Un jardín sensorial para niños con discapacidad intelectual de la Fundación Juan XXIII

Fundación Juan XXIII

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En julio 2021 comenzaba su andadura El Jardín de los Sueños, una iniciativa pionera en España de un jardín terapéutico y sensorial liderada por Fundación Juan XXIII con el objetivo de que niños y adolescentes con discapacidad intelectual o problemas de salud mental puedan contar con un espacio natural estimulador, enriquecido y adaptado.

Plano de el jardín de los Sueños. Descargar PDF.

El Jardín de los Sueños es un proyecto que ha sido financiado por parte del Fondo de dotación Servier Mécenat.

Gracias a este espacio, se fomentarán las diferentes dimensiones de los participantes: sus capacidades cognitivas, su vertiente emocional, la interacción cooperativa y la motivación por transferir lo aprendido a otros contextos vitales.

Los jardines terapéuticos, como este Jardín de los Sueños, están diseñados para que la diversidad de recursos que existen en la naturaleza se transforme en herramientas que promocionan la salud física y la salud mental, así como el bienestar de la población que hace uso de estos espacios. Esto es especialmente relevante para personas con grandes necesidades de apoyo o en riesgo de exclusión, como son las personas en situación de vulnerabilidad psicosocial por las que trabajamos desde Fundación Juan XXIII, que no siempre tiene garantizado un fácil acceso a áreas verdes.

Jardín terapéutico

En el diseño del jardín han participado más de 20 profesionales de las ramas de arquitectura (Pez Arquitectos), agronomía (Fundación Juan XXIII), psicología, fisioterapia, logopedia y educación (Colegio Cisen y Cet Norte e ICIIN) que han profundizado en las expectativas y necesidades que tienen las personas beneficiarias del jardín y se han determinado los criterios que deben cubrirse en cuanto a funcionalidades de un jardín terapéutico a la hora de diseñarlo, así como la metodología terapéutica a utilizar en el mismo. Por otro lado el equipo de RSE de Servier España ha acompañado y realizado la supervisión del proyecto y se ha involucrado en distintas acciones a través de los trabajadores voluntarios de Laboratorios Servier en el montaje de los elementos del jardín.

Sesión design thinking. Fotografía: Fundación Juan XXIII.

El carácter interdisciplinar del proyecto ha promovido la transferencia de conocimiento mediante el diálogo entre los distintos profesionales y favorecido el enriquecimiento mutuo entre ambas disciplinas en beneficio de los usuarios finales de las terapias y los jardines. Un ejemplo, ha sido la creación de una herramienta para la elección de las 71 especies de plantas del jardín, mediante la definición de 89 criterios terapéuticos agrupados en 5 categorías: actividad física, estimulación sensorial, calma individual, juego y aprendizaje y emociones. Las emociones se han trabajado a través de los colores tomando como referencia “La psicología de los colores” de la psicóloga Eva Heller.

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

En el jardín podemos diferenciar siete zonas específicas, con objetivos terapéuticos y sensoriales diferenciados, unidas a través del hilo conductor consensuado en el proceso de co-diseño, el agua. Se propone sentir el fluir del agua y de la vida a través de la naturaleza, el fluir del cuerpo a través de los sentidos y el fluir del yo en la propia naturaleza.

El fluir del agua tiene su reflejo en la formalización del diseño del jardín. Las formas curvas construyen recintos con la sucesión de espacios singulares, pero continuos y conectados. La estrategia de intervención consiste en la configuración de un borde blando, de vegetación y sinuoso hacia el cemento duro de la pista deportiva colindante. También se establece un diálogo con la fachada del edificio existente, delimitando zonas a través de mobiliario que se apropia de sus paredes y se extiende por el jardín para hacer habitables los recintos.

Se trabaja con la tierra, la madera y la vegetación, materiales sostenibles, moldeables, saludables y cercanos.

El mobiliario de madera de pino tratado cualifica cada zona con formas sencillas y abstractas evocando el mundo onírico de la infancia y la adolescencia. 

El jardín fluye desde la actividad a la calma en un recorrido que estimula todos los sentidos.

Zonas de activación del jardín sensorial

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

Una de las entradas del jardín se realiza por esta zona cuajada de plantas y flores de color intenso con tonos especialmente rojos, amarillos y naranjas que incitan a la alegría y el dinamismo. En ella encontramos:

-Un cártel-pajarera con casas nido para pájaros insectívoros, que colaboran en el cuidado del jardín y además sirven como un espacio de exploración.

-Un árbol musical (Koelreuteria paniculata) con frutos en forma de cápsulas que producen con el viento un sonido parecido a un cascabel y con delicadas flores amarillas al finales del verano.

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

-Un laberinto de photinias, un espacio de juego para trabajar la motricidad gruesa al esconderse, pasar por debajo y curiosear entre las plantas.

-Un tótem musical de madera en forma onírica que invita a trabajar la causa-efecto, la motricidad fina y gruesa y la estimulación sensorial sonora.

Fotografía: Pez Arquitectos.

-Una serpiente de equilibrios, que invita a trabajar el equilibrio, la motricidad gruesa, la estimulación sensorial y la vestibular.

-Jazmines como trepadoras/enredaderas, cuyas flores tienen un dulce y agradable olor.

Zona de transición emocional

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

Zona intermedia para facilitar la transición progresiva del estado de activación al estado de calma. Se va bajando de la tonalidad de rojos a una tonalidad más en tonos verdes, azules y de colores menos intensos para bajar de un estado de estimulación a un estado más introspectivo. En ella podemos identificar:

-Plantas de tacto aterciopelado (Stachys bizantina u oreja de conejo), que provoca un sentimiento agradable de sosiego y calma.

-Plantas de color negro (Ophiopogon), que en nuestra cultura está asociado a la tristeza, inspirando a que el sentimiento de tristeza también sea externalizado.

-Un árbol del abrazo (Cercis siliquastrum) más conocido como Árbol del amor con hojas en forma de corazón y flores de un intenso color rosa. Sus pequeñas semillas dentro de las vainas también sirven para trabajar la motricidad fina y suenan con el viento.

Espacio de calma

Fotografía: Pez Arquitectos.

Diseñado para transmitir sensación de armonía y promover la reflexión, la autoregulación y el descanso individual, aquí la vegetación incita a la fluidez y la calma, teniendo de nuevo el agua como un elemento central a través de una fuente. Forman parte de esta zona:

-Flores en tonos azules, lilas, rosas suaves, y blancos, remitiendo al agua, la calma y la tranquilidad.

-Plantas que adquieren un suave movimiento con el viento, creando una sensación de relajación y un sonido suave que nos produce sosiego y serenidad como bambús, cañas y cola de caballo y herbáceas y gramíneas de distintos colores verdes y azules.

Fotografía: Pez Arquitectos.

-Bancos de reposo con una función propioceptiva por las cuerdas en su respaldo. La propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad que tenemos de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas.

-Un aloe vera, 99% agua y de textura gelatinosa, tacto ente pinchoso y liso.

-Un hotel de Insectos: para invitar a insectos como las mariquitas, mariposas y abejas a venir a vivir aquí. Son animales que nos ayudan a cuidar el jardín polinizando las plantas y alimentándose de otros insectos como los pulgones, que suelen dañar las plantas.

Espacio de asamblea

Fotografía: Pez Arquitectos.

Es un espacio de calma colectiva, para el encuentro grupal e invitar a compartir experiencias. Encontramos:

-Un arbusto alto (prunus lusitano o Laurel Portugués), puede llegar a tener 2,5 metros de altura para generar un espacio de intimidad para realizar terapias de grupo al aire libre.

-Un escenario multiuso para representaciones y como lugar de reunión.

-Una pradera para sentarse y tumbarse.

Zona de bienvenida

Fotografía: Pez Arquitectos.

Espacio de acogida e intimidad para acompañar a los niños y niñas que ingresan en el hospital de día que puedan sentir emociones como el miedo y la inseguridad.

-Un macizo de flores en tonos blancos y rosas y plantas de texturas suaves como la camelia y de flores muy pequeñas y delicadas que evocan la maternidad, la delicadeza, el amor, la ternura para generar un efecto de acogida al entrar en el jardín.

Espacio aula educativa

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

Un aula de la naturaleza en la que aprender sobre agricultura ecológica, cocinar y trabajar la alimentación saludable, la autonomía y los hábitos más sostenibles. También es un espacio para aprender y desarrollar el contenido académico a través de la naturaleza. Encontramos:

-Un árbol de sombra, plátano de paseo de gran porte que ya se encontraba en esa ubicación.

-Una mesa de trabajo accesible, una pizarra, mesas de cultivo con plantas comestibles y jardineras con trepadoras y plantas hortícolas, como verduras y hortalizas.

Espacio sensorial

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

Un lugar con un diseño y mobiliario específico para la exploración y el desarrollo a través de la estimulación de los sentidos en que podemos disfrutar de:

-Un jardín vertical de vegetación con características sensoriales, con plantas aromáticas, fresas, y plantas con hojas y flores de distintos colores.

-Panel manipulativo con elementos Montessori de experimentación y aprendizaje y desarrollo de la motricidad, la concentración, y otras habilidades sensoriales.

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

-Macizo de vegetación de estimulación de los cinco sentidos: plantas aromáticas, flores de intensos olores o formas curiosas y atractivas y plantas con texturas ásperas, suaves, lisas y rugosas.

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

-Camino sensorial con módulos de texturas diferentes para sentir con los pies, parte del cuerpo con más terminaciones nerviosas, y barandilla, que además de proporcionar seguridad al cruzar el camino también sirve como bastidor para el uso de otros elementos sensoriales de apoyo.

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

El Jardín de los Sueños pretende contribuir a demostrar la importancia y el impacto del ambiente y los entornos saludables y amables en la salud mental y el bienestar emocional y permitir aportar una propuesta específica que pueda ser multiplicada en el ámbito de la práctica en múltiples contextos.

Por ello, es importante el trabajo que se ha realizado en el desarrollo una metodología de testeo del jardín en relación a sus fines terapéuticos a través de mediciones en usuarios de los centros Cisen y CET Norte, buscando el mayor rigor científico que avale la validez de sus resultados y que permita la evolución y búsqueda de mejoras.

Hoy podemos ver los frutos de este trabajo: un modelo de jardín terapéutico con un carácter diferencial y un valor añadido, ya que también ofrece oportunidades de generación de empleo de calidad para personas con discapacidad. Precisamente, este desarrollo incremental asocia al jardín con una profesionalización y un detalle depurado en la construcción y mantenimiento del mismo y por lo tanto dignifica la tarea de los jardineros, a la vez que aporta un entorno de trabajo que en sí mismo, contribuye con la mejora del bienestar y la salud mental de los empleados.

Actualmente, se está trabajando en el desarrollo de una aplicación que facilite el acceso a la información de las plantas, a la generación de itinerarios distintos y a la usabilidad del jardín y se sigue experimentando a través de distintos modelos terapéuticos y tomando registros de los resultados obtenidos.

En 2023 culmina el proyecto, con la publicación de resultados aunque ya se está evaluando su implantación en otras ubicaciones cumpliéndose así su vocación: permitir que muchos más niños vean más cerca el cumplimiento de sus sueños, sin que su discapacidad o salud mental sean una barrera para alcanzarlos. 

Texto: Thaïs Valero, ingeniera agrónoma y gerente de Soluciones Verdes en la Fundación Juan XXIII.

Fotografía: Fundación Juan XXIII.

Construcción de El Jardín de los Sueños

El proyecto de arquitectura del jardín se encargó al estudio madrileño Pez Arquitectos, SLP, que en 2011 había creado MICOS, un área dentro del despacho dedicada a reflexionar sobre los espacios de aprendizaje y a desarrollar proyectos en centros educativos con un modelo participativo con las comunidades escolares.

En 2021 La Fundación Juan XXIII incorpora al equipo de Pez Arquitectos / Micos (Patricia Leal, Lucila Urda y Cristina Hernández) al trabajo de conceptualización del jardín terapéutico en el que participaba un equipo multidisciplinar con representantes de la comunidad educativa del colegio de educación especial Cisen y centro de día C.E.T Norte, terapeutas especializados y equipo técnico de Soluciones Verdes de la Fundación Juan XXIII.

Estado previo a la intervención. Fotografía: Fundación Juan XXIII.

Planta. Descargar PDF.

Fotografía: Pez Arquitectos.

Fotografía: Pez Arquitectos.

Fotografía: Pez Arquitectos.

Objetivos específicos de El Jardín de los Sueños

-Diseñar e implementar una solución singular basada en la biodiversidad «accesible» y con usos múltiples en el colegio de educación especial Cisen y centro de día C.E.T Norte.

-Establecer las bases para el desarrollo de un modelo de intervención experimental para personas con discapacidad, especialmente intelectual, vinculado a soluciones verdes urbanas.

-Crear empleo de calidad y con valor añadido para trabajadores con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental.

-Sensibilizar a comunidades, profesionales, familias, ciudadanía, etc… sobre el impacto que la naturación urbana accesible tiene para la inclusión de personas con discapacidad, así como para la sostenibilidad de los entornos urbanos.

Fotografía: Pez Arquitectos.

Efecto de El jardín de los sueños

El jardín de los sueños, inaugurado en mayo de 2022, ya ofrece datos contrastados del efecto de este espacio natural en el que el aprendizaje está integrado a la dimensión sensorial a través de todos los sentidos en los alumnos con discapacidad y problemas de salud mental a los que está dirigido, así como de la posibilidad que supone de crear empleos de calidad y con valor añadido para trabajadores con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental.

Servier y FUNDACIÓN JUAN XXIII han presentado mediante un Congreso Webinar los resultados de El jardín de los sueños.

El proyecto ha constado de una fase inicial de planificación, una fase de ejecución y una posterior fase de intervención terapéutica. En esta última, que finalizó en abril de 2023, han participado 30 personas, con 720 horas de Terapia CET; y 29 personas, con 696 horas de Terapia CISEN.

Como principales conclusiones de los resultados terapéuticos del proyecto se encuentran:

-Se ha realizado una valoración de las vertientes emocional, cognitiva y conductual, a través de pruebas normativizadas autoaplicadas y heteroaplicadas (a docentes y familias), destacando la evaluación a través de tecnología basada en realidad virtual.

-Son notables los resultados que muestran mejoras en parámetros como manejo del estrés, inteligencia intrapersonal, y regulación emocional, conductual y ejecutiva.

-Además, muestran un progreso en las puntuaciones percentiles, es decir, que no solo suponen un avance en su rendimiento personal (longitudinal, pre y post), sino que implican ese progreso en relación con la población normotípica con la que se compara como referencia; esto es fundamental, dado que hablamos de población con discapacidad que, obviamente, presenta un ritmo de mejoras mucho más lento y difícil siempre y cuando se pueda producir. En definitiva, "recortan distancia" en su situación de desventaja.

-La investigación invita a aumentar la muestra, el tiempo de aplicación y la extrapolación/transferencia a otros colectivos.

Thais Valero, gerente de Soluciones Verdes de la Fundación Juan XXIII, ha señalado que el éxito de la iniciativa podría contagiar otros ámbitos, como el de las personas mayores: “este espacio terapéutico verde, compuesto por un huerto y un jardín sensorial, es un lugar único que pretende servir de apoyo a estos jóvenes en su progreso y que se puede extrapolar a otros contextos”. 

François Debaillon-Vesque, director general de Servier España ha descrito bien esta iniciativa que se tomará como ejemplar y punto de partida de experiencias semejantes que ayuden al desarrollo y a la vida de niños y adultos con enfermedades mentales:

“El Jardín de los Sueños es un ejemplo de cómo la naturaleza puede influir positivamente en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños con necesidades especiales. Agradecemos a todos los participantes su dedicación y compromiso con este proyecto, y esperamos que este modelo de terapia piloto pueda servir de inspiración para futuros proyectos similares.”



Editado por:

Redacción .. Tectónica

Publicado: Dec 19, 2022

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