Casa con piscina La Lunera. Nicolás Pinto da Mota y Victoria María Falcón

Construir con la tradición, marco la premisa de este encargo.
Por lo tanto toda la estrategia gira en torno a la resemantizacion de elementos que se encuentran en las construcciones de época, pero dando un salto hacia adelante con técnicas contemporáneas.
Posicionar sus elementos con un deseo de mostrarse humilde frente al paisaje y capitalizar la relaciones visuales de largo alcance como las más inmediatas, fueron los determinantes para disponer la construcción, el lago al oeste (con la explanada de la piscina) y el bosque al este, dan sentido a una logia pasante que aloja los usos públicos y los espacios privados, dormitorio, entrepiso y bodega, se dan en las partes más ciegas donde se expresan las ventanas.
En este caso la calificación de los espacios públicos se tornan un hibrido, que se relaciona con los exteriores, formando un continuo de mayores relaciones y ampliando la escala a un horizonte marcado.
Los diferentes elementos de la composición, logia, cubierta inclinada, el muro de color, aventanamientos, combinación de materiales diversos, son los típicos elementos que matizan las construcciones de estos lugares, que en este caso son atravesados por la sutil manipulación de la luz, la escala discreta, la disposición del edificio en el paisaje, la combinación de materiales antiguos con técnicas contemporáneas, definen un edificio con presencia propia y atemporal. Un edificio con un pensamiento claro y riguroso que incorpora una dimensión poética.

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