Ladrillos refractarios

Refractarios

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Los materiales cerámicos refractarios son capaces de resistir no tan sólo elevadas temperaturas sin cambiar de estado ni descomponerse, sino también bruscas variaciones térmicas y reacciones químicas de líquidos o gases. En la composición de la arcilla entra un determinado contenido de óxidos metálicos.
Dentro de la gama Clàssic, obtenida cociendo las piezas a una temperatura superior a los 1.280°C, hay: ladrillo mahón y cortado y ladrillo mediano, de dimensiones 22x11x6/5/4/3/2 cm con una resistencia a compresión de 350 kg/cm² y absorción de agua del 9%; ladrillo picholín y media rasilla de dimensiones 22x5,5x6/4/3/2/1,5 centímetros con una resistencia a compresión de 300 kg/cm² y absorción de agua del 10%; y adoquines de dimensiones 20x10x5/2,5 cm con una resistencia a compresión de 400 kg/cm² y absorción de agua inferior al 8%.
La forma del ladrillo ‘cortado’ facilita que con un simple golpe dado en la misma obra se pueda partir longitudinalmente obteniendo una pieza cuya parte posterior presenta una superficie irregular para un mejor agarre.

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