Los Uros, pueblo del altiplano andino, desarrollaron un un hábitat perfectamente integrado con el ecosistema que ha sobrevivido hasta nuestros días. Una planta acuática, la totora les proveía de material para construir islas flotantes, sus propias viviendas sobre las islas, las barcas con las que pescar, cazar o recolectar huevos, e incluso un nutritivo alimento.
Isla flotante de Uros. Via inkayniperutours.com
El lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo (altura media de 3.812 m sobre el nivel del mar) se formó por el hundimiento de parte de la meseta del Collao en los Andes centrales en el terciario.
El lago se divide entre dos países, Perú y Bolivia, y en su margen oeste, perteneciente a Perú, la península de Chicuito y la península Capachica forman la bahía de Puno en donde se asentaron los Uros, que según varios investigadores, serían el grupo de población más antiguo de la meseta del Collao1.
Lago Titicaca. Vista desde satélite. Via wikipedia. Al oeste, las penínsulas de Chicuito y de Capachica cierran y protegen la bahía de Puno,
Los Uros desarrollaron un modo de vida y hábitat perfectamente integrado con las condiciones naturales que les ofrecía el lago. Utilizaron la totora, planta acuática muy abundante en la zona, para construir gruesas islas flotantes sobre las que construían sus viviendas y barcas para pescar y cazar, también a base de totora, en este caso, tejida.
Cronistas del siglo XVI ya hacían mención a este pueblo y a la manera en que vivían en casas construidas sobre totora que flotaban en el agua (Delgadillo 1998)1 .
Imagen desde satélite de la unión de varias islas flotantes. Se aprecia en ellas un agujero o balsa abierta para pescar. En trabajo de Nélson Moraga3. A la derecha, balsa abierta en la sila. Fotografía: ) Diego Delso, delso.photo, License CC-BY-SA
La técnica para construir estas islas, que deben tener un mantenimiento constante, consiste en recolectar sus raíces cuando salen a flote, unirlas formando grandes bloques que recortan y con los que forman los grandes flotadores –khilis–, que anclan con picas al fondo del lago para dar estabilidad a la isla.
Recolección de la totora fresca. En trabajo de Nélson Moraga2.
El Khili está formado por totora fresca entrelazada y sobre él se colocan juncos secos para aislar de humedad las viviendas, que debe renovarse con relativa frecuencia (20 ó 30 días).
El khili no dura más de 50 años. Se debe, entonces, desmontar la isla y aportar nueva tortora fresca que mantenga la flotabilidad de la misma.
La construcción de la isla de totora la explica Nelson Moraga, alumno de la PUCV de Chile, en su escrito “Las Islas Flotantes de los Uros en el Lago Titicaca; ciudad de aguas”2:
"La construcción de las islas flotantes, se realiza mediante el apilamiento de capas sucesivas de totora primero en bloques de raíces y luego en ramas, con su dirección intercalada por capas (En un plano horizontal, se colocan primero las totoras con su largo en un eje X, y luego en su perpendicular). Al momento de comenzar a construir sobre los bloques compactados de raíces, las pilas de ramas se afirman a los bloques mediante troncos y estacas, a los cuales se amarra en el ramado de totora.
Construcción y evolución de las islas flotantes. Dibujos de Nelson Moraga.
Las islas se mantienen a flote por los gases que emite el material orgánico al descomponerse bajo el agua. Las burbujas de gas, liberadas por los procesos quedan atrapadas en el entramado de totoras, desplazando al agua. La gran masa de totoras se convierte entonces en un elemento de carácter neumático, que al desplazar al agua por gas, disminuye en forma considerable su densidad, permitiendo no sólo auto sustentarse a flote sino también soportar las cargas fijas (viviendas) y móviles (habitantes) sobre su superficie, que se mantiene continuamente seca y en proceso de renovación.
El peso que se le aplica hacia abajo, junto a la fuerza de boya ascendente, comprimen al conjunto de totoras, cuyo fondo en continua descomposición se va degradando hasta convertirse en una especie de compost que con el paso de los años llega a tocar y conformar el fondo mismo del lago. Mientras este proceso se va llevando a cabo, es necesario que las islas queden ancladas al fondo del lago con cuerdas y largos puntales de madera que evitan que las plataformas flotantes se desplacen y queden a la deriva ante vientos extremos y tormentas.”
Mujer Uro moliendo grano. La superficie en contacto directo con los habitantes se compone de caña de totora seca. Via wikipedia.
El número de las islas actuales varían entre 70 y 90 y aunque el turismo ha desvirtuado la forma de vivir de muchos de sus habitantes, el atractivo de estas construcciones y el que en 2013, el gobierno de Perú declaró Patrimonio Cultural de la Nación a “los conocimientos y prácticas ancestrales de manejo de la totora desarrollados por el grupo originario Uro, ubicado en el lago Titicaca, región Puno”, precisando que “estos elementos del patrimonio cultural inmaterial demuestran la capacidad creativa de este grupo para su adaptación al hábitat mediante soluciones originales, constituyendo una expresión de la identidad cultural del referido grupo Uro”1 , mantiene vivo este sistema constructivo.
Referencias bibliográficas:
1. https://bdpi.cultura.gob.pe/pueblos/uro
2. https://wiki.ead.pucv.cl/Las_Islas_Flotantes_de_los_Uros_en_el_Lago_Titicaca;_ciudad_de_aguas
Editado por:
Publicado: Aug 10, 2021