Punto de información – urbanización provisional de Glories. peris+toral arquitectes

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El edificio temporal forma parte de la urbanización provisional de la plaza de las Glorias de Barcelona. El programa funcional es un espacio de información, una zona de exposición sobre las obras de transformación de la plaza y un punto de alquiler de bicicletas eléctricas.
La pieza se apoya sobre la encrucijada de dos recorridos peatonales. Uno que atraviesa la plaza en dirección mar-montaña y otro que define un eje que conectará con los otros dos equipamientos provisionales: el vivero de encinas y la nueva pérgola.
Ante la presencia de edificios de gran escala del entorno, se propone una pieza lineal que minimice su presencia, mediante una envolvente que difumine su contorno y que sea lo más permeable posible tanto al paso como a la mirada.
La condición efímera del edificio provisional, desmontable y reutilizable, determina la elección del sistema estructural: un andamio capaz de minimizar su huella en el territorio y una materialidad acorde con el contexto de las obras.
El andamio actúa, además, como soporte de tres envolventes: una piel impermeable y translúcida de policarbonato, una malla de sombreo que filtra la radiación solar y una malla metálica de protección que cierra el edificio. Cada envolvente tiene diferente ocupación y volumen. De manera que la superposición de las tres pieles pierde presencia en los extremos del edificio, donde se generan dos umbrales protegidos por el cerramiento de mallas metálicas de triple torsión. En estos ámbitos, una red de obra suspende las bolas con el logotipo que identifica el edificio.
El carácter exteriorizado del edificio-pasaje, remarcado por la presencia de un patio y un árbol, requiere de dos módulos de estructura prefabricada de caseta de obra para acoger el programa interior con mayor equipamiento y servicios.
De día, según la posición del sol, las transparencias, sombras y reflejos logran tanto desde el interior como desde el exterior una percepción cambiante del edificio.
De noche, al colocar la fuente de luz artificial, a ras de suelo, entre la envolvente de policarbonato y la malla de sombreo, se logra iluminar el espacio intersticial, de manera que nunca se ve la fuente de luz. Ambos materiales actúan como difusores, iluminando el espacio interior del edificio. Desde el exterior, la superposición de envolventes genera una aureola de luz que difumina los límites del edificio.