En este proyecto de vivienda social promovido por el Ayuntamiento de Barcelona, el equipo de arquitectura de Urbanitree hace una propuesta innovadora al utilizar la madera contralaminada -CLT- como material protagonista para conseguir una construcción de bajas emisiones y rápida ejecución, con el objetivo último de descarbonizar el sector y mantener la calidad arquitectónica como valor innegociable.

Fotografía: Adria Goulà
El texto que aparece a continuación, procede de una conversación sobre el proyecto de viviendas "Terrazas para la Vida" entre Vicente Guallart de Urbanitree con Berta Blasco y Jose María Marzo de Tectónica.
Tectónica: ¿Cómo y cuándo surge la oportunidad de hacer este proyecto?
Urbanitree. Vicente Guallart: Este es un proyecto que reúne bastante particularidades. La primera era que el Ayuntamiento de Barcelona nunca había promovido directamente viviendas construidas con madera. Tanto Daniel [Ibáñez] como yo, estamos desde hace tiempo promoviendo la idea de que, si hay una voluntad de descarbonizar el sector de la construcción, y en especial, Barcelona, que hizo una declaración de emergencia climática a principios del 2020, parecería lógico que el propio Ayuntamiento diera ejemplo e impulsara proyectos y concursos donde un requisito básico estuviera vinculado con hacer un edificio de bajas emisiones.

Modelo 3D interactivo. Detalles DWG descargables.
Modelo 3D. Dsign Cloud.

Dibujo de la propuesta.
El Ayuntamiento tiene un organismo para gestionar proyectos, el IMHAB., que se enfrenta a otro problema, la velocidad. Tradicionalmente, desde que se tiene un terreno, se hace el concurso, se licita, se adjudica, se busca un constructor, se hace el proyecto, se tardan seis años.
Hay que añadir, que era un momento muy especial. Estábamos en plena pandemia y el Ayuntamiento convocó un concurso innovador: las bases del concurso decían que la calidad arquitectónica daba cuarenta puntos; la baja de emisiones puntuaba un veinticinco por cien; la reducción de los plazos de construcción puntuaba un veinticinco por cien y el precio solo puntuaba un diez por cien. Además, era un concurso de proyecto y obra, el arquitecto tenía que venir con el constructor. Nosotros nos asociamos con Axa, del grupo Soriguè. Estaban pidiendo hacer edificios con calidad arquitectónica, que se hicieran más rápidos y que minimizaran las emisiones, básicamente.

Plano de situación. Ver PDF
Convocaron cuatro concursos al mismo tiempo y nosotros nos presentamos a los cuatro, que estaban todos en el distrito de Sant Martí en Barcelona. Perdimos tres y ganamos uno. De los cuatro proyectos, tres eran con madera y uno era con un sistema prefabricado inspirado en los contenedores.
Los edificios se han construido en un máximo de cuatro años, entre tres y cuatro años, lo cual ahorra casi un cincuenta o un cuarenta por ciento en los tiempos de construcción, con un porcentaje de emisiones muy bajo ya que, la propia madera tiene emisiones negativas. Este era el contexto.
El solar estaba en un complejo donde se levantaba la antigua fábrica de Coca-Cola, cerca del río Besòs. Es un barrio tradicionalmente obrero, con muchas viviendas, con todas las carencias que sabemos, sin aislamiento, sin ascensor, etcétera, y con algunos edificios modernos interesantes en la calle Guipúzcoa. El solar es estrecho y alto; tiene una forma rectangular bastante mal orientado, porque la fachada principal está orientada al noroeste.

Axonometría con la solución estructural en madera contralaminada -CLT- y terrazas colgadas desde la cubierta. Ver PDF
En el proyecto, la solución fue hacer un sistema estructural repetitivo, con los ascensores pegados a la medianera y un patio interior desde donde se accedía a las cinco viviendas por planta. La volumetría nos permitía construir planta baja más ocho, sobre la que se podría anexionar un volumen con una profundidad de diez metros, por una medianera de un edificio de Telefónica al lado, que luego nos permitió hacer lo que os explicaré.
Sin embargo, la clave del proyecto estaba en la experiencia de la pandemia, que es lo que nos llevó a decidir que el argumento fundamental del proyecto iba a ser hacer apartamentos con grandes terrazas. De ahí sale el eslogan de “Terrazas para la vida”. El máximo que permite la normativa en Barcelona de las terrazas es un vuelo de metro ochenta, y es lo que hicimos.
Autoría: URBANITREE (Vicente Guallart + Daniel Ibáñez)
Localización: Sant Martí, Verneda i la Pau, Barcelona
Colaboradores: Cálculo de estructura: Miguel Ángel Rodríguez Nevado; Cálculo de instalaciones: L3J Eletresjota Tècnics Associats
Fotografías: Adria Goulà
Empresa constructora: Soriguè
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Publicado: Mar 31, 2025