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Luuk KramerEl estudio de arquitectura holandés 70F architecture ha diseñado un pabellón ‘vivo’ de acceso al castillo de Duivendoorde. El pabellón tiene nueve elementos móviles en la fachada que se abren al comenzar el día y se cierran cuando ya es de noche
Cuando la fachada está abierta, el edificio es un restaurante lleno de luz; cuando se cierra se convierte en un modesto granero que desaparece en el entorno.
El pabellón pertenece al Castillo de Duivenvoorde, Monumento Nacional de la ciudad de Voorschoten. La Fundación Duivenvoorde encargó el proyecto a 70F architecture y especificó que quería que tuviera aspecto de granero y al tiempo fuera acogedor y transparente, ofreciendo así una atmósfera de bienvenida a los visitantes.
La solución, con la fachada formada por elementos móviles, era la respuesta directa a la petición del cliente, pero resultó que era muy difícil de ejecutar. No hubo ningún fabricante de herrajes o de ventanas de cubierta que aceptaran el reto. Bas ten Brinke, socio de 70f architecture, decidió encargarse personalmente del diseño industrial de la solución.
El pabellón Duivenvoorde contiene un restaurante, la tienda del museo y una zona para los voluntarios que ejercen de guías en el castillo y otras visitas de interés en la región.
El edificio es relativamente pequeño –6 x 30 metros–, pero da una sensación espacial mayor debido a su transparencia, que se disfruta de un lado al otro del interior. El espacio que hay sobre la cocina, al final del edificio, y sobre la zona de servicios, en el centro, se dejan abiertos mostrando la cubierta en su totalidad. Algunas de las ventanas fijas que se abren hacia el muro monumental del jardín en el frente posterior, continúan por la fachada hasta la cresta de la cubierta.
El edificio es un ejemplo de arquitectura contemporánea que se adapta perfectamente a un entorno del siglo XIII definido por el castillo.
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