Construida en 1929 por los hermanos Bräm, la Sihlpost es un edificio patrimonial considerado como un icono del “Neues Bauen” suizo. Este estilo marcó el camino hacia la modernidad en la arquitectura de Zurich. Siendo una gran novedad en su tiempo, la estructura moderna de hormigón armado fue diseñada por Robert Maillart, empleando forjados fungiformes. EL edificio se encuentra en la ribera del río Sihl, y se caracteriza por su larga fachada de 123m de largo, 800 ventanas y su distintiva torre que ha resultado ser un elemento reconocible del paisaje urbano. Durante su restauración, que se llevó a cabo según las directrices de preservación patrimonial, los espacios interiores fueron renovados creando también un nuevo acceso. La planta baja acomoda ahora restaurantes y tiendas. Con su nueva imagen, Sihlpost se constituye en un preludio del nuevo desarrollo urbano del barrio de Europaallee.
Desde los años treinta, Sihlpost era el edificio principal de los servicios postales en Zurich, albergando también las oficinas del Swiss Bundesbahn. Con su estilo Neues Bauen, ha sido considerado como el punto de contraste con respecto a los edificios palaciegos del Fraumünster Post. El planeamiento urbano del barrio ha colocado a este edificio en una posición central respecto a la densificación del conjunto. Gracias a su torre distintiva, ahora sirve como un elemento destacable del conjunto, mientras que conectan el rico estilo del Bahnhofstrasse con el nuevo Europaallee.
En cooperación con la asociación de conservación de Zurich, se crearon una serie de líneas de trabajo para guiar el proceso de rehabilitación del edificio histórico. El uso original de la planta baja se preservó, aunque se añadieron usos nuevos como restaurantes y café. La característica fachada larga de Kasernestrasse se ha mantenido, siendo definida por las ventanas y la estructura metálica vista. Cerca de los aleros se ha dispuesto una fenestración que permite acomodar un restaurante en un su interior. Tras las ventanas restauradas, se añade una fachada interior para mejorar la capacidad acústica y aislante del edificio. Se han producido también ajustes cromáticos resultando en una conexión exitosa de tradición y modernidad. Lo mismo se pone de manifiesto en la característica torre del reloj, cuya nueva pintura oscura permite una mejor lectura de la tipografía amarilla.
Los espacios interiores han sido completamente renovados. Para poder asumir el número cada vez mayor de visitantes, se ha proporcionado un nuevo acceso a través de dos ascensores situados tras las escaleras. Gracias a la eliminación de los antiguos ascensores en los espacios centrales, las escaleras tienen ahora mayor protagonismo espacial. El estado actual permite una vista vertical que se extiende a todas las plantas.
La entrada principal desde Kasernestrasse se ha ampliado a través de otros accesos secundarios en la planta baja; éstos llevan desde la parte posterior del edificio a las plantas superiores, permitiendo un acceso independiente a los estudiantes de la escuela de negocios KV Zurich. La cubierta presenta referencias a todas las preexistencias del edificio, así como en la planta baja se puede percibir la materialidad de la estética anterior. Construido en hormigón armado, el material cobra mayor importancia especialmente tras el tratamiento oscuro y la posición respetuosa respecto de la estructura original, actuando como unión entre lo viejo y lo nuevo.
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