Zilverzijde. Atelier Kempe Thill

Atelier Kempe Thill

“Zilverzijde” Viviendas sociales. Fase 1

88 vivendas sociales y  27 viviendas con terraza y parking colectivo
Tabula rasa Radical
En 2006, encargan a Atelier Kempe Thill el diseño del Bloque 10 en el barrio de Moerwijk, en la Haya, con un total de 88 apartamentos y 27 viviendas adosadas como resultado de la negociación con Vestia, la constructora más grande de Holanda.
Moerwijk es una típica zona reestructurada con edificios residenciales de los sesenta, como muchas otras ciudades de Holanda. Sólo que aquí, las empresas constructoras acordaron la demolición coherente de algunos edificios en lugar de reconstruir los edificios existentes.
La firma KCAP era la encargada de diseñar un plan urbano, que estaba fundamentalmente basado en las calles existentes y la estructura de bloques. Lo que es distintivo aquí, en comparación con otros planeamientos similares, es el hecho de que no es posible cambiar la estructura de la calle debido a las nuevas infraestructuras, así como el hecho de que una operación a gran escala se debería realizar en pequeños pasos de 150 a 250 viviendas. Por esta razón, el nuevo desarrollo se fija sobre las mismas parcelas existentes, con una diferencia sustancial: la profundidad de los edificios ha sido incrementada de nueve metros a aproximadamente trece, y una nueva mezcla de apartamentos y viviendas con terraza más exclusivas. Los apartamentos se sitúan en el límite y forman una “frontera urbana”, mientras que las viviendas adosadas se encuentran al interior en una zona con mayor intimidad.
KCAP había previsto originalmente restringir las alturas a tres en los bloques interiores siguiendo el plan urbano original de Willem Marinua Dudok. Basada en estudios de viabilidad dirigidos por la empresa constructora, estas dos últimas estructuras estaban, sin embargo, destinadas a su demolición. La renovación adecuada de la combinación de apartamentos con la eficiencia energética y acústica habrían excedido el máximo del presupuesto. El plan general y la estructura constructiva tampoco era apropiada para realizar los cambios planificados.
Las impresionantes plantaciones de los patios así como la composición de los árboles en las calles (especies de hoja caduca magníficas) fueron también sacrificadas con el bulldozer; así que tras cincuenta años todo comenzaba virtualmente de nuevo rascando en la base de una consistente tabula rasa, y de hecho con la fascinación por lo virgen, arena limpia y vacía que es tan típica en Holanda, y en la que uno puede soñar con nuevos edificios como el principio de una nueva vida.
Lo que resulta más destacable es la lógica económica en tal operación a gran escala, que últimamente hace la producción de edificios residenciales en Holanda un lujo. Esta operación es solo factible cuando aproximadamente dos veces del espacio útil es construido de nuevo. Finalmente, sin embargo, sólo el mismo número de viviendas que antes fue construido a pesar de doblar la superficie. Además, aproximadamente sólo la mitad de la gente que vivía hace cincuenta años aquí, vivirá en el nuevo barrio.


Un colectivo sin colectividad.
El nuevo diseño para el Bloque 10 es concebido por KCAP como un desarrollo de apartamentos a lo largo de Erasmusweg, que es la vía principal que lleva al centro de La Haya, y además una zona de viviendas adosadas que se encuentra mezclada con apartamentos. Los edificios a lo largo de Erasmusweg sirven como barrera de sonido para la zona entorno y también como límite.
De acuerdo con el análisis de Atelier Kempe Thill teniendo en cuenta el espacio de aparcamiento necesario y el almacén para los apartamentos, que debería situarse en la planta baja, parece claro que sería necesario asumir que el espacio entre los dos edificios se llenaría por completo con aparcamientos. Construir un parking subterráneo sería una práctica antieconómica debido al alto nivel freático. Como alternativa (y similar a un edificios residencia de Ámsterdam-Osdorp), Atelier Kempe Thill propone cubrir el parking con una cubierta verde, que se proyecta como una terraza para el barrio así como una zona común para que los niños jueguen. Las aperturas generosas en esta cubierta se planifican para ventilar el garaje de manera natural. Construir un edificio residencial tan grande desde cero ofrece la oportunidad de crear un gran patio interior.
Los debates sobre esta idea que Atelier Kempe Thill dirige con la empresa constructora no sirven de nada. Rápidamente se hace patente que con Vestia la combinación de adosados con apartamentos llevaría a crear diferencias sociales entre los residentes, lo cual haría el uso compartido de ese patio inconcebible. Vestia es de la opinión que las segundas y terceras generaciones de inmigrantes turcos y marroquíes que han conseguido una cierta prosperidad vivirían probablemente en los apartamentos subvencionados, y que los jubilados holandeses preferirían los pisos más altos. De acuerdo con esta disposición, ninguno de los grupos objetivo estaría interesado en compartir un patio con los otros. El diseño deseado que garantizaba una coherencia óptica separaría ópticamente a los residentes en dos secciones espaciales, ya que ellos, de acuerdo con esta conclusión, sólo se molestarían los unos a los otros.

Acceso por los balcones se mantiene como acceso por los balcones.
Los desarrollos de viviendas en Holanda en los sesenta y los setenta, como por ejemplo los conocidos Bujlmermeer en Amsterdam, se caracteriza en la mayor parte por balcones anónimos que permiten el acceso a las viviendas. Esta forma de acceder es de largo la más económica ya que la pasarela de acceso es un prefabricado de hormigón que se suspende de la estructura del edificio por el exterior sin formar parte de la estructura del edificio.

Debido al anonimato del acceso y del hecho de que los residentes estén completamente expuestos al clima antes de llegar al ascensor o la escalera, el acceso por el balcón, especialmente cuando es muy largo, es una de las críticas principales expresadas con respecto a la arquitectura residencial contemporánea. Atelier Kempe Thill comienza su trabajo diseñando su propio diseño de apartamento proponiendo con cautela varias tipologías de apartamentos con otras formas de acceso. La constructora, sin embargo, ha llegado a la conclusión que solo se buscaban apartamentos de una planta. Los apartamentos de dos alturas necesitan reducir el mínimo ya que este grupo objetivo chocarían con los residentes holandeses, que deberían acostumbrarse a la edad mayor y a la enfermedad. Los apartamentos de una sola planta, que son por definición accesibles en silla de ruedas, podrían, sin embargo, ser accesibles dados los medios de acceso por balcones, que automáticamente resulta en una tipología constructiva que es muy criticada por los sexagenarios. Esta situación, sin embargo se aceptó. Para permitir que este acceso sea accesible en términos arquitectónicos y sociales, Atelier Kempe Thill propone combinar los balcones actuales de los apartamentos directamente con una ampliación. Esta combinación es particularmente apreciada en el caso de los apartamentos para la generación “más de 55” ya que facilita mayor contacto social.

Panoramawoning o Doorzornwning
El estándar de apartamento deseado por la constructora equivale a 90 metros cuadrados con dos dormitorios. Las dimensiones entre los ejes de construcción que permite que los apartamentos y el garaje se coordinen es de 7,20m. Casi todas las dimensiones interiores, así como la posición de los fregaderos o lavabos está definida por el preciso sistema normativo Woonkeur, que normalmente se aplica a las viviendas de protección oficial o subvencionadas en Holanda. Con este plan básico, sólo se pudieron diseñar dos tipo de apartamento, casi de manera automática: el primero el doorzonwoning con el espacio de estar atravesando el edificio de un lado a otro, y un dormitorio en cada fachada. Y el segundo el panoramawoning, en el que el espacio de estar ocupa un lado mientras que el otro está ocupado por dos dormitorios. Aquí, Vestia decide hacer una variante en el programa, que proporciona al edificio un generoso salón y una vista del parque y de Erasmusweg. Esta idea pudo hacer posible el diseño de una fachada para todas las salas de estar completamente acristalada con un ancho de 4,5m de vidrio fijo y 2,5m de ventana corredera. La esquina de los apartamentos se acristaló permitiendo que la sala de estar se extendiese hasta la esquina. Todos los acristalamientos van de suelo a techo, lo cual significa que las cortinas pueden colgarse en el intersticio que queda entre el techo y éstos. Las conexiones con las ventanas se minimizan en la parte inferior así como en los lados para crear una apertura visual mayor desde el interior al exterior. Los dormitorios de los lados accesibles desde los balcones también tienen generosas ventanas a pesar del restringido presupuesto de carpintería.

“El piso de oro”
La apariencia exterior del edificio se define por el color dorado de todos los elementos metálicos de la fachada exterior que también forman una conexión con la atmósfera residencial de otras zonas de La Haya. Las carpinterías de aluminio extrusionado así como las chapas de metal finamente corrugadas están realizadas con un sutil color dorado. EL objetivo de esto es dar a l edificio un discreto toque de notabilidad y romper conscientemente el estigma social de que la construcción de viviendas sociales no sólo tiene que ser barata, sino además, parecer barata. Este efecto es particularmente importante en la fachada superior, que debido a la estructura económica de la propuesta sólo permite algunas pocas ventanas y resulta bastante opaca.
En las dos fachadas principales que dan a Erasmusweg y Wildenborghstraat respectivamente, el acristalamiento domina la fachada. Esto proporciona al complejo una distinción pública y un carácter al exterior, mientras que los dormitorios se caracterizan por su carácter privado hacia el interior. Los grandes acristalamientos tiene una relación armoniosa con el conjunto del edificio, lo que significa que la escala total puede ser fácilmente comprensible para los observadores.
Los detalles de las dos fachadas representan un gran desarrollo con respecto a otros proyectos en Ámsterdam-Osdorp y Zwolle. Esta situación es particularmente notable ya que es posible conseguir una reducción mucho más alta del impacto sonoro de más de 28 decibelios como resultado en la fachada hacia Erasmusweg, una situación que refleja los altos requerimientos de todos los elementos constructivos.
Las dimensiones del acristalamiento son mayores que en proyectos previos y las carpinterías aún menores, con el objetivo de hacer que los paneles y en general todo el edificio pareciesen más generosos. Los revestimientos son lisos, sino que son de aluminio extrusionado, perfilería fabricada específicamente para el proyecto para crear una imagen compacta en cada uno de los detalles. Y para dar más luz al edificio, los paneles entorno a las esquinas no tienen perfil en la esquina y sólo van pegados.
A las viviendas adosadas se accede desde la calle mediante puertas corredera. Los buzones se ejecutan en conjunto con los acristalamientos integrando bandas de aislamiento.
Fue posible responder a las necesidades de Vestia en cuanto a la facilidad de uso de las puertas correderas/deslizantes en los salones, cuyo peso excede los 250kg utilizando un modelo a escala 1:1. Con este modelo, se probó la impermeabilidad al viento y a la lluvia, que además pudo ser probado por los potenciales residentes.
En resumen, es posible decir que con respeto a la fachada y un presupuesto muy ajustado, las desviaciones con respecto a los estándares habituales en esta construcción fueron únicamente posibles a través de una forma consistente y detallada forma de trabajo con las mínimas desviaciones posibles. Esto se basa en la creencia de que concentrándose en apenas algunos detalles, y diseñándolos de manera crítica con respecto a todas las cuestiones técnicas, es posible conseguir no sólo resultados convincentes sino innovaciones técnicas. Para los grandes proyectos de construcción holandeses, no hay posibilidad de confirmar alguna equivalencia entre una estrategia de “customización en masa” con pequeñas adaptaciones individuales y una “consistencia fordista”. Con la estrategia de la repetición seriada, se hace más fácil responder al riesgo y reducir el la libertad de diseño que se conecta con ello, sobretodo en el caso de grandes proyectos, y con clientes que tienen aversión a discusiones persuasivas.

EL bloque 10 tiene un futuro orientado en términos energéticos: además de varios estándares, como recuperación del calor, ventilación mecánica y fachadas bien aisladas con protección solar, que son básicas en cualquier proyecto de Atelier Kempre Thill, toda la energía del edificio está obtenida mediante sistemas geotérmicos.

 

Ficha técnica

Autoría: Atelier Kempe Thill

Localización: The Hague, Holanda

Año: 2006-2012

Fotografías: Architektur-Fotografie Ulrich Schwarz


Editado por:

CQ Tectónica

Publicado: Sep 11, 2012

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