Rehabilitación y reforma interior de un edificio antiguo de viviendas en Barcelona, de Agora arquitectura

Agora arquitectura realiza un ejercicio de arqueología arquitectónica en la rehabilitación y reforma interior de un inmueble residencial situado en el centro histórico de Barcelona. La intervención se fundamenta en un cuidadoso levantado de capas y sucesivas operaciones de limpieza y recuperación, para ir poniendo al descubierto los materiales originales de valor histórico.

El proyecto es la continuación del encargo recibido por los arquitectos por parte de la misma Propiedad para rehabilitar y restaurar el pasaje y patio interior del inmueble, junto con la instalación de un ascensor. Ambos proyectos forman una unidad y comparten intenciones y criterios de actuación

Foto: Adrià Goulà  

Recuperación de la historia del inmueble

La actuación se concentra en restaurar 8 pisos de 150 m2 de un edificio residencial construido en 1872 y ubicado en la calle Montcada de Barcelona.

Plano de situación. El inmueble se ubica en medio del eje cultural delimitado por el Mercado de Santa Caterina y el Mercado del Born de Barcelona.

Foto: Adrià Goulà  

Unas plantas vilmente zarandeadas plantean un minucioso trabajo de arqueología, en el que es de interés despojar todos los postizos añadidos para ver qué elementos aún gozan del privilegio de perdurar en el tiempo. Una vez desnudado el espacio, aparecen grandiosos dinteles de piedra ocultos bajo incongruentes revestimientos de fachada; 14 mosaicos de Nolla y 27 piezas hidráulicas de gran riqueza cromática sepultados bajo desconsiderados pavimentos; y elocuentes artesonados en los techos avivando la atmósfera de un pasado al parecer magnífico.

Foto: Adrià Goulà  

Justo en este momento, cuando la grandeza del espacio ha sido puesta de nuevo en acción, se decide posar cuidadosamente una suerte de artefactos, realizados en madera y asociados a la parte más doméstica del programa.

Foto: Adrià Goulà  

Realización de catas previas

La primera acción, previa a cualquier intervención, consistió en la realización de varias catas con el objetivo de descubrir qué elementos constructivos de interés aún perduraban sepultados bajo intervenciones posteriores poco sensibles con la memoria del edificio.

Plano de catas previas a la intervención y distribución tipo de las viviendas originales.

Operaciones de levantado y desmontaje de capas

A la vista de los resultados, se levantaron algunas moquetas del suelo, se eliminaron algunos pavimentos porcelánicos y se arrancaron algunos laminados, parquets y tarimas, dejando así a la vista los espléndidos mosaicos de Nolla y las piezas hidráulicas de gran valor, que habían sido sepultados bajo los pavimentos.

Imágenes de las catas previas a la intervención que desvelaron los mosaicos y pavimentos hidráulicos históricos.

En esta misma dirección, se retiraron algunos paneles de cartón yeso, algunas placas de escayola y algunos machihembrados de los techos, consiguiendo con ello que aparecieran los artesonados y cornisas, que se decidieron conservar. También se eliminaron el resto de techos formados por cañizo, dejando visto el soporte horizontal: vigas de hierro y vueltas de rasilla cerámica. Algunos tabiques existentes fueron también eliminados para conseguir implementar el nuevo programa residencial previsto. Cuando esto ocurre, un perfil en T, sirve para apear la divisoria, dibujando una cornisa que persigue dialogar con las existentes.

Demolición de los falsos techos.

Las ventanas y puertas son conservadas prácticamente en su totalidad. Cuando esto no es posible, se sustituyen, total o parcialmente, por nuevas carpinterías de madera de pino que exhiben en el espacio su materialidad. Durante la retirada de postizos se decide sumar a la propuesta el afortunado encuentro de algunas presencias que explican la memoria del lugar: es el caso de la habitación azul, de las texturas verdes de la autodenominada habitación del pánico o de algunas primeras pinturas de fabulosa riqueza cromática que han aparecido decapando algunas paredes.

Con el levantado y retirada de elementos postizos se descubre la memoria del lugar.

Conducción de instalaciones a la vista

Finalmente, se procedió a eliminar las viejas instalaciones sustituyéndolas por sencillas conducciones nuevas. Las conducciones horizontales de electricidad se dejaron prácticamente vistas en su totalidad mediante tubos de PVC pintados posteriormente en blanco. Las conducciones de agua, también prácticamente en su totalidad, se trazaron por el suelo aprovechando en gran medida los perímetros de las alfombras de hidráulicos o las viejas trazas de los tabiques eliminados. Sobre estas trazas, se sumaron unas piezas hidráulicas monocromáticas recuperadas del derribo de otras obras cercanas a través de una empresa local (Pinar Miró).

Planta de la intervención.

Foto: Adrià Goulà  

Axonometría de la intervención. Ver pdf

Elementos de nueva implantación: cocinas y baños

Con los suelos, techos, paredes, puestas de nuevo en acción, se finalizó la intervención posando cuidadosamente una suerte de artefactos. Para las cocinas se escogió el mármol del país para la encimera, la baldosa esmaltada de 15x15 cm para la campana y la madera para los armarios estableciendo conexiones con el pasado de estas estancias.

Foto: Adrià Goulà  

Foto: Adrià Goulà  

En los baños se dio continuidad a esta voluntad: mármol para el lavabo, baldosa esmaltada para las paredes y madera tricapa de abeto para los armarios.  

Foto: Adrià Goulà  

Foto: Adrià Goulà  

En el proyecto convive el instante del tiempo presente, ejemplificado en la materialidad contemporánea de los artefactos, con la memoria de una edificación que ha sacado a la luz con naturalidad algunos de los fantasmas de su pasado.

Texto de los autores.