Planta embotelladora de agua mineral Belnature. Alfonso Alzugaray

En un entorno con una componente paisajística muy especial, la ladera que ocupa y configura la parcela y la naturaleza de la nueva actividad que se implanta, quieren hacer entender el edificio como una prolongación misma del terreno donde se ubica, como una cuña artificial surgida de un paisaje privilegiado, donde la ladera
se convierte en cubierta de un espacio luminoso y claro que alberga un pozo de captación de agua mineral, y un sencillo programa de espacios amplios para embotellado, almacén de productos complementarios y un pequeño espacio de oficinas.
Con el uso de materiales de construcción aplicados a sistemas industrializados, buscamos una austeridad material que, sin renunciar a la imagen industrial de la actividad, fuera capaz de insertarse en el paisaje de forma serena y con una apariencia amable pero huyendo claramente de cualquier tentación mimética que por diversos motivos, entre ellos la escala, hubiera resultado grotesca.
El edificio se define así, mediante una fachada traslúcida y puntualmente transparente, captadora de luz y energía y bien protegida del soleamiento estival directo mediante un gran alero de tres metros de vuelo, y el resto de la envolvente mediante un cierre de chapa industrial de acero galvanizado sobre bandejas plegadas del mismo material que quedan vistos al interior. La cubierta, importante por su presencia en esta construcción en ladera, participa del mismo planteamiento paisajístico y se construye ligera y con una solución “deck” que
garantizaba una buena estanqueidad continua del edificio.

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