierte los usos de la antigua panificadora Lekuona y su ampliación, en un espacio para la creación intelectual, tecnológica, artística y científica, como Biblioteca de creación y Artes Escénicas. 

Planta primera. Ver PDF

Planta segunda. Ver PDF

Alzado al río. Suroeste. Ver PDF

La ampliación se concibe como un elemento compacto que contrasta en forma y en materialidad con el edificio de la antigua fábrica. Dado el carácter fabril del edificio definido por sus espacios diáfanos de grandes dimensiones, esta transformación basada en el cambio de uso resulta compatible y el edificio concebido como un gran contenedor flexible lo permite. Se trata de posibilitar nuevas estrategias que aporten una nueva vida a esos espacios originales, en los que reside el valor del edificio original. Bajo la premisa de que la Creación no implica lujo, sino ingenio, la fábrica se adaptará con superficies ajustadas, mínima ampliación posible, materiales industriales y máximo aprovechamiento de lo existente.

Texto: Vaumm

Sección longitudinal. Ver PDF

T: Sí, es un programa poco habitual, el de biblioteca más centro de artes escénicas.

VAUMM: Es una fábrica de creación –Lekuona Fabrika– y así está definido, diseñado y ejecutado, como un soporte que da cabida a una serie de espacios con la capacidad de transformarse para albergar todo tipo de acciones culturales y creativas. No es una casa de cultura al uso, no es sólo una biblioteca, la idea es incorporar a los creadores de la ciudad, que hay muchos, ofreciendo un espacio para eventos, pero también para la creación. 

Alzado lateral. Noroeste. Ver PDF

Sección transversal. Ver PDF

Fotografía: Pedro Pegenaute

Alzado Noreste. Ver PDF

Fotografía: Pedro Pegenaute

Alzado lateral por escalera externa. Sureste. Ver PDF

T: Un proyecto más adecuado a la realidad cultural actual. Un contenedor de uso híbrido, abierto y flexible es capaz de adaptarse a las exigencias culturales que vayan surgiendo, y ofrece muchas posibilidades para un programa municipal.

 VAUMM: Sí, porque la biblioteca, desde un punto de vista tipológico, ha cambiado radicalmente, ya es otra cosa. Es un espacio de trabajo en grupo, casi de coworking efímero, por llamarlo de alguna manera, de reunirse y también de dar soporte a gente que puede no tener un buen acceso a internet o un espacio en casa para trabajar. Tiene salas de estudio, para dar talleres a niños, de creación literaria o de creación teatral. Y esa variedad de usos y adaptabilidad es lo que la hace completamente diferente a la biblioteca decimonónica, con un espacio único, que era la que nosotros como estudiantes usábamos. Y también le pasa lo mismo al salón de actos que ya no se trata de un escenario y un patio de butacas, sino que es un espacio de 700 metros cuadrados, en principio vacío, con dos escenarios que suben y bajan, uno central con gradas retráctiles y otro en un extremo sin gradas, que incluso se puede partir en tres espacios. Hay compañías de teatro o de danza que lo usan como espacio de ensayo o para producir una obra, como una sede temporal, de la que arrancan para luego recorrer otros teatros. 

Axonometría. Ver PDF

Diferentes configuraciones del Sala central. Ver PDF

T: Para este tipo de espacios tan versátiles y cambiantes, los temas de acondicionamiento acústico, aislamiento entre espacios, climatización variable, será muy complejo.

VAUMM: La acústica, junto al cumplimiento del DB-SI, la reacción a fuego, son los dos temas más complicados a resolver. Nosotros lo hemos diseñado siguiendo las directrices de unos responsables escénicos y conocedores de este tipo de edificios, quienes nos pusieron una serie de premisas, como, por ejemplo, que una sala respecto de la otra tenía que tener 65 decibelios de aislamiento. Entonces se trata de buscar un sistema constructivo, la patente, que permite esto y que lo garantizan, y luego controlar que la ejecución sea así, tanto en las puertas como en lo que rodea a las puertas. Cuando un espacio sirve para muchas cosas, hay que hacer que cumplan todas las situaciones. Para incendios, cada posición tenía un tipo de evacuación, y había que testarlas todas. Y luego están todas las instalaciones vinculadas a la iluminación, al sonido o incluso a la operativa, a la flexibilidad de las escenas, que también tienen un grado de complejidad elevado.

Había como seis o siete disposiciones más o menos lógicas y sencillas. Luego, a medida que construíamos el edificio a los técnicos se les ocurrían 17 más, pero la infraestructura tenía que dar soporte completo en todas las exigencias de esas siete u ocho disposiciones básicas.

Fotografía: Pedro Pegenaute

Configuración mobiliario y estanterías. Ver PDF

T: ¿Y el mobiliario de interior, que se ve muy intencionado con elementos que se escamotean, están hechos con contrachapado?

VAUMM: Sí, con contrachapado de abedul.

T: ¿Y el diseño es vuestro?

VAUMM: Si, diseñamos el mobiliario que está a continuación de la fachada, que construyen los espacios que tiene que ver con ese cambio de pasar de un uso de danza y ensayo a biblioteca y reflejan esta cuestión de entender la biblioteca no como un espacio lleno de estanterías, sino como un espacio en realidad vacío que permite hacer muchas cosas en el centro. Y por eso surge esta idea de llevar los libros al perímetro, que construyan la misma fachada e integren los huecos en la propia estantería en donde poder sentarse a leer, pero básicamente con esa intención de que el centro de las salas quede vacío y permita convertirse en salas de estudio, salas de trabajo, que haya un taller, una proyección, cuentacuentos... Y ya todo el mobiliario central es móvil. Hay algunas piezas que sí las hemos diseñado nosotros, pero la gran mayoría son de catálogo y tuvimos la suerte de que nos dejaron gestionar el mobiliario. Como es el usuario el que debe hacer funcionar el espacio y los cambios, el mobiliario debe ser ligero, muy fácil de mover, muy fácil de plegar y las salas deben tener en su interior prácticamente todo lo necesario para que puedan llegar a ofrecer todas esas opciones. Y también tienen acceso a parte de las instalaciones, algo de clima y algo de iluminación, que se activa independientemente para poder gestionar los cambios. Unas canaletas en el suelo, en el pavimento, que recorren todas las zonas son las que permiten, casi en cualquier punto, poder conectar un puesto de trabajo.

Fotografía: Pedro Pegenaute

Fotografía: Pedro Pegenaute

Fotografía: Pedro Pegenaute

Fotografía: Pedro Pegenaute

T: ¿Y para terminar hay algún comentario que queráis añadir o completar?

VAUMM: Hay un tema que sí querríamos resaltar que es cómo ha sido el tratamiento del edificio antiguo. Queríamos mantener de algún modo el carácter de esa industria desaparecida, que está en la memoria colectiva, en el imaginario de todos los vecinos y que, además, tiene una posición muy central en el municipio. Y de ahí la decisión de la envolvente del edificio antiguo que trata de embalsamarlo. No se trataba de alterarlo o modificarlo, tampoco de reconstruirlo, porque la calidad del material era muy pobre. Eso sí, requería también cambiarle un poco el carácter y transformarlo en edificio público. Y con esa idea hemos tratado de no alterar ni su composición, ni su textura, ni su dibujo, ni su delineación, por así decirlo. De alguna manera hemos embalsamado el edificio utilizando el mortero de cemento, y donde ha habido que cegar huecos se ha mantenido el dibujo del hueco, su recerco, su alfeizar y su dintel, y los nuevos huecos se recortan en la fachada, pero mantienen la textura, convirtiendo casi como en una maqueta o en una abstracción el volumen antiguo, pero manteniendo su composición y su escala en Rentería. La pieza antigua queda envuelta por la L de la nueva, y también funciona como la entrada que mejor recibe a los vecinos porque reconocen el antiguo edificio.

Cerramiento con fachada ventilada de chapa ondulada no estándar. Detalles constructivos.