Vivienda unifamiliar frente al océano Atlántico de Langarita-Navarro Arquitectos

Langarita-Navarro Arquitectos, Víctor Navarro, María Langarita

En un paisaje de costa, de vegetación espesa y azotado por el viento atlántico, Langarita-Navarro Arquitectos plantean la construcción de un estrato horizontal de hormigón elevado sobre el terreno. El plano de vegetación original se reconstruye mediante la plantación de especies autóctonas de bajo consumo hídrico en el espacio libre de parcela y en la cubierta del edificio, con la intención de devolver al paisaje la imagen previa a la construcción y de reducir la carga térmica de la vivienda mediante la evapotranspiración del conjunto.



Foto: Luis Díaz Díaz

Langarita Navarro describen esta vivienda como un Rolls Royce en la que cada detalle está cuidado al máximo, con medios para ello, pero también con una exigencia total por parte del cliente que, proveniente de Tarifa, sabía muy bien qué esperaba de este refugio frente al océano Atlántico.

Langarita Navarro, María Langarita: El proyecto surge por un cliente privado, que es un cliente para el que nosotros llevamos trabajando muchos años y desarrollado muchos proyectos, en Madrid pero también fuera de España, como México y en Chile; en un momento dado la familia decide construir una casa de veraneo en Tarifa, porque son de allí. Las casas unifamiliares son casi como un retrato, y en este sentido, ha sido sencillo porque los conocemos mucho. Nos hemos convertido un poco en sus arquitectos de cabecera.

Tectónica: ¿Habéis ayudado a elegir el emplazamiento?

Langarita Navarro, Víctor Navarro: No, ellos lo tenían claro desde el principio y, simplemente, apoyamos el lugar.

Plano de situación

Foto: Luis Díaz Díaz

T.: La propuesta es muy personal, con mucho carácter, ¿cómo la planteáis, o por qué la planteáis así?

M. L.: En primer lugar, el objetivo que tenemos cuando trabajamos en un encargo en la costa, es que la edificación se vea lo menos posible, que, desde la costa, desde el mar, desde los alrededores, tenga el menor impacto posible a nivel volumétrico. Para eso, utilizamos muchas técnicas que usamos en muchos proyectos como son agrupaciones heterogéneas, que se construya a través de apilar elementos que aparentemente son de materialidad distinta, volumetría distinta, lo cual baja mucho el impacto frente a la construcción de las cajas, que se reconocen como una rareza.

La posición que tiene hacia el Atlántico, mirando al mar, polariza muchísimo el diseño, y la casa, en efecto, mira al mar, pero al mismo tiempo tiene como objetivo romper el volumen para que tuviese el menor impacto posible.

Foto: Luis Díaz Díaz

Integración en el paisaje

V. N.: Una de las condiciones bonitas que tiene la ubicación es que, aunque es una urbanización residencial, todavía no está colmatada y queda memoria de la caída de la vegetación hacia el mar, una vegetación muy frondosa, no muy alta, pero sí muy densa, muy atlántica en ese sentido, y que se está perdiendo porque muchas de las casas al final recurren a un jardín estándar. Una de las obsesiones era cómo mantener ese manto vegetal en el solar, que acogiera la casa y al mismo tiempo restituyera parte del paisaje que se iba a eliminar, porque desde el entorno, al ser una caída muy pronunciada, se tienen vistas continuamente a esa ladera.

Axonometría, ver pdf

Foto: Luis Díaz Díaz

Plano de emplazamiento, ver pdf

T.: Con lo cual la solución de ajardinar la cubierta tiene mucha lógica.

M. L.: La pendiente es brutal, casi cae 15 m en 50 m, y los clientes necesitan tener una buena superficie horizontal para jugar, y, ahí aparece la idea de la restitución del terreno por una superficie plana, muy vegetal, que tiene entre 60 cm y 1 metro de tierra, y pueda construir un nuevo paisaje. También la idea de levantar la casa del suelo genera esa segunda superficie horizontal en la parte del semisótano. En Tarifa, el viento tiene una presencia muy importante, y esa imagen de crear un refugio más fresco, protegido del viento, también estuvo desde el primer momento.

Foto: Luis Díaz Díaz

V. N.: Es como levantar el terreno para ponerte debajo y dejarlo suspendido. Y de ahí que esa cubierta vegetal tenga por lo menos a los 60 cm que comentaba María para permitir que la vegetación crezca en relación a lo que existe alrededor, porque en los 10-15 centímetros que normalmente se resuelven, no daría el soporte vegetal que se buscaba.

M. L.: La vegetación del Atlántico es muy rasa a nivel de lo que se aprecia visualmente, es mata, es lentisco, pero tiene mucha raíz porque los vientos son fortísimos.

Sección transversal, ver pdf. La cubierta toma la forma de una gran sección de terreno elevada sobre una losa de hormigón que soporta la importante carga de una cubierta vegetal intensiva restituyendo la vegetación preexistente. La configuración en zigzag de la cubierta permite salvar grandes luces reduciendo su peso propio y transmite una sensación de ligereza imposible, casi como la de una tela perturbada por el viento.

T.: Por eso también esa potencia de la estructura. Es una estructura muy plástica, pero muy potente.

M. L.: La losa tiene luces hasta de 12 y 14 m. Al estar plegada tiene la mitad del peso propio lo que multiplica su capacidad de carga y de luz. Es una solución estructural ingeniosa para poder soportar esos pesos tan grandes de la cubierta vegetal, y por otro, porque la edificabilidad se mide en m³ en esa zona.

V. N.: Es una forma un poco diferente a cómo se mide normalmente en otros sitios, que tiene que ver con m² y un límite de altura. Aquí, al ser por m³, lo que hace es que en cuanto subes el techo unos centímetros, se pierden muchos metros de edificabilidad, porque se busca que las casas estén un poco más pegadas al suelo. Nuestra solución nos permitía tener sensación de techo alto, pero al mismo tiempo conseguir una media, un promedio relativamente bajo, porque se mide a cara inferior de forjado.

T.: Es curioso, ¿Y es habitual en toda Andalucía o es propio de esa zona?

M. L.: Es una situación muy particular. Incluso dentro de la propia playa de los Alemanes hay otras zonas urbanísticas con normativa diferente. La zona que tiene esta normativa que se mide por m³ es la que está más cercana al mar, que son tres filas de parcelas. 

Foto: Luis Díaz Díaz

Planta semisótano, ver pdf

Aprovechamiento de los vientos dominantes

T.: Y a nivel de confort y del clima, en la memoria habláis del tema del viento, que se sabe que en Tarifa es muy fuerte, ¿cómo habéis planteado el acuerdo con el viento, que puede ser molesto pero también puede servir para ventilar y refrigerar? 

M. L.: Hay dos vientos predominantes, que son Levante y Poniente. Poniente, que es un viento fresco y húmedo que viene del mar, tiene velocidad, arrastra mucha sal y oxida todo. Y luego está Levante, que es un viento que viene del interior, muy caliente, que viene a muchísima velocidad y cargado de mosquitos y arena.

Nosotros lo que planteamos es que lo ideal era tener estas estancias polarizadas a levante y poniente, con ventanas practicables en los dos lados, de forma que cuando el viento viene muy fuerte desde el mar, el de poniente, se abren muy poco esas ventanas y mucho las de atrás. Entonces, lo que hace es aumentar la velocidad del viento y actúa como climatizador. En cambio, si es al revés, incluso cuando el aire es muy caliente, se puede abrir un poquito a levante y mucho poniente, entonces otra vez generas un silbido, que es la forma de acelerar y enfriar el aire.

La idea era construir una casa muy grande, muy lujosa, como se ve, en el sentido de mucha espacialidad pero que también funcionase como un climatizador.

Planta baja, ver pdf. Una batería de muros paralelos organiza la planta de vivienda tocando levemente la cubierta por debajo. Su disposición permite gestionar además de los usos, los vientos cambiantes de poniente y levante. Abriendo o cerrando los paños de vidrio según convenga es posible desplegar una configuración de exposición o defensa a cada uno de los vientos dominantes, haciendo uso de estos como si de un barco se tratara.

Foto: Luis Díaz Díaz

T.: ¿Y ellos lo han entendido así, han asumido este tipo de construcción?

M. L.: Hay que aprender a manejar estas máquinas y luego también hay algunas costumbres y comportamientos a los que hay que adaptarse. Por ejemplo, la ventilación cruzada es incompatible con dormir en la oscuridad total, entonces hay que hacer un trabajo muy importante de jardinería y bajar la iluminación que hay en la zona.

T.: ¿Y hay apoyo con sistemas activos?

M. L.: Sí, hay de todo, hay aire, aerotermia y una chimenea.

V. N.: Hay muchos periodos que la casa está vacía pero necesita renovación de aire porque hay tanta humedad que necesita transpirar y secarse y los sistemas funcionan constantemente.



Foto: Luis Díaz Díaz

Planta ático, ver pdf

Foto: Luis Díaz Díaz

Alzado sur, ver pdf. El volumen principal de la vivienda se eleva incrustándose en el terreno y se asoma al mar como una proa apoyada en el prisma tallado de la poza de granito. A partir de esta se despliegan una cascada de gradas y escaleras que permiten el acceso a la piscina y al terreno. El acceso se produce a través de un patio abierto al mar por el que se asciende una amplia escalera helicoidal alrededor de un frondoso jardín a resguardo del viento.



Foto: Luis Díaz Díaz

Alzado frontal, ver pdf

Elementos interiores y diseño de las instalaciones

T.: ¿Por dónde van los conductos para la aerotermia, por los muros?

M. L.: Eso es algo muy complejo, porque como nosotros no queríamos usar falso techo, porque queríamos mantener toda la inercia del hormigón en el ambiente, y tampoco queríamos usar un suelo elevado porque queríamos tener un acabado con un adoquín tradicional pulido, como un palacio veneciano, lo resolvimos colocando encima de cada muro una zona de madera que es por donde van todas las instalaciones.

T.: ¿Y la impulsión o retorno, está en el canal que queda entre el muro y el zigzag?

M. L.: Tenemos muros principales, perpendiculares al mar y acabados con estuco, y luego unos paralelos al mar que son los de madera, donde están los armarios. Ahí aparecen los fancoils, y en la tira que está entre el muro y el zigzag es donde van las impulsiones, cajas de registro, las cámaras de seguridad, la domótica, porque este tipo de casas están equipadas al máximo nivel.

T.: Y además será todo registrable.

V. N.: Sí, y los fancoils en su mayoría son verticales, porque tienen casi la profundidad de los armarios. Estas piezas de madera son en realidad cajas de registro de 30 cm por 1 m.

Detalle de los muros interiores, ver pdf

Foto: Luis Díaz Díaz

Detalle del remate de los muros, ver pdf

Imagen de la ejecución: colocación del adoquinado de piedra caliza.

Imagen de la ejecución: solado terminado de adoquín pulido en obra.

T.: Muy interesante. Y, pasando a la estructura, ¿hubo alguna vez que se pensó en pilares de hormigón? ¿Lo teníais muy claro, acero y cubierta de hormigón?

M. L.: Esta casa se ha diseñado dos veces. En el primer diseño la casa era totalmente de hormigón, muros, pantallas que salían en vuelo desde el terreno.... Por un tema de presupuesto, y de facilidad porque estas urbanizaciones que están alejadas de las zonas de producción de cemento y las plantas de hormigonado lo hacen muy complejo, decidimos que íbamos a hacer muros de albañilería acabados con estuco.

Imagen de la ejecución de la estructura.

Detalles de unión capitel acero con la losa de hormigón y armado de la misma.

M. L.: Además, coincidió que apareció en la obra un señor que hacía un trabajo en estuco increíble y ya no tuvimos dudas. Cualquier cosa que proponías la resolvía; era capaz de hacer las duchas con estuco y luego le añadía cera de colmenas y dejaba la zona de la ducha totalmente impermeabilizada. Así que cambiamos todo el proyecto para que fuese de muros y estuco.

T.: ¿El estuco es de cal o es de yeso?

Es de cal, y es un sistema que tiene ahora Valentine, con tres capas de cal con distintas prestaciones en sólo 3 mm, y facilita mucho el trabajo.

Foto: Luis Díaz Díaz

Detalle de las carpinterías de la planta de acceso, ver pdf

T.: Hay un detalle por el que quería preguntaros, y es que, en la sección, en la terraza, el pavimento del interior y exterior continuo, de adoquinado de piedra, tiene una lámina drenante como en la cubierta ajardinada. 

M. L.: Lo que hacemos últimamente en las terrazas es que el paquete de pavimento va apoyado sobre una lámina drenante sobre la losa y así el agua discurre entre la lámina drenante y la losa impermeabilizada. 

T.: ¿Porque es poroso el pavimento?

M. L.: No, es porque la terraza está construida por unas bandas; hay unas grietas por las que cae el agua que discurre debajo del adoquín y se recoge en el perímetro, y baja por la poza.

V. N.: Es para conducir el agua sin tener que hacer tubos, porque al final el tubo te genera muchos problemas. Esta zona tiene el mayor índice pluviométrico de toda España, y en esta casa, las terrazas tienen muchísima profundidad, y lo que se hace es inclinarla arriba porque hay épocas que tiene que llevar mucha agua y esta solución recoge el agua muy atrás, para así no tener que hacer mucha pendiente –tiene sólo un 2%–, o un suelo flotante de estos que suenan mucho.

M. L.: En otro tipo de construcciones menos 'Rolls-Royce' lo habitual es poner un hormigón poroso y encima unas baldosas que están separadas y por la junta pasa el agua, pero esas baldosas tienen que ser finitas como si fuese un porcelánico de gran formato, muy delgado, y en este proyecto no puede haber nada delgado.

La casa tiene la misma exigencia que un hotel en cuanto a limpieza y los acabados deben responder a esta frecuencia de limpieza, por eso hicimos las duchas de piedra maciza, sin rejillas de metal sino con un canal hecho en la propia piedra, de lado a lado, en donde está el desagüe, y así lo que se limpia es casi un bordillo. 

Foto: Luis Díaz Díaz

Detalle del peto de cubierta, ver pdf

Estructura de hormigón in situ

T.: Comentáis en la memoria que hay problemas sísmicos en esta zona, que se refleja en los planos de cimentación que son como una especie de malla de riostras. Y luego queda todo muy limpio.

V. N.: La obra tenía la complejidad de ese corte que había que hacer en el terreno, pero el equipo de estructuras y la constructora, que eran muy buenos, lo resolvieron muy bien.

T.: ¿Y hubo problemas a nivel de saneamiento?

M. L.: No, porque el terreno de esta zona está compuesto casi totalmente por arena, cortado como cada 5 m por algunos estratos horizontales, unas margas más sólidas que atan esta arena. Excavar es fácil, y el drenaje es casi por gravedad; cae, porque tiene la pendiente, y alcanza el sistema de saneamiento que va por la calle mucho más abajo.

Imagen de la ejecución de la obra.

T.: En alguna foto aparece como un elemento de hormigón prefabricado ¿era una prueba in situ?

M. L.: Esa fue una muestra del encofrado, del zig zag. El tema fundamental es hacerlo para que tenga racionalidad constructiva y económica, que no sea una locura y se pueda encofrar, desencofrar, y que al desencofrar no arrastre nada, ni en las limatesas ni en las limahoyas. Por eso hicimos esa prueba en obra de unos metros cúbicos de zigzag completo. Fue muy interesante porque en una visita de obra, con una grúa, nos lo levantaron y lo pusieron en la posición en la que iba a estar el techo, para ver el efecto del trabajo final.

Imagen de la ejecución de la obra.

Otro trabajo de encofrado increíble fueron las escaleras. Las hizo José María, que es el encargado de obra y que es un genio del encofrado. En la escalera curva, por ejemplo, el círculo interior no es concéntrico al círculo exterior, está ligeramente desviado de forma que tiene forma de pata de elefante, y está todo encofrado con tablilla vista.

Esta obra ha sido de las más divertidas en las que nosotros hemos trabajado. Atlanterra, que es la constructora, trabaja con gente, en general, bastante mayor, tanto los jefes de obra, los encargados, los encofradores, los alicatadores, los que ponían la piedra..., dominan su oficio, y es una maravilla trabajar con todos ellos; y además estaba la jefa de obra, que es una chica muy joven, brillante técnicamente y muy humana. Se notaba que la gente trabajaba a gusto; por la tarde, cuando hace calor no trabajan; era como una especie de sociedad de cuidados que nosotros no habíamos visto nunca.

V. N.: Fue una suerte. Era un equipo que notabas que tenía mucha experiencia y también hacía lo aparentemente difícil muy fácil. Por ejemplo, el encofrado, que parece muy complejo lo hicieron muy sencillo porque al final hacían un encofrado plano y luego ponían unas tablas de encofrado apoyadas como si hicieran un tejadito, y eso estructuralmente ya es estable, muy rígido. Sabían muy bien como simplificar los procesos.



Imagen de la ejecución de la obra.

M. L.: O el trabajo con la piedra. Impresionante; hay un elemento de granito verde, que tiene una cantidad enorme de piezas ingletadas en cuatro caras, y a veces cinco caras. Otro detalle fueron los separadores, que los hicieron ellos caseros con el mismo cemento para que no se notasen.

Foto: Luis Díaz Díaz

Desniveles de las plataformas exteriores

T.: También está muy bien resuelta la barandilla, con la pieza de abajo de madera que hace como de contrapeso para tensar la malla.

M. L.: La casa está en un sitio precioso, y la parcela es grande, pero tiene una construcción delante y desde el solar se veían esa casa, y por eso hicimos esta terraza en triángulo para que, desde el salón y desde una parte de la zona exterior, la propia terraza tapase, bloquease la vista de la casa que está justo delante. Pero, aun así, se veían algunas casas, entonces nos pusimos en la terraza sentados y empezamos a poner, en obra, elementos y encontramos que había una franja, que eran estos 30 cm que, si la tapábamos, sentados en un sofá en la terraza ya sí era el mar y tú.

T.: Es decir que esa pieza hace también de peto visual y de contrapeso para tensarla. 

V. N.: Y ayuda también a que las barandillas parezcan mucho más ligeras. La parte de abajo no quita las vistas y, en cambio, al ponerle ese peso le daba estabilidad y conseguíamos que la barandilla fuera lo mínimo. Y luego, por el contrario, en la punta, como tenemos esa grada que baja, hay un tramo bastante grande que no tiene ya ni barandilla y coincide con la zona del salón, que es la que tiene la mejores vistas. O sea, esa gran escalinata que baja hacia la piscina lo que hace es ahorrarte la barandilla en ese tramo.

M. L.: La escalera se abre primero a la a la poza-jacuzzi, y luego bajas a la piscina. Esa poza es un prisma verde de granito que tiene una función estructural, de soporte, y evita tener que poner un pilar en la punta, que era demasiado figurativo.

Detalle de las barandillas, ver pdf

Proyecto de paisaje

T.: ¿Y habéis contado con un paisajista para la cubierta y el patio?

V. N.: Nosotros llevamos ya muchísimos años, desde el inicio, trabajando con Ambienta Paisajismo, con Álvaro Mingo y Jorge Basarrate. Hemos crecido a la vez.

M. L.: Diría que uno de los primeros proyectos de Jorge, después de estar con su padre, que tenía una empresa de paisaje y mantenimiento de jardines a gran escala, fue Red Bull Music Academy. Y luego también la Casa Hernández.

V. N.: Nos entendemos muy bien; el diálogo es muy fluido, porque nosotros planteamos un poco las intuiciones y ellos lo trasladan, lo aterrizan.

M. L.: Y para este cliente en concreto, que hemos trabajado en muchos usos: en vivienda particular, en oficinas, en todo, con Jorge, somos como su equipo de cabecera.

Sección climática, ver pdf

Foto: Luis Díaz Díaz

Planta de especies de vegetación.

T.: ¿Había alguna referencia que tuvierais en la cabeza a la hora de plantear esta casa?

V. N.: Quizá tenía que ver más con el arte que con el mundo de la arquitectura, incluso casi te diría más con el mundo de los dibujos animados, con esa imagen del coyote, del correcaminos, levantando el suelo para que le caiga encima algo pesado.

Y tiene que ver más con esas lógicas de hacer acciones muy directas con el terreno, pero al mismo tiempo ingeniosa. Es decir, que dejara de ser una casa, que no se viera como un artefacto construido, sino más como una apilación de elementos, que, cuando la ves en la distancia, cuesta encontrar, porque el ojo no la reconoce tanto como una arquitectura.

No pretende mimetizarse, pero sí que pretende no parecer una casa.

Foto: Luis Díaz Díaz

La materialidad a base de muros de cal, planos horizontales de hormigón, acero reflectante y carpinterías oscuras dificulta la visión de la casa desde el mar que agazapada entre la vegetación se mimetiza con los colores del entorno natural, los arbustos y la roca calcárea.

Ficha técnica

Autoría: Langarita-Navarro Arquitectos / Víctor Navarro / María Langarita

Localización: Tarifa, España

Año: 2022

Colaboradores: Arquitectura: Antonio Antequera, Javier Estebala Alández, Fran Abellán Estevan, Pepe Susín. Arquitecto Técnico: José Ignacio Calderón Naval (Max Project). Paisajismo: Ambienta. Instalaciones: Argenia Ingeniería y Arquitectura SL + BAC Engeneering. Estructuras: Bernabéu Ingenieros. Jefe de obra: Alba Fernández Ignacio (Atlanterra Proyectos, S,L.)

Fotografías: Luis Díaz Díaz

Empresa constructora: Atlanterra Proyectos, S.L.

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Editado por:

David Mimbrero Tectónica

Publicado: Jul 29, 2024

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