Oficinas KNEM: ampliación y rehabilitación de un edificio industrial en Poblenou de b720 Fermín Vázquez Arquitectos

b720 Fermín Vázquez arquitectos, rehabilita y amplia una antigua fábrica de hilaturas de Poblenou en Barcelona, para darle un nuevo uso como oficinas, y lo hace en distintos niveles: el urbano, proponiendo un nuevo pasaje que permite comunicar las calles opuestas de la manzana donde se sitúa el edificio; el contexto, reutilizando con un nuevo lenguaje el ladrillo, habitual en las edificaciones del entorno; y la sostenibilidad, principio irrenunciable en el proyecto, que se manifiesta en el uso de madera laminada de pino en el muro cortina y la celosía de aluminio para protección solar.

Fotografía: Adrià Goula

Tectónica: El estudio que diriges y fundaste con Ana Bassat tiene una larga historia de encargos de edificios de oficinas con muchos ejemplos en los que había preexistencias que se debían abordar con un lenguaje muy contemporáneo para tener éxito en el mercado inmobiliario, desde las oficinas MN19 en Barcelona, de 2001, a ejemplos más recientes como WPP La Matriz Campus en 2019 o las oficinas Polaris ya de 2021, ambas en Madrid, ¿Cómo os llega este nuevo encargo en el que , de nuevo, debe convivir un edificio atractivo para el ámbito del alquiler de oficinas y la preservación de elementos constructivos previos?

Alzado fachada edificio existente. calle Doctor Trueta. Ver PDF

Plano de situación. El solar atraviesa la manzana con lo que cuenta con dos alzados a calles diferentes. Ver PDF

b720_Fermín Vázquez: El edificio KNEM es un encargo convencional. Un cliente privado, una familia, es decir que no es una gran corporación, que quieren construir un inmueble para alquilarlo como espacio de oficinas. Tienen un sitio interesante porque forma parte del distrito 22@ de Barcelona, pero muy próximo a la Rambla del Poblenou, es decir que sigue la secuencia histórica de espacios industriales, pero ya muy próximo al núcleo urbano original del Pueblo Nuevo de Barcelona. El lugar, la zona, tiene carácter en sí mismo. Y luego, ya el solar, que es mitad solar y mitad restos de la antigua industria, tiene varias características peculiares. Una es su historia: había formado parte de una industria muy conocida de hilaturas de yute para fabricar sacos –el Cànem–, que había empleado a mucha gente del lugar, principalmente mujeres. Y luego estaba su implantación en la trama porque el solar es una franja que atraviesa una manzana completa del Ensanche sin tocar ninguno de los chaflanes, y eso permitía algo muy interesante que es poder generar un pasaje propio. De hecho, nosotros nos encontramos con un planeamiento que ya sugería la apertura de este pasaje. Edificio y solar formaban un conjunto muy interesante en el sentido de que era algo muy singular, por un lado, estaba insertado en la historia de los espacios productivos del siglo XIX con proyección hacia los espacios productivos siglo XXI y, por otro, era capaz de mejorar el entramado peatonal de la zona. En el encargo, además, había una particularidad y es que ya que teníamos dos cuerpos de cierto tamaño y altura, y un cuerpo central más bajo y alargado, en conversaciones con la propiedad, se decidió que la oferta del espacio de oficinas fuera ligeramente diferente: con espacios más convencionales en los cuerpos altos, con plantas generosas de 500, 600 metros cuadrados, y que el espacio central que acompaña al pasaje se dividiera en unidades más pequeñas, de dos plantas comunicadas verticalmente que respondieran a una demanda de espacio tipo taller o de pequeño productor que divide su espacio en una zona más abierta, más pública, abajo, y más privada, arriba; algo menos corporativo y más de unidad empresarial pequeña. Este fue el planteamiento y el arranque del encargo.

Fotografía: Adrià Goula

Alzado a la calle Ramón Turró. Ver PDF

T.: ¿Y se ha mantenido este carácter en el edificio con el pasaje como una alternativa urbana de acceso libre?

b720_F. V.: Hay que decir que estos dos puntos que se pretendían y que formaban parte del programa han quedado un poco desvirtuados por el propio éxito del edificio. Ha resultado un inmueble tan atractivo en el mercado, que sospecho que no es tanto mérito nuestro como de las circunstancias del mercado, que al final ha sido alquilado completo por una única compañía, lo cual ha hecho que, por un lado, los pequeños talleres se utilizan como otras unidades más de trabajo de la compañía, y, por otro lado, que el pasaje, a pesar de que está abierto durante las horas del día, al pertenecer a una única compañía está más vigilado y es utilizado principalmente por los propios trabajadores; pero abierto está.

T.: Y tratando particularidades del proyecto, había una preexistencia que había que mantener, que es la fachada a la calle Doctor Trueta, que se replica de alguna manera al levantar un muro de fábrica en la otra fachada. 

Acceso desde la calle Ramón Turró. Fotografía: Adrià Goula

Sección longitudinal por pasaje ajardinado. Ver PDF

El programa administrativo se distribuye en tres volúmenes unidos a través de un gran pasaje ajardinado: dos bloques frente a cada una de las calles y otro de menor altura en el interior de manzana. Un zócalo continuo de obra de fábrica de ladrillo unifica los tres cuerpos a nivel formal y programático. El uso de la cerámica vista, emparentado con las edificaciones industriales históricas de El Poblenou, contrasta con las cajas de vidrio que se apoyan sobre el zócalo y que albergan los principales espacios de trabajo. Las vistas y la incidencia del sol quedan tamizadas por una celosía de aluminio que evoca el entramado del tejido de fibras de yute, a la vez que difumina la presencia urbana del edificio con su geometría abstracta. 

Fotografía: Adrià Goula

b720_F. V.: Desde el punto de vista más arquitectónico de cómo enfrentarse y sacar partido a la preexistencia, tanto física como de contexto histórico, tomamos unas decisiones claras al principio. Como había que mantener la fachada histórica, que se mantenía muy bien, se restaura, se recupera, e incluso se mantiene la altura original en el interior, creando una entreplanta que, separándose de la fachada, permitía tener un espacio más alto sin tener que romper los huecos; y luego, en el lado opuesto en el que no quedaba la otra fachada, recuperar la cota original y este carácter de fábrica pesada, e incluso proponer una materialidad que recordara, o que al menos no cambiara, el ambiente que tiene todo el Poblenou con la secuencia de edificios fabriles, sin dejar de hacerlo de una manera contemporánea. Intentamos ser cuidadosos con el contexto a través de la materialidad, el color, la modulación de las alturas… Hicimos una fachada de ladrillo visto, articulando los vanos, marcando el ritmo con pilastras, que la relacionara con la arquitectura de siempre, que fuera atemporal, pero utilizando soluciones actuales. No es una réplica, es una respuesta equivalente contemporánea de la histórica. En ambos casos, toda la edificabilidad que supera esa altura histórica, este zócalo más pesado, más mineral, se manifiesta ya como algo más ligero, con el tipo de formato que responde a la expectativa de una oficina actual, de espacios libres, más transparente, acristalada. Y este cuerpo más abstracto y en claro contraste con el zócalo, se coloca, primero, intentando ser sensible con el entorno; segundo, respondiendo a un cliente que quiere que su edificio destaque, que manifestará que el edificio ofrece un gran espacio de trabajo, y tercero, la voluntad de ser muy responsables desde el punto de vista del consumo energético, de impacto medioambiental en general. 

Fotografía: Adrià Goula

Planta baja. El pasaje ajardinado conecta las dos calles opuestas de la manzana. Ver PDF

Planta primera. En el volumen que da fachada a la calle Doctor Trueta, se separa el forjado de la entreplanta respecto de la fachada para evitar cortar los huecos originales. Ver PDF

Fotografía: Adrià Goula

Detalle de muro cortina, celosía de aluminio y pasarela de mantenimiento. Ver apartado: Construcción de la envolvente.

T.: ¿Y cuáles son las razones para decidir resolver ese cuerpo más ligero con un muro cortina mixto, de madera aluminio, con una celosía con una geometría muy marcada, una retícula en diagonal?

b720_F. V.: Sí, había razones potentes de nuestra parte para hacerlo así. Lo primero era responder a la demanda del cliente de ofrecer en el mercado un espacio de trabajo atractivo y, por lo tanto, crear una oficina con una imagen muy avanzada, que maximizara las vistas, la luz, la flexibilidad interna… y, por otro lado, la preocupación de intentar minimizar el impacto medioambiental y los consumos energéticos. Y como consecuencia de eso, lo que hacemos es buscar las mejores soluciones posibles. ¿Cómo minimizamos los consumos energéticos? Tenemos mucha luz natural y queremos un espacio despejado, pero no queremos ganancias térmicas por radiación, por lo tanto, lo que hacemos es impedir que llegue radiación directa a la fachada con una protección exterior, pero no vamos a hacerlo de una manera automática, todo igual, vamos a intentar hacer un sistema que atienda al norte, al sur, al este, al oeste; cada fachada en función de la radiación, pero dentro de una respuesta coherente, de intención arquitectónica reconocible y de ahí surge un entramado que giramos 45 grados. El entramado, además, nos recuerda a las dos tramas de los tejidos que se fabricaban aquí, y hacemos que se marquen muy claramente esas dos direcciones y al jugar con las profundidades de estas pletinas resultan cuatro parámetros de protección de la radiación en función de las orientaciones, sin cambiar la lectura general de todo este tartán.

Fotografía: Adrià Goula

Ya tenemos resuelta la incidencia solar. Y ahora pasamos a la siguiente capa y nos preguntamos, ¿cuánto vidrio nos podemos permitir?, porque sabemos que cuanto más vidrio peor se comporta el edificio, más agradable es la visión desde el interior, pero se tienen pérdidas y ganancias indeseables a través de la superficie acristalada. Y buscamos la solución adecuada, y, a pesar de que nos encanta todo un cristal de suelo a techo, estamos volviendo en muchos de nuestros proyectos a proponer un zócalo razonable que, al final, es donde la gente apoya las mesas, y aligeramos la carga energética del edificio. Y la siguiente pregunta es ¿y todo este cerramiento de qué lo hacemos? Lo ideal sería hacerlo de materiales renovables. Así como para la fachada exterior estuvimos investigando mucho y llegamos a la conclusión de que, aunque el aluminio tiene un gasto energético considerable, sí es muy reciclable y, minimizando la cantidad, se compensa el impacto con la energía que conseguíamos ahorrar, pero en el interior sí que nos decidimos por la madera, que es el material más renovable a nuestra disposición, y maximizamos la cantidad de madera que podíamos poner en este cerramiento: muro cortina de madera, montantes de madera y antepechos de madera.

Y con esta decisión conseguimos que el ambiente interior de la oficina es claramente más agradable que un interior de aluminio, más frío. Y, además, la madera, a pesar de ser un material más blando, tiene un envejecimiento mucho mejor; las ralladuras, un golpe, una hendidura, acaba siendo un desgaste. Al final, estas supuestas desventajas acaban siendo ventajas.

T.: Porque la estructura en ambos edificios es de hormigón, más convencional. ¿no?

b720_F. V.: La verdad es que para este proyecto luché mucho por intentar tener toda la estructura de madera, pero es verdad que las luces eran demasiado exigentes. Hicimos muchos números, pero al querer tener espacios diáfanos y tener el mínimo de mínimo de pilares hubiera sido muy cara.

Planta segunda. Nivel de la cubierta ajardinada situada sobre el cuerpo central de los talleres. Ver PDF

Sección Transversal por los talleres. Ver PDF

Vista del pasaje ajardinado al que se abren los talleres del cuerpo central. Fotografía: Adrià Goula

T.: ¿Y el muro cortina que en los dos cuerpos altos es de aluminio-madera, se transforma en bastidores de acero en el cuerpo bajo?

b720_F. V.: sí el cerramiento es de estructura de acero. Este cuerpo central sí estaba planteado más acristalado y en él, el pasado fabril inspiraba el crear espacios de una altura más generosa. Había limitación con los gálibos, por eso aparece un zócalo en la parte de acceso en planta baja y exageramos la altura y la llegada de luz a la planta alta abocinando esa ventana, que en realidad no es más que deformar la cubierta levantando el borde en ese lado para crear también una topografía un poco protectora en el jardín de la cubierta. Repite ese juego de un zócalo más pesado con el ladrillo, una celosía de ladrillo, las puertas de madera, con materiales tradicionales, y un cuerpo superior más ligero, más acristalado. Y este cuerpo está formado por unidades muy modulables; se pueden unir varios módulos, dividirlos, incluso en vertical. Espero que en algún momento vuelva el edificio al mercado y se utilice más como estaba planteado, con ese espacio central utilizado por diferentes tipos de actividad empresarial, más fragmentada, de una escala menor…

Fotografía: Adrià Goula

Fotografía: Adrià Goula

T.: Y las cubiertas de los diferentes volúmenes son muy diferentes. Siendo accesible la del cuerpo bajo, ajardinada, de forma similar a como se plantea en el pasaje. ¿Es así?

b720_F. V.: Hay tres zonas ajardinadas abiertas, una es el pasaje mismo, el más público y más activo. Ahí tengo que decir que un no logramos una de nuestras propuestas y que lamento no haber sido más pesado porque queríamos haber metido luz en el garaje a través de unos pozos y que hubiera vegetación abajo, pero generaba ciertas complicaciones. Luego está la cubierta vegetada del cuerpo central, que es accesible desde los dos edificios de los extremos, y, en tercer lugar, un mini pasaje interior, paralelo a la medianera, que también está vegetado y que se dilata en un pequeño jardín frente a una zona común, compartida por todas las oficinas; un jardín más tranquilo, filtrado por el edificio mismo. 

Planta tipo. Ver PDF

Fotografía: Adrià Goula

Fotografía: Adrià Goula

T: Está muy cuidado el pavimento exterior que se mimetiza con el ladrillo que hay y con la madera; de nuevo hay un juego de texturas y tonalidades muy interesante.

b720_F. V.: A este tema también le dimos muchas vueltas. Yo tenía la impresión de que hubiera quedado muy bien un pavimento más granítico, el adoquín de siempre, que resaltara el carácter de calle. Pero es verdad que también había un deseo de minimizar la cantidad de materiales. Entonces, entre eso y cuestiones de suministro, incluso de coste, acabamos decantamos por utilizar material cerámico o con un aire más cerámico que aportar tonos en el suelo que fueran de la misma familia que uno de los grandes componentes del proyecto, la fachada de ladrillo.

T.: Y luego también hay parte de madera, que supongo que es por las zonas de más estancia.

b720_F. V.: Y también por buscar materiales renovables y con una baja huella de carbono, dentro de lo posible. Asumir que el desgaste o el mantenimiento de estos materiales compensan los valores que aportan a la obra. Porcentaje que también hemos medido y que, curiosamente, se puede traducir a resultados, porque la madera transmite sensaciones que se valoran en el mercado, es un componente muy atractivo que satisface al usuario, le hace sentir en un entorno mejor, se siente más orgulloso del sitio en el que trabaja… Es decir, que también funciona como resultado estrictamente empresarial o de inversión.

Fotografía: Adrià Goula

Construcción de la envolvente.

Detalle del muro cortina de madera laminada de pino/aluminio y de la celosía de aluminio. Alzado y secciones horizontal y vertical.

Detalle de la nueva fachada de ladrillo. Alzado y secciones horizontal y vertical.

Detalle del cerramiento de los talleres. Alzado y secciones horizontal y vertical.