La vivienda se desarrolla en una zona urbana de Buenos Aires. El terreno de 9,13 m se caracteriza por dos condicionantes muy fuertes. Por un lado, la relación hacia el parque vecino y por otro, su ubicación en la esquina de la manzana. La estrategia principal responde a estas condiciones, con terrazas-logias que se posicionan en los pisos superiores para lograr la mayor relación visual hacia el parque. El deseo de maximizar la sensación de amplitud, da sentido a toda la estrategia. Potenciar el perímetro de contacto de la vivienda con el exterior, entendiendo el lleno y vacío como un todo continuo, dan sentido a este monovolumen en esquina, articulando el vacío y evidenciando la vocación urbana del proyecto. El programa de la vivienda se fracciona en vertical, ubicando lo publico en el piso intermedio y los espacios privados en los extremos. Los servicios y circulaciones verticales se compactan contra el borde menos favorecido por las visuales. El ladrillo resume todo el volumen y se incorpora naturalmente en el tejido de viviendas que el barrio posee.