Situada sobre una meseta en una zona rural de Xingcun, el complejo se compone de un almacén y zona de manipulación de bambú. Cada invierno se recogen 22.000 cañas de bambú que se almacenan en este edificio siguiendo un periodo de manipulación del mismo.
El diseño arquitectónico refleja el propio programa del edificio, su topografía y los requerimientos. La planta con forma de “L” acomoda seis zonas con fuego para el doblado y ensamblaje del bambú. El interior del taller es un diseño abierto de 14 metros de luz, espacio requerido para el trabajo. Además de las zonas de trabajo, el taller incluye zonas de descanso, almacenes, servicios, patios y otras funciones secundarias. También se disponen espacios de oficina y dormitorio, en forma de galería, ocupando la primera planta, y una cafetería en la segunda. Esta galería permite colocar en el interior las cañas de bambú a la sombra, de forma que además de estar protegidas, se encuentran ventiladas.
Considerando el emplazamiento, se ha utilizado hormigón in situ para la estructura, y bloques de hormigón hueco para el muro exterior, tejas de cemento para la cubierta y bambú y madera para puertas, sistemas de sombra, ventanas y pasamanos. Sin acabado, los materiales terminan por mostrarse naturales, tal y como son.
El carácter industrial del proyecto no permite un diseño superfluo. Utilizando los materiales más básicos de construcción, la arquitectura revela de manera natural su estructura y su lógica. El proyecto concilia simplicidad estética con economía de medios, en la que la arquitectura puede demostrar su resolución formal y función.
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