El segundo diálogo que desde Tectónica y con la colaboración de Finsa21 hemos organizado en tiempo todavía de confinamiento se ha centrado en la tipología más afectada por la pandemia del Covid-19, las residencias para mayores.
En esta ocasión hemos invitado a arquitectos con experiencia en esta tipología: Óscar Miguel Ares, desde Valladolid y Juanma Nicás del estudio madrileño de Padilla Nicás.
En el primer diálogo, dedicado a la vivienda todavía había espacio para considerar esta ocasión como una oportunidad para disfrutar 24 horas de tu hogar, pero cómo es un confinamiento en un lugar en el que esa es la situación habitual, como reflexionaba al comienzo del diálogo Juanma Nicás?
El vídeo del diálogo se comparte al final del artículo.
Óscar Miguel Ares, que desde Valladolid –territorio de la España vacía, que como ha puntualizado no es ‘vaciada’ porque nunca estuvo llena– es muy consciente del envejecimiento de la población que se hace especialmente patente en las de gran parte de las comunidades rurales o semiurbanas de Castilla y León, centró los números a los que nos vamos a enfrentar: en el año 2050 un tercio de la población española tendrá más de 65 años. Y de una encuesta realizada en España entre las personas mayores de 65 años ha resultado que más del 90% quiere envejecer en su casa. Y añadía que el 98% era propietario de su vivienda, aunque se tratara de un parque inmobiliario muy envejecido.
Ante este deseo claramente expresado, ¿cuál es el modelo que se puede ofrecer? Y añadía que como arquitectos debemos proponer diferentes modelos, que la oferta no se limite a las residencias, muchas veces impagables par alguien con una pensión de 900€, sino pensar en apartamento tutelados, co-housing o en la rehabilitación de barrios de viviendas de población envejecida, como es el caso de un proyecto que ya está muy avanzado en el que se van a rehabilitar las viviendas de un barrio de La Pinilla en San Andrés del Rabanedo, León, para que sus habitantes puedan permanecer en sus casas, en su barrio, en su entorno. Mas delante apuntaba que rehabilitar 500 de estas viviendas equivalía a construir 3 residencias de nueva planta.
Óscar Miguel Ares. Plan Especial de Rehabilitación y Regeneración Urbana de San Andrés del Rabanedo. León, 2018 Las propuestas que se plantean en este proyecto impulsado por la Junta de Castilla y León pretenden cubrir una necesidad imperante en Castilla y León, el cuidado de la población mayor y la adaptación de su hábitat urbano tradicional, utilizando los instrumentos de rehabilitación y regeneración urbana. Esta opción facilitará la integración de género y de edad en la estructura urbana municipal, proporcionando una vejez saludable a sus residentes y minorando los costes sociales y económicos derivados de la creación de infraestructuras residenciales adaptadas a sus necesidades.
Los dos ponentes coincidían en la importancia de que, si no es posible seguir viviendo en la propia casa, que sí se facilite el trasladar parte de esa sensación de ‘hogar’ a las residencias o comunidades a las que tengan que trasladarse. “Su vida está en los objetos”, dice Óscar. Y es en este espacio más íntimo, la habitación, en donde Juanma Nicás entendía que las residencias deberían hacer un esfuerzo para dotarle de un carácter más humano, con unas dimensiones en las que quepan algunos muebles propios, una buena iluminación natural, incluso una terraza privada, bien diferenciado de los espacios comunitarios.
Juanma señalaba que la arquitectura sí puede aportar calidad de vida a sus usuarios, y recordaba con una imagen las espléndidas terrazas para beneficiarse del sol del Sanatorio antituberculoso de Paimo, Finlandia, de Alvar Aalto, de 1929.
Óscar Miguel Ares apuntaba que no se podía demonizar las residencias porque eran una institución necesaria. En España hay 300.000 mayores viviendo en residencias y la mayoría de ellos sobrepasan los ochenta años, lo cual significa que tiene un alto nivel de dependencia. Hay que lograr que sea un modelo viable y para ello es el propio modelo de gestión de búsqueda de beneficios directamente de la propia residencia el que debe cambiar, porque la vejez puede ser también una ocasión de mercado, generando puestos de trabajo, siendo consumidores de ocio…, con la misma inversión actual se puede hacer las cosas mejor.
José María Marzo, director de Tectónica y moderador del diálogo, preguntaba por modelos en los que se diera una mayor interrelación de los mayores con otras edades de población.
Juanma Nicás sí creía que modelos híbridos, en los que otras actividades, como guarderías, podían ayudar a la viabilidad económica de las residencias, pero ponía el énfasis en lo que no podía permitirse, como son las macroresidencias con 200 ó 300 usuarios. Si el Covid-19 puede aportar algo es ser la posibilidad para hacer presión para que los planteamientos mejoren y no se mantenga el modelo de hacinamiento actual.
Padilla Nicás, Residencia de ancianos en el Tirol, Nussdorf Debant, Austria, 2013. Se trata de un concurso para una residencia de 90 ancianos en el Tirol cuyas bases establecen la necesidad de ubicar a los residentes en tres “hogares”, entendiendo por ellos al conjunto de espacios de relación social y cuidados complementarios a las habitaciones.
Óscar, por el contrario, no creía que esta experiencia traumática fuera a cambiar la situación. Será la propia demografía la que provoque los cambios, cuando la población tenga un 30% de personas de más de 65 años. Y en este punto recordaba al pensador Juan Antonio Marina que defiende que para hacer grandes cambios hace falta impulsar la inteligencia colectiva. Si hay un impulso colectivo intenso, con coraje, se podrán cambiar los modelos.
En estos días de confinamiento se ha dado un salto al futuro importante. La normalización de videollamadas, chats a través del teléfono ha llegado también a las personas mayores, que como recordara Juanma Nicás ha permitido que se mantengan comunicados con sus familiares durante la pandemia. Y esa misma tecnología puede tener un papel muy importante en el desarrollo de futuras comunidades más independientes de usuarios con edades por encima de los 65 años: la teleasistencia, todos los avances de control domótico para facilitar la autonomía en su propia vivienda, puede suponer una pequeña inversión que mantenga a esa población en la ciudad, y, como señala Óscar Miguel Ares, si se facilita la integración de los mayores se logrará mantener un tejido urbano consolidado.
A lo largo de la charla han surgido deferentes experiencias y ejemplos y destacamos un proyecto propio del estudio Padilla Nicás que resultó especialmente gratificante: la reforma que un cliente regaló a sus padres para que pudieran permanecer en su vivienda al hacerse mayores, Y Óscar Miguel Ares comentaba el proyecto que habían desarrollado un grupo de veinte profesores en el centro de Ámsterdam en el que cada participante mantenía un núcleo de habitaciones privadas pero compartían una gran biblioteca en común.
Padilla Nicás. Reforma en Arroyo Fontarrón, Madrid, 2015. El trabajo surge debido a la necesaria renovación de un piso de los años 80 para el uso exclusivo de dos personas mayores, a quienes su hijo quiso sorprender, casi a modo de regalo, con la renovación total del mismo para que se adaptara a sus actuales necesidades.
Los dos arquitectos participantes en el diálogo coincidían que la función del arquitecto es poder ofrecer múltiples opciones para que sean los usuarios los que se apropien de los espacios y creen hogares.
El turno de preguntas en este diálogo fue muy intenso e interesante con especial preocupación por el modelo económico con el que poder gestionar los diferentes modelos deseables de residencias y comunidades para mayores.
La imagen de cabecera corresponde a la Residencia para Mayores y Centro de Día en Aldeamayor de San Martín (Valladolid), 2013-2017. Más que una residencia, el proyecto pretende la búsqueda de un hogar, por lo que los factores psicológicos tenían que ser esenciales en el planteamiento del proyecto.
Tectónica organiza desde 2017 unos encuentros entre arquitectos en el espacio Finsa21 en Madrid. El tema que centraba los encuentros en el curso 2019-2020 era el de 'Contextos'. Ante la imposibilidad de mantener el calendario previsto, se han transformado estos encuentros en diálogos online, en los que se trata de dedicar una espacio para la reflexión sobre cómo afectará el Covid-19 a la arquitectura.
Ha moderado el diálogo José María Marzo Díez, director de Tectónica.
El texto es un extracto de las principales ideas desarrolladas en el diálogo organizadas por temas. Redacción: Berta Blasco Góngora.
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Publicado: Apr 29, 2020