DESCARGA AQUÍ EL PDF CON MÁS INFORMACIÓNPara combatir la creciente congestión en la ciudad de Chicago, a partir de la década de 1950, se realizó un ambicioso programa para construir una serie de diez estacionamientos municipales en el centro de la ciudad. Este aparcamiento para 717 coches fue realizado en el año 1955 por Shaw, Metz & Dolio en la calle W. Wacker en el nº 11 y demolido en 1983. Con catorce niveles de estacionamiento y dos de ellos como niveles de acogida. Tenía en el centro cinco ascensores y espacio para aparcamiento a ambos lados de los ascensores. Dos sótanos, una planta al nivel de la calle y sobre ellas once plantas que repiten la misma organización. Planteada la distribución con una organización y desahogo que permita la acumulación de coches en la recepción del vehículo o en su entrega para evitar generar colas en la calle. Con una fila central de ascensores (Bowswe System) da servicio a una organización de dos coches seguidos en las once plantas y de tres en las inferiores, en las cabezas del núcleo de ascensores las cajas de escalera, encerradas dentro de muros para dotar de rigidez a la
estructura. El núcleo de ascensores mide seis metros y medio por cuarenta y cuatro metros de longitud y cuarenta y cinco de altura y en el se sitúan los cinco ascensores que dan servicio al aparcamiento. La separación entre plantas es de tres metros, con la excepción de las tres inferiores. Los ascensores tenían una estructura metálica y el espacio de los ascensores estaba dimensionado con una gran generosidad, con unas dimensiones que contrastaban con el espacio en el que se situaban los vehículos. El espacio de ascensores separaba el conjunto en dos partes estructurales, cada una de ellas sostenida por una docena de pilares. La imagen exterior del edificio era la suma de las losas de hormigón de cada una de las plantas y unos cables de acero tensados que se convertían en la imagen característica del edificio y evitaban cualquier posible caída de algún vehículo. Esta transparencia permite a los conductores que circulaban por las proximidades el ver todos los niveles de coches aparcados. Los cables verticales que configuran la protección exterior son de nueve milímetros, con una perforación de 7,5 centímetros de diámetro en cada losa, discurren a lo largo de las once plantas y se tensan en sus extremos: en la última planta y en la primera situada sobre la del nivel de la calle, para impedir el acceso a los extremos de los cables. Estos cables están separados veinte centímetros de manera uniforme estableciendo una pauta que se repite a lo largo de toda la fachada del edificio.



ENLACEBibliografía:
Dietrich kose. Multi-storey car parks and garages
Henley, Simon. “The Architecture of Parking.” Thames & Hudson