Arquitectura desde el lugar: RCR en Dubái

Nuria Prieto

bookmark_border GUARDAR

La arquitecta Nuria Prieto, invitada a la presentación de la torre Muraba Veil proyectada por RCR Arquitectes en Dubái, ha aprovechado la visita para conocer y compartir otras obras del estudio en el emirato.

El diálogo entre el lugar y la arquitectura es un silencio que se vuelve elocuente cuando las manos que lo guían crean un intercambio creativo. El estudio de arquitectura RCR formado por Carmen Pigem, Ramón Vilalta y Rafael Aranda, desarrolla su trabajo con un lenguaje universal que, en realidad responde a una profunda búsqueda de lo esencial. La conversación y el trabajo creativo compartido dibujan una atmósfera holística que se desborda de los límites de la arquitectura para alcanzar la reflexión sobre la vida. 

Acuarela Muraba Veil. RCR arquitectes

RCR, ganadores del Premio Pritzker en 2017 cuentan con una larga trayectoria desde su fundación en 1987 en la ciudad de Olot. Sus obras, muestran una profunda comprensión del lugar y la creación de una atmósfera específica, abstracta y sensible entre los que se encuentran obras paradigmáticas como la Casa Horizonte (Vall de Bianva, 2000-2007), Casa para un herrero y una peluquera (La Canya, 1996-1998), Casa M-Lidia (Montagut, 2001-2002), Estadio de atletismo Tossols Basil (olot, 1991-2000), Bodegad Bell-lloc (Palamós, 2003), Restaurante y pabellones Les Cols (Olot, 2002-2005) o el Museo Soulages (Rodez, Francia, 2008 en colaboración con G. Trégouët).

En los últimos años el estudio de arquitectura RCR, a través de Muraba han realizado algunas obras muy singulares en Emiratos Árabes Unidos. Ibrahim Al Ghurair, fundador de Muraba, promotora y constructora, buscó entre diversos estudios de arquitectura aquellas ideas que tuviesen el potencial de comprender la cultura y lugar de un contexto tan singular como el de la ciudad de Dubái. En este sentido, aspectos como el clima, la topografía, las dinámicas o la atmósfera que construyen la cultura intrínseca de un lugar, su memoria y su identidad, fueron determinantes en el diálogo entre Muraba y RCR para la génesis de tres proyectos de lenguaje universal y que, sin embargo, muestran una penetración de sus raíces en el propio lugar, como si emergiesen de la naturaleza del terreno y de la esencia de su cultura.

Escuela Dar Al Marefa. Foto: Nuria Prieto

Desde 2013, el estudio de arquitectura RCR ha desarrollado varios proyectos en Dubái como Dar Al Marefa School (2015) y Muraba Apartments en Jumeirah Palm (2013-2017). Obras que se integran en el lugar porque lo comprenden desde su esencia cultural, creando una arquitectura abierta y honesta. En la actualidad han comenzado a desarrollar la torre Muraba Veil.

Dar Al Marefa School

La escuela Al Marefa es un proyecto donado por Ibrahim Al Ghurair y su familia al su distrito en la ciudad de Dubái. Conceptualmente no se trata de una escuela tradicional, sino que la flexibilidad y el intercambio se encuentra dentro de los principios docentes y el currículo del centro, por lo que esta se concibe como un campus visionario en el que la organización del espacio es fluida a través de un conjunto de celdillas. La concepción del edificio como un conjunto de celdas hexagonales permite que dentro de ellas se produzca un ecosistema de intercambio cultural que enriquece la formación y la creatividad de los estudiantes de todas las edades.

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

La escuela se concibe como una pequeña ciudad en la que descubrir, aprender, crecer y crear. Para ello el proyecto se basa en un módulo hexagonal que se repite permitiendo organizar espacios abiertos y cerrados, así como conexiones internas. En una topografía fundamentalmente plana con un clima muy cálido próximo al desierto, pero también al mar, el proyecto emerge del terreno como las formaciones de columnas basálticas causadas por el enfriamiento rápido de una colada o chimenea de lava como la calzada de los Gigantes (Irlanda del Norte), Los órganos (La Gomera, España), los acantilados de Stone Plates (Vietnam) o Kirkjubæjarklaustur (Islandia). Pero la relación con el territorio no parte de un aspecto formalista, aunque se apoye en la forma para organizar el espacio y su funcionalidad. Sino que el lugar determina la escala, orientación y materialidad del edificio.

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

La relación con el territorio comienza a dar forma al proyecto a través del tratamiento de la luz natural. La luz, en Dubái es clara y brillante, casi cegadora, por lo que su tratamiento dentro de los espacios interiores es fundamental para crear unas condiciones agradables. Además, la incidencia de la luz está, obviamente acompañada de la radiación solar, que es muy elevada, por lo que la protección del exceso de calor que esta puede producir, y la necesidad de ventilación se convierten en parámetros que construyen la forma, la estructura y la materialidad del proyecto.


El conjunto de celdillas unidas entre sí se organiza en torno a espacios abiertos al aire libre y patios que se protegen del sol, de tal manera que los volúmenes se equilibran con los espacios abiertos definiendo esa pequeña ciudad escolar que termina por convertirse en un hábitat sostenible y agradable en medio de un clima difícil. La estructura del edificio oculta dentro de la envolvente, permite que el espacio interior se libere de soportes, por lo que este puede ser fluido, facilitando la docencia a través de la conexión entre módulos mediante tabiques móviles. La apariencia exterior e interior es la misma, es decir, el edificio presenta una imagen homogénea y sencilla, que se acerca a la materialidad vernácula del lugar derivada del uso de morteros a base de sarooj (un material similar al cemento importado de Irán), de sedimentos calcáreos de la ría o de la calcinación de corales y conchas.

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

La envolvente se perfora con la incorporación de paneles metálicos sobre los que se recortan pequeños huecos en forma de hojas a modo de celosía. La hoja de palma seca, o areesh también estaba presente en la arquitectura vernácula local, convirtiéndose en detalle constructivo esencial de las viviendas barasti. En ocasiones esta se utilizaba en un formato prefabricado como estera o panel. En el caso de Dar Al Marefa, la presencia de las celosías con hojas recortadas permite la iluminación y ventilación de los espacios interiores, de tal manera que la luz parece penetrar a través de las copas de las palmeras y los árboles del desierto. Cada módulo incorpora alguna hoja pintada en color para que los estudiantes puedan identificar fácilmente su aulario. El conjunto volumétrico de la escuela, al utilizar mecanismos que emergen del lugar, se integra en la cultura arquitectónica del lugar desde una perspectiva contemporánea.

Foto: Nuria Prieto 

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Atmósferas y luz

El espacio exterior se trata como un lugar de estar cómodo y agradable por lo que la presencia de la vegetación y los mecanismos de sombra se encuentran siempre presentes. Los parasoles, son construcciones con estructura metálica de sección tubular circular, también presente en el interior sobre los que se tensan tejidos que permiten pasar la luz, pero no la radiación solar. El sistema de protección solar genera espacios confortables al exterior que utiliza estrategias sensatas de protección frente al clima, cuya lógica también se enlaza con la cultura del lugar.

El espacio interior se trata con un alto grado de detalle, incluyendo el diseño del mobiliario, así como de los aspectos específicos de cada particularidad docente. Destacan especialmente los espacios comunes como la piscina, la biblioteca, el gimnasio o el salón de actos, donde la escala se adapta a las necesidades funcionales sin perder la lógica conceptual con la que se ha proyectado el edificio.

Foto: Nuria Prieto

La piscina es un espacio semiabierto ya que, aunque se encuentra al exterior, está completamente cubierto por un sistema de protección solar análogo al del resto de espacios exteriores del centro. Las sombras y reflejos del agua crean un efecto atmosférico, también presente en los espacios interiores, que trasmite frescura, limpieza y serenidad. El gimnasio, con una escala interior mayor, representa la máxima fluidez espacial dentro del conjunto.

Foto: Nuria Prieto

La biblioteca y el salón de actos son los espacios más singulares del conjunto, en ellos la condición atmosférica de la arquitectura de RCR se encuentra latente a través del diálogo entre la materialidad, el espacio, la luz y el uso. La biblioteca es en sí misma un pequeño ecosistema dentro del organismo de la escuela. Los espacios se concatenan de manera fluida a través de un cuidadoso trabajo de la cota del suelo que se concibe como una pequeña topografía, y también se fragmentan creando diferentes dinámicas del uso. En ella puede encontrarse un graderío con gran presencia de la luz natural, un espacio ‘escondido’ para leer o trabajar con mayor concentración o la zona de consulta de libros que es más un ‘camino entre los libros’ permitiendo miradas cruzadas por encima de las librerías. La concepción de una biblioteca así induce a una relación con el conocimiento y la lectura muy abierta, en la que estas actividades se naturalizan enriqueciendo la formación de los estudiantes. El salón de actos, al igual que la biblioteca es un espacio de mayor escala que se organiza en torno a un ‘agujero’ central, en el que se introduce el escenario. Este espacio no presenta una composición direccional, sino que utiliza un esquema asambleario que permite crear a su alrededor un graderío. De esta forma el uso del espacio puede dilatarse o comprimirse en función al aforo. La iluminación perimetral y el trabajo con el techo a base de triangulaciones con leves modificaciones de su inclinación, provoca un conjunto de reflejos a través de la luz natural que enriquecen el espacio. La cualidad atmosférica se hace muy presente en este salón de actos, en el que además todos los mecanismos tecnológicos e instalaciones se encuentran ocultos en techo y suelo para que no interrumpan la atención sobre la acción que tiene lugar si no es necesario.

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Salón de actos. Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Foto: Nuria Prieto

Muraba Veil

El edificio Muraba Veil, se presenta con una sencilla frase: “seen and not seen”. La torre, no es un edificio en altura más de la ciudad de Dubái, sino que se convierte en una reflexión profunda sobre la construcción en altura y la manera de construir desde el lugar con coordenadas muy diferentes a las del origen de los arquitectos. Muraba Veil es una iniciativa de Ibrahim Al Ghurair, fundador de Muraba, que se ubicará en una parcela próxima al centro financiero de la ciudad en Sheikh Zayed Road y también al Dubai Canal.

Maqueta del proyecto. Foto: Nuria Prieto

Maqueta del proyecto. Foto: Nuria Prieto

Plantas y sección

La torre se concibe como un hábitat en sí misma, y como un conjunto de espacios que emergen de la comprensión del lugar y de su cultura. Cada una de las plantas se organiza teniendo en cuenta la orientación, el soleamiento y la ventilación cruzada, de tal manera que su cerramiento se retrasa unos metros respecto de la línea de la envolvente impidiendo la incidencia directa del sol en el espacio habitable. El juego entre el interior y el exterior con la voluntad de permitir el paso del aire está presente en todas las circulaciones, de tal manera que el acceso a cada una de las plantas se realiza desde el exterior, con espacios de servicio y circulación vinculados a esta zona. La ventilación es posible gracias a la esbeltez del edificio ya que ambas fachadas longitudinales están separadas 22,60m. Las viviendas se cierran mediante una piel de vidrio que puede abrirse para permitir nuevamente la ventilación cruzada.

Análisis de los vientos para Muraba Veil

Estudio de soleamiento para el Muraba Veil

En un clima tan cálido como el de Emiratos Árabes, esta organización que cuenta con las características climáticas del lugar no sólo mejora las condiciones de la vivienda, sino que reduce el gasto energético derivado de soluciones más cerradas o muros cortina presentes en la mayoría de las torres de la ciudad. La ventilación es una constante en la construcción tradicional emiratí, que tiene su representación en el barjeel o torre del viento. Este sistema se basa en la mecánica de fluidos y diferencia de presiones para mejorar la calidad térmica del interior de la casa. Una necesidad que nace del lugar.

Torres de ventilación por Balazs Szanto, via Flickr

Además, en el perímetro de cada planta se incluyen láminas de agua, que no solo ayudan a la climatización natural del edificio, sino que sus cualidades perceptivas mejorarán la calidad espacial de las viviendas. La reflexión de la luz y el ruido blanco generado por el leve movimiento del agua, crearán un espacio agradable en términos de iluminación y amortiguación del sonido exterior. La reflexión de la luz así como el diseño pensado para facilitar el confort térmico son aspectos tratados en la escuela Dar Al Marefa con excelente resultado.

Esta condición de esencialidad, es decir, de vuelta a la esencia está presente en Muraba Veil como materialización de la cultura local en una arquitectura contemporánea y de estética elegante. El velo que da nombre al edificio es la envolvente exterior del edificio, que lo protege de los vientos excesivos. Se trata de una pieza compuesta por un conjunto de pequeños elementos metálicos que se ‘tejen’ creando una piel que protege al interior, mostrándolo u ocultándolo. El velo, en la cultura árabe, tiene un significado de “ocultación de la vista” o “barrera” y está emparentada etimológicamente con “pantalla” o “cortina”. El velo tradicional de las mujeres emiratíes, no es únicamente una tela, sino que contiene un pequeño elemento casi-rígido en tono dorado que lo dota de estructura permitiendo que se pueda decorar con cuentas. El velo puede entenderse como una protección del edificio que se ensambla en la cultura local desde un origen cultural que tiene nuevamente que ver, con la comprensión del lugar.

Vista del proyecto. Via Muraba

Vista del proyecto. Encuentro con el terreno. Via Muraba

Vista del proyecto. Espacio bajo rasante. Via Muraba

Dentro del cuerpo del edificio se produce una jerarquización de las viviendas en altura, incluyendo grupos de plantas con dos viviendas, tres viviendas o una única vivienda. Las plantas superiores se reservan para espacios comunitarios: restaurante, piscina y pista de tenis. Bajo la rasante se incluye el acceso principal de vehículos protegidos de la incidencia del sol, y un conjunto de plantas que se convierten en un balneario para relajarse y descansar. La planta de acceso en el exterior se concibe como una topografía lo más natural posible que incluye algunas láminas de agua y palmeras que se formulan como una continuidad del paisaje local.

Interior de un apartamento. via Muraba

La estructura del edificio, de hormigón armado, define la distribución interior del edificio, sin recurrir a tabiquería. La estética y percepción táctil del hormigón está presente en el interior mostrándose de manera honesta. La estructura de hormigón alcanzará los 380m de altura (73 plantas). La estructura emerge del terreno, prescindiendo del zócalo tradicional de esta tipología. La reflexión sobre la construcción en altura tiene su referencia en el concurso para el Chicago Tribune de 1922, donde se experimenta con la tipología. En este sentido la propuesta de Elieel Saarinen o la de Ludwing Hilberseimer prescinden igualmente del zócalo o lo reducen a una mínima expresión, pero es la de Saarinen con el subrayado de los nervios verticales y la proporción de los huecos la que influye en la reflexión tipológica de Muraba Veil.

Parcela de Muraba Veil. Foto: Nuria Prieto

La primera de las torres de Dubái fue proyectada por el arquitecto británico John Harris, quien además desarrolló el primer plan urbano de la ciudad contemporánea en 1960. Situada en una topografía completamente plana y sin referentes, este edificio emergía del terreno de una manera sencilla. El encargo de Sheikh Rashid a Harris constituyó el desarrollo del Dubái contemporáneo. Muraba Veil, es una propuesta muy lejana a los parámetros con los que se proyectó la primera torre de la ciudad, pero su concepto se basa en una comprensión del lugar desde su esencia, desde su cultura y desde las emociones que el paisaje y la naturaleza producen en sus habitantes.

Distrito financiero de Dubái. Foto: Nuria Prieto 

Una creatividad compartida

“[…] una relación que funcione con el medio ambiente se alcanza no por individuos e incluso especies que actúan independientemente, sino mediante una actividad concertada a través de una organización de sus diversas capacidades; es decir, constituyendo un sistema comunal. La adaptación se considera como un proceso colectivo más que individual” Amos Hawley. Ecología Humana

Foto: Nuria Prieto

El respeto por el lugar y su cultura a través de una arquitectura contemporánea es una mirada que se encuentra entre la sociedad y el medio que habita. Los proyectos que nacen del medio y su cultura se convierten en parte del territorio, y pasan a formar parte de la sociedad a través de la percepción colectiva.

“Esta arquitectura, nacida de la creatividad compartida, remite a valores y procesos relacionales en todos los sentidos y se extiende desde esta lógica fuera de la propia disciplina, con una visión holística que abarca algo mayor que la propia arquitectura, que es la vida. Y en la propia vida ensaya que los sueños son posibles”. RCR Arquitectes

 

 


Editado por:

Nuria Prieto. Tectónica

Publicado: Jan 6, 2025

Descargas
¿Quieres que Tectónica sea tu MediaPartner? Descubre cómo aquí