Realizado por Agora arquitectura, el proyecto consiste en la rehabilitación y restauración del pasaje y patio interior de un edificio residencial situado en el centro histórico de Barcelona, incluyendo la instalación de un ascensor en el patio. La intervención concede todo el protagonismo a los elementos históricos originales, recuperados y restaurados cuidadosamente, contrastados con la inserción de materiales contemporáneos como el acero y el vidrio reflectante.
La actuación se concentra en restaurar el vestíbulo de un edificio residencial construido en 1872 ubicado en medio del eje cultural delimitado por el Mercado de Santa Caterina y el Mercado del Born de Barcelona.
Foto: Adrià Goula. Plano de situación, con el Mercado de Santa Caterina en la parte superior.
El encargo reflexiona sobre la riqueza del desdibujado umbral que en las calles de Ciutat Vella existe entre el espacio público y el espacio privado. Se reconquista la idea de unos portones abiertos invitando a cualquier transeúnte a adentrarse desde la calle.
Foto: Adrià Goulà. Plano de emplazamiento.
Sección transversal por el pasaje y el patio interior. Ver pdf
Se despojan los techos y las paredes de postizos añadidos. Se eliminan los desniveles del suelo machacando unas viejas aceras que sirven para controlar las capilaridades de los muros. Se desnuda el cerramiento de un patio recreando la idea de pasaje exterior del entorno. En el eje del patio, se sitúa un nuevo ascensor que resuelve la accesibilidad del edificio.
Foto: Adrià Goulà
El mecanismo prescinde de pilares frontales. Se muestra transparente en planta baja. Se viste de espejo en plantas superiores. Desaparece en el cielo durante el día. Como dejando que la ciudad entre en el proyecto.
Foto: Adrià Goulà
Primeramente se procura reordenar las instalaciones existentes en el vestíbulo. Se decide eliminar unas aceras interiores de piedra para reconducir bajo las mismas todas las instalaciones superpuestas a los muros del vestíbulo (agua, luz y gas). Una vez reconducidas, se machacan las aceras y de las gravas generadas se cubren sus huellas.
Losas de piedra recuperada y excavación de las zanjas laterales de instalaciones.
Este hecho consigue varios logros: que las instalaciones no invadan el espacio noble de la entrada, que el vestíbulo de entrada sea todo a pie plano y que el encuentro de los estucos con el suelo esté protegido de las capilaridades aprovechando los recursos con los que la propia obra cuenta.
Planta baja, estado original. Zanjas laterales para la conducción de instalaciones.
Foto: Adrià Goulà. Planta baja, estado modificado. Zanjas laterales cubiertas de grava procedente del machaqueo de las piedras existentes.
Para la instalación del ascensor fue necesario reconducir la arqueta instalada en el patio, levantando todas las losas de piedra para reconducir también las pendientes del patio y construir el foso. Esta operación se realizó a través de unos muros de hormigón coronados con una pletina de acero embebida. Sobre esta pletina se sueldan los dos únicos pilares que soportan el peso del ascensor; 2 HEB 100 que se ubican alejados de la entrada y liberan las esquinas. Sobre estos pilares unos anillos concéntricos formados por un perfil en T 100 arriostran el sistema en cada forjado coincidiendo con las cornisas del patio.
Estructura de acero del ascensor. Ver pdf
La estructura se reviste con un vidrio laminado 4+4 en planta baja y entresuelo. El resto con espejo laminado 4+4. En planta baja el sistema desaparece visualmente dando profundidad al patio, mientras que en las plantas superiores el ascensor se mimetiza con su entorno inmediato. Para acceder a cada rellano es necesario hacer unos apeos en el muro del patio. Esto se hace mediante un marco perimetral de acero de 10mm de espesor que esconde un perfil en T para reforzar el dintel. Los anillos se sueldan en el suelo de este marco. El marco se atornilla transversalmente al muro de fachada.
Detalles constructivos de la ejecución del ascensor, estructura de acero y cerramientos de vidrio. Ver pdf
Foto: Adrià Goulà
Por un lado, se decapan todas las pinturas existentes en las paredes de entrada, se reconstruyen todas las zonas donde los estucos al fuego han sido destruidos por el paso del tiempo y se limpia el techo mediante espátulas y decapantes con vapor de agua para intentar descubrir dibujos existentes para posteriormente proceder a reparar y pintar todas las molduras del techo y a encerar todas las superficies verticales.
Revestimientos en los paramentos descubiertos y recuperados.
Foto: Adrià Goulà
Por otro lado, se restaura la puerta principal de acceso a la finca eliminando de la misma una plancha de hierro adherida y decapando las pinturas superpuestas a la madera. En la misma actuación se aprovecha la intervención para crear una fisura en una puerta pequeña de acceso que permite a los vecinos entrar de una manera más cómoda cuando por ejemplo en la noche se cierran las puertas grandes. La fisura implica aportar un marco nuevo al sistema, que se resuelve ocultando en el mismo la hoja.
Foto: Adrià Goulà
Finalmente, y dado que está previsto dejar las puertas abiertas a la ciudad durante el día, se propone colocar una nueva puerta frente la antigua escalera de acceso vecinal forzando aún más la idea de reproducir en el interior la idea de calle o pasaje del entorno. La puerta se resuelve mediante un marco perimetral de hierro de 15mm de espesor y unos pivotes industriales que permiten salvar una luz de 160cm de vuelo. El cristal 10+10 y las holguras/juntas previstas en el perímetro permiten que este frágil elemento actúe como elemento portante. Así por ejemplo se evita cualquier deformación en el sistema.
Foto: Adrià Goulà
Una losa de piedra, último vestigio de lo que fue la antigua acera, se conserva como parte de la memoria de lo que nos encontramos en este lugar, haciendo la función de peldaño para salvar el desnivel existente entre el plano de la planta baja y el de la recepción de la escalera.
Foto: Adrià Goulà
El proyecto tiene una continuación en una fase posterior, con el encargo por parte de la Propiedad de la rehabilitación y reforma interior de las viviendas del inmueble. En esta segunda intervención los arquitectos mantienen los mismos criterios de actuación, procediendo con un cuidadoso respeto a la edificación histórica original. Ambos proyectos constituyen una unidad cuyo resultado es la rehabilitación integral del edificio.
Texto de los autores.
Autoría: AGORA arquitectura / Joan Casals Pañella / Jose Luis Cisneros Bardolet
Localización: Carrer de Montcada, 22, 08003 Barcelona
Año: 2017
Fotografías: Adrià Goulà
Editado por:
Publicado: Jan 29, 2020