Nido de la Cultura. Josep Ferrando

Jose Ferrando

Fotografía: Federico Cairoli

En el Paseo de la Costa de Vicente López, uno de los pocos espacios públicos en los que se puede apreciar la inmensidad del Río de La Plata, se ubica el Nido de la Cultura, una construcción de madera que permite elevarse por encima del encuentro entre dos horizontes: el de la Pampa y el del Río.

Una construcción de base cuadrada de 9x9m hereda sus dimensiones de los Paraguas de Amancio Williams, dos construcciones de hormigón que gobiernan la zona desde las alturas a muy poca distancia de la nueva ágora.

Un ágora cultural construida de forma concéntrica mediante cuatro escaleras iguales que rotan de forma centrífuga respecto su centro y elevan el punto de vista del espectador hasta cuatro miradores, dándole al conjunto el aspecto complejo y laberíntico en el que se confunden las direcciones a pesar de su rigurosa geometría. Los caminos se duplican a escalas diversas, propiciando circuitos divergentes al mismo tiempo que las escaleras se convierten en gradas de un posible escenario central.

Una grilla de 90x90cm estructura el espacio mediante la distribución de varillas de una misma sección de 6x6cm y longitud variable. Las varillas se agrupan en el sentido descendiente para acumular las cargas y hacer más permeable el contacto con el terreno; y se ramifican en el sentido ascendiente debido a la menor solicitación mecánica y al aumento de densidad que implica la protección a la caída desde los niveles superiores. De esta forma, las varillas se agrupan de a 4, de a 2 y de a 1, rotando sus fibras como lo hace el propio pabellón y uniéndose mediante tornillos que dibujan, cada 20cm en altura, de nuevo la misma espiral. Esta estructura espacial nos muestra en su perímetro una estructura tripartita desde el nivel 0 de acceso al nivel +4m de su cornisa: el nivel +2m define los accesos y el encuentro de las varillas diagonales que arriostran el conjunto, además de incorporar la inclinación de la escalera a la malla; el nivel +3m define el mirador.

Fue armado por la Cámara argentina de aserraderos de madera con dos mil metros de varillas de madera de pino taeda, impregnada y pintada con protectores de resinas para adaptarse sin ningún tipo de problemas a los cambios climatológicos.

Mediante la coordinación entre la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires y de la secretaría de Cultura de Vicente López, se pudo realizar este proyecto, unas “escaleras que conducen a la nada” según el artículo del periodista Víctor Hugo Ghitta, que una vez sorprendido por el encuentro de esta construcción escribía: “...una vez en la altura llamó mi atención el cambio sutil que provocó en mi estado de ánimo esa ligera variación de perspectiva, a una modesta distancia del suelo.... Sentí una placidez serena, como si hubiese dejado atrás alguna forma del pesar o la desdicha, en la ilusión de que me aguardaba en el futuro alguna forma de la felicidad”.

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Fotomontaje de proyecto
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Ficha técnica

Autoría: Jose Ferrando

Localización: Buenos Aires, Argentina

Año: 2017

Fotografías: Federico Cairoli


Editado por:

Nuria Prieto Tectónica

Publicado: Jan 18, 2018

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