Centro educativo en Nyanza. Dominikus Stark Architekten

El estado centroafricano de Ruanda, comúnmente conocido como ‘la tierra de las mil colinas’, es el foco de muchos intereses del oeste de Europa. En una iniciativa privada, en la carretera de Nyanza a Kigali y Butare, se construyó un centro de nuevas tecnologías. Mientras que el encargo inicial era el de diseñar una nueva cubierta del patio, tras las primeras discusiones la idea que surgió era la de construir un centro con un carácter de faro, con un uso futuro orientado a la enseñanza.

Emplazamiento

En la estructura agraria, el complejo, en analogía a la tradición constructiva local, se dispone en una pequeña elevación del paisaje. Los nuevos edificios se agrupan en torno a una plaza central integrando el edificio existente en el nuevo diseño. Los edificios de manera individual no tienen huecos al exterior, pero están orientados y abiertos al centro. Sólo el café público accesible con una reprografía se abre al exterior y forma un patio de entrada al complejo.

Los patios interiores y a las filas de columnas formando un filtro entre los edificios y la plaza central en medio. Las opciones de refugio resultantes permiten un uso paralelo. Únicamente en comedor, que se utiliza para bodas y noches de cine, se abre directamente a la plaza y resuelve los límites espaciales con el exterior. El lenguaje cromático de los edificios y su forma hacen referencia a los materiales locales. Arcilla, el material e construcción tradicional, procesado manualmente para formar ladrillos de arcilla cocida, se ha utilizado en toda la obra. La reducción de los tres materiales básicos: ladrillo, acero y trenzados, como protección, decoración superficial recurrente en todo el edificio.

Un sistema sencillo de ventilación junto con la inercia térmica de los muros sólidos de ladrillo, proporcionan un clima interior confortable. La forma en que la cubierta se orienta al patio interior tiene también un trasfondo funcional: el almacenamiento de agua de lluvia, que es tan escasa en estas latitudes. Debido a la poca madera existente en la zona, no se utiliza para la construcción. Los artesanos locales realizan construcciones como techos de papiro o trenzados de mimbre para las puertas del restaurante y del patio dotando de una elegancia singular varios elementos del conjunto formando una unidad robusta y clara. La involucración de los artesanos locales promueve la aceptación y contribuye a la sostenibilidad económica y arquitectónica.