Viviendas de CLT con fachada de madera carbonizada de b720 Fermín Vázquez Arquitectos

b720 Fermín Vázquez Arquitectos

b720 - Fermín Vázquez Arquitectos, para el denso barrio madrileño de Tetuán, hace una propuesta de innovación tipológica y constructiva con un bloque entre medianeras, que libera la planta baja y sótano para aparcamiento de superficie o espacios de uso colectivo y, se construye con paneles de madera contralaminada -CLT- y una envolvente con SATE o con fachada ventilada de madera carbonizada.

Fotografía: Carla Capdevila

Modelo 3D interactivo. Detalles DWG descargables.

Modelo 3D. Dsign Cloud.

Tectónica: Este es un proyecto poco habitual en vuestro estudio, o eso nos parece, por su dimensión y carácter, una pequeña promoción en un barrio muy popular de Madrid, emergente, incluso polémico en cuanto a su transformación ¿Cómo surge y cómo lo planteáis?

 b720 – Fermín Vázquez Arquitectos. Fermín Vázquez: El encargo procede de un cliente, un pequeño promotor, gestor, muy motivado que intenta distinguirse por ser extraordinariamente sostenible. Ya hemos hecho algunos proyectos pequeños, como unas viviendas en la calle Buenavista, en el sur de Madrid, que ha sido un éxito.

Su objetivo es demostrar que se pueden hacer promociones de vivienda de verdad sostenibles y que sea una operación razonablemente rentable. Eso quiere decir que el coste de construcción es un poco más caro, que el precio de venta está un poco por encima del mercado, y se dirige a gente que realmente le interesa comprar de una manera muy responsable, con la confianza de que no solamente están haciendo lo correcto, sino que, además, a largo plazo, su vivienda estará cumpliendo con lo que a todo el mundo le van a obligar a cumplir en el futuro a todos los niveles: aislamiento, rendimiento energético y materiales.

Alzado frontal a calle Hierbabuena.

En cuanto al barrio es, efectivamente, un barrio en transición, aunque no diría emergente, porque es un barrio de toda la vida, Tetuán de las Victorias, que fue absorbido por Madrid antes de la Guerra Civil. Ha sido un barrio obrero, de aluvión, con una estructura productiva que va desapareciendo, porque estaba lleno de talleres, en el que queda todavía algo de infravivienda y ahora tiene una población con un fuerte componente de familias de trabajadores inmigrantes

Tetuán tiene una escala como de pueblo, aunque ahora ya cuenta con una edificación alta, demasiado alta probablemente para la estructura que tiene. Es algo frustrante ver lo poco que queda con la escala de las viviendas originales, y lo mal que está, en general, la construcción nueva. Y esto es un problema genérico en España en donde hemos tenido un ordenamiento urbanístico y una falta de disciplina que ha desembocado en ciudades descoyuntadas y patrimonio destruido, y Tetuán es un ejemplo de todo esto, pero creo que es todavía recuperable. Es un lugar muy interesante, de integración social, convivencia de mucha gente distinta, y supone una oportunidad para proponer, con los mimbres que hay de alta densidad y grano pequeño, una edificación con las ambiciones de ejemplaridad en cuanto a sostenibilidad y con un precio de venta contenido.

El edificio se sitúa en Tetuán, uno de los vecindarios de larga tradición en la capital que ha tenido un fuerte impulso posicionándose como barrio emergente luego de que se confirmaran proyectos de relevancia como el Plan Chamartín y la reforma de Azca.

Planta baja.

El programa consta de 8 viviendas con sus respectivos trasteros y 5 plazas de aparcamiento. En la planta sótano se desarrollan las instalaciones del edificio, los trasteros privativos de las viviendas y un cuarto de lavandería. La planta baja diáfana alberga el vestíbulo y 5 plazas de aparcamiento de superficie. Las viviendas se desarrollan en las plantas superiores, contando la última con un retranqueo que permite el disfrute de terrazas privadas a las dos viviendas del ático. Al ser permeables a ambas fachadas, permiten la ventilación cruzada mejorando el confort. 

Planta -1. Sótano

Fotografía: Carla Capdevila

Sección longitudinal por el acceso de vehículos.

T.: A nivel de la organización de la vivienda se percibe el esfuerzo por aprovechar esa superficie tan ajustada, por ejemplo, al tratar de llevar al sótano elementos que en otras promociones están en la vivienda, como espacios de almacenamiento o la zona de lavado.

F. V.: Esa es la voluntad, la de hacer algo que esté mejor y que compense ciertas carencias, que en muchas ocasiones chocan con la ordenanza, con las normativas, que no lo favorecen. Hay renuncias deliberadas, como la del aparcamiento. La vocación es no meter más coches en este tejido urbano, y este cliente en concreto busca parcelas que no den para hacer aparcamiento. Y también, como las viviendas son bastante pequeñas, intentar buscar espacios comunes para aquello que hacerlo en común o compartido lo hace más eficiente, reduce el impacto energético y puede hasta ofrecer una mejor vida social. Esta iniciativa se ha tenido que limitar a la zona de la lavandería, porque no hay ningún incentivo a hacer este tipo de estrategias porque, a pesar de ser un sótano, son metros que computan. Es una de estas tensiones entre lo que debería ser y lo que puede ser. Y, a pesar de todo, tanto el promotor como nosotros hemos intentado ir un poco más allá de lo que quizá los números estrictamente harían recomendable, y se ha demostrado que, si lo haces bien, si tienes cuidado, se puede conseguir que la operación inmobiliaria sea razonable y las viviendas se vendan bien, a precios competitivos. 

Fotografía: Carla Capdevila

Alzado trasero al interior de manzana.

Fotografía: Carla Capdevila

T.: Sí, el cambio de la forma de movernos en la ciudad también puede ser vista como una oportunidad y plantear el espacio dedicado para el coche como un espacio que, en el futuro, cuando no los haya, pueda tener un uso alternativo.

F. V.: Pero aquí se da otra tensión entre lo deseable y la realidad impuesta por la normativa. La normativa madrileña permite despejar la planta baja, o sea, elevar el edificio, lo cual, desde un punto de vista inmobiliario, es evidente, porque un local comercial en determinadas calles y barrios, difícilmente se vende, y es mucho más rentable hacer vivienda, y que esté elevada lo mejora.

No puedes no aplicar la normativa, desde el punto estrictamente de la demanda. En cambio, desde el punto de vista de la bondad del resultado final en el tejido urbano del barrio, a mí me parece probablemente equivocado porque sería mejor ocupar las plantas bajas y darles actividad y reducir la cota de la cornisa, dentro de una sección un poco más generosa.

Fotografía: Carla Capdevila

No nos ha entusiasmado dejar libre ese espacio, sobre todo imaginando que se repitiera en el barrio porque entonces se desactivaría. Debería ser obligatorio, al menos, mantener ocupados los chaflanes, las esquinas o los cruces. Por contra, esta planta baja nos permite oxigenar el proyecto, dar un espacio generoso de entrada, en el que los vecinos pueden estar, los niños tener un espacio de juego, guardar las bicicletas, ‘vegetar’ de una manera más generosa.

Es verdad, que tiene esa parte positiva, pero yo tengo dudas sobre si esta ordenanza no va a acabar por destruir la deseable activación de la cota cero de nuestras ciudades. O sea que yo creo que la secuencia de esta normativa no favorece el tejido urbano, igual que cuando ves una misma calle que refleja la ordenanza que intentaba ensanchar la vía, y produce retranqueos demenciales que no tienen arreglo porque la vida de los edificios es muy superior a la de la manera de pensar de los políticos o de los planes urbanos que van cambiando a una velocidad superior a la propia evolución de la ciudad y acaban provocando que el barrio esté descoyuntado y como hecho a medias. 


Fotografía: Carla Capdevila

Para su materialidad se han seguido los criterios de “Passive House” de sostenibilidad minimizando así el impacto ambiental. La estructura y los cerramientos del edificio desde la primera planta hasta la cubierta están construidos con CLT (Cross Laminated Timber), lo que permite una mejora considerable en los tiempos de montaje.

Sobre la calle de la Hierbabuena se proyecta una fachada ventilada compuesta por tableros de madera carbonizada, anclado en panel estructural de madera CLT de 125mm. Sobre ésta se recortan grandes huecos que maximizan la ganancia de luz al interior de las viviendas mediante carpinterías de madera de pino barnizada con triple acristalamiento y embocaduras metálicas. Las puertas de acceso a la finca (peatonal y de vehículos) serán de deployé, en concordancia con la envolvente anfitriona.

Detalle fachada a calle Hierbabuena. Alzado de la solución Secciones constructivas: vertical y horizontal. Modelo 3D interactivo.

Detalles DWG descargables para suscriptores. Modelo 3D. Dsign Cloud.

T.: Es cierto y es un problema muy visible en Tetuán en donde se podrían aprovechar todos esos retranqueos de la calle en introducir vegetación, plantar grandes árboles de sombra, porque es un barrio en el que choca lo poco vegetado que es y en donde se tiene que sufrir mucho el efecto ‘isla de calor’ en verano.

 F. V.: De nuevo, las ordenanzas no lo facilitan. Nuestro proyecto intenta compensar un poco esto. El edificio se vegeta, aunque todavía no se ve. Y no es fácil, porque tienes unas limitaciones enormes con los voladizos, los cuerpos, intentas tener espacios abiertos y computan … Con lo cual, la fachada acaba siendo un poco el resultado de estas consideraciones; se intenta maximizar su transparencia y facilitar que el pequeño espacio exterior se incorpore al interior, que sea abrible y se acompañe de vegetación en la cota más directa, a la altura de la barandilla, muy visible desde fuera. Son los tiestos de siempre a través de los que los propietarios se expresan con el cuidado de sus plantas, que añadan calidad a su barrio y se conviertan en el lugar de interrelación entre propietarios orgullosos de su terraza y de su barrio. Un poco como siempre se hacía.

Fotografía: Carla Capdevila

Planta tipo. 1,2 y 3

Fotografía: Carla Capdevila

Planta ático.

T.: Al plantear la fachada, con balcones en voladizo, evitas la posibilidad de cerrar las terrazas, que es tan habitual, y favoreces esa visión del interior transparente, abierto, en el que se introduce la vegetación.

F. V.: Sí, totalmente. Es verdad que hay problemas de narrativa, y de disciplina. Con una mayor disciplina, habría una normativa más flexible. Es una especie de pescadilla que se muerde la cola de muy difícil solución. Las normativas que hay son más rígidas porque se incumplen sistemáticamente, y, por supuesto, el valor del suelo está vinculado a estos aprovechamientos. Es, triste porque estropea innecesariamente la calidad de la ciudad y de las viviendas. Hay gente que intenta paliarlo un poquito, como es este caso con un cliente muy concienciado y con ganas de hacerlo bien. 

Sección transversal con relación a las medianeras.

T.: Y, acercándonos más a la materialización del proyecto, ¿Cuál es el motivo para retranquear el sótano respecto a las medianeras?

 F. V.: Hay varias cuestiones. Desde el punto de vista de la estructura, la idea es la misma que la que ha generado casi todas las decisiones: de todas las opciones posibles, ¿Cuál es la solución que tiene el mínimo impacto medioambiental y que favorecerá el tener un edificio energéticamente de mínimo consumo, o de, incluso, máxima generación? Y en el sótano lo que se trató es hacer la mínima excavación, si se quiere, la mínima violencia, y que genere la menor cantidad de residuos. Es lo mismo que transmite la estructura de madera, ¿Cuál es la que nos garantiza un impacto mínimo? Todo parte de los mismos razonamientos.

T.: Y encontramos una solución singular en el forjado de planta baja, que tiene unas vigas de perfil de acero y encima de hormigón.

 F. V.: Sí, hay alguna minimización de recursos, o bien de optimización del material, y se deciden soluciones muy puntuales y con el mínimo material, cuando hay algo, como es este caso, que no se puede resolver con madera. Pero no se trata de un ejercicio de virtuosismo simbólico, si no, que las cosas sean lo que tengan que ser; que estén bien y respondan con sensatez y una actitud responsable a los problemas.

Fotografía: Carla Capdevila

T.: Lo que sí que tiene mucha personalidad es la fachada de madera carbonizada que algo querrías transmitir empleando esta solución.

F. V.: Es un poco un manifiesto en el sentido de que es un edificio de madera y estaría bien que se viera. Normalmente, en otros proyectos de madera, la madera se tapa porque no conviene que se vea la estructura porque habría que emplear un fungicida, considerar un mantenimiento, etcétera, pero vimos que existía la posibilidad, sin ser demasiado caro, de poner una madera a la vista, autoprotegida por este acabado carbonizado que la hace inalterable. Y con este material también respondemos a un entorno duro en el que se supone que es mejor utilizar una solución más tradicional de fachadas de ladrillo visto, como son todas las de alrededor. Pero la fachada de ladrillo visto en Madrid, si el ladrillo no es muy bueno, si no está muy bien puesto y si no están bien protegidos los anclajes acaba manchada y desportillada.

Por todo esto, sí, se trata de defender y demostrar que la construcción con madera es sensata y, si queréis, también demostrar que las cosas son posibles. Es una solución deliberadamente diferente que se equilibra, por ejemplo, con el hueco vertical que se exagera y se protege con un balcón de toda la vida.

Frente al proyecto en Buenavista, que está en un entorno mucho más consolidado y en donde queríamos pasar desapercibidos, aquí, con una composición del edificio muy modesta, muy sencilla y sin ninguna ocurrencia, sí queríamos distinguirlo como un ejemplo de que se pueden hacer otras cosas y manifestar de manera muy clara conceptos de sostenibilidad. No responde a una ocurrencia del arquitecto. No queríamos ser ocurrentes, queríamos ser responsables, que es lo que nos pedía el cliente.

Viviendas en Buenavista. Fotografía: Marc Goodwin (izquierda) Adrià Goula (derecha)

T.: Y ya en la fachada en el interior, este esfuerzo, un poco de manifiesto, no hace falta y se acaba con un SATE.

F. V.: En este caso, con una fachada más sencilla, la cuestión era más cómo maximizamos el aislamiento.

 T.: Y para el tema de acústica, que hay que saber tratar en edificios de estructura de madera, ¿habéis tenido asesoramiento específico?

F. V.: Es una de las grandes dificultades que hay que compensar, sobre todo si se quiere dejar vista la madera, pero eso ya lo tenemos muy calculado. Hay cosas muy importantes como la caja de ascensores, que hay que tener la composición del cerramiento adecuado. Pero es cuestión de ir aprendiendo la técnica, y ya hemos hecho unos cuantos edificios con CLT. 

T.: En cuanto ya a cuestiones de búsqueda de una optimización, a nivel energético, con la climatización con aerotermia, con suelo radiante, refrescante, ¿el escoger un pavimento pétreo, de filita, es porque es un buen transmisor?

F. V.: De nuevo es un material sostenible, natural, que procede de una cantera cercana, muy bien gestionada, por lo que responde a todas las exigencias de un impacto escaso. La filita tiene sus pegas, porque quizás no es la piedra más idónea, pero entra dentro del presupuesto y transmite, efectivamente, la radiación estupendamente, con lo cual, con muy poco consumo energético, se logra disfrutar de un interior muy confortable en verano y en invierno.

Vista del Modelo 3D interactivo con la disposición de las tuberías del suelo radiante.

Detalles DWG descargables para suscriptores. Modelo 3D. Dsign Cloud.

T.: Y, para terminar, ¿tienes algún comentario sobre exigencias especiales que deban tenerse en cuenta a la hora de construir en ciudad, en una calle relativamente estrecha, con una estructura prefabricada de CLT?

F. V.: Yo hablaría de las grandes ventajas, además de su bajísimo impacto medioambiental y del peso, es que todo el proceso de construcción es muy rápido. Se llega a la obra, se descarga y se ensambla.

A mí lo que me gusta es que es un proyecto de grano pequeño. Al estudio, normalmente, se nos conoce por estar involucrados en proyectos muy grandes, y además estamos muy orgullosos de ser buenos gestores de la complejidad, pero nos hace mucha ilusión atender proyectos de esta escala pequeña porque, en el fondo, son mucho más importantes ya que es lo que de verdad hace el 90 % del espacio que nos rodea. Contribuir a demostrar que se puede hacer que las cosas sean mejores, a nosotros, a mí, personalmente, nos satisface mucho. Y para esto es importante que los que promueven la obra y los usuarios se involucren y entiendan sus viviendas, sus inversiones, como una contribución importante a la calidad general de la comunidad. Y, además, porque también es rentable. Me encantaba oír al cliente decir: «Es que estas viviendas cuando las vendo, explico a los que la compran que su factura de la luz va a ser la décima parte».

Y, además, ese dinero no está yendo a quemar petróleo. Si conseguimos algo de todo esto con este proyecto, para mí sería una gran satisfacción, y si se llena de verde, aparecen geranios y salen bicicletas de ese garaje, ya sería estupendo.

Ejecución de muro de contención de hormigón de sótano por bataches. Detalles constructivos.

Estructura mixta de forjados de CLT y vigas de acero y hormigón. Detalles de uniones.

Envolvente con fachada ventilada y terminación con madera carbonizada. Planos de montaje y detalles de emparrillados de tablas.

Ficha técnica

Autoría: b720 Fermín Vázquez Arquitectos

Localización: Madrid

Colaboradores: Equipo: Fermín Vázquez, Pedro Baltar, Gustavo Gaudeoso y Carlos Beizaga, (arquitectos); Jorge Blasco / estudi m193, SLP (estructuras); Valladares Ingeniería de instalaciones (instalaciones)

Fotografías: Carla Capdevila

Empresa constructora: Impacto 0

Empresas destacadas:


Editado por:

Tectónica

Publicado: Oct 2, 2023

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