
Situada en uno de los accesos principales de la ciudad de Bruselas, el edificio es una operación de vivienda abierta y al mismo tiempo el buque insignia de la nueva identidad del barrio. El edificio proporciona una base cómoda y sólida para las necesidades familiares y al mismo tiempo se abre dando la bienvenida a aquellos visitantes que entran en la ciudad. Tiene la vocación de ser una arquitectura de todos.
Esta construcción cierra una parcela triangular, y se desarrolla mediante una piel suave de ladrillo texturizado que permite jugar con la luz siempre cambiante del cielo belga. Este "guión" se hace eco de lo que le rodea, se llena de detalles, especialmente de los elementos
art déco de los edificios colindantes y de los rasgos de la impresionante infraestructura ferroviaria próxima.
Concepto
Como muchos proyectos en Bruselas, el edificio tenía que hacer frente a un contexto fascinante pero difícil. Para enfrentar la parcela que es pequeña, irregular, ruidosa y fundamentalmente orientada a norte, el edificio utiliza claves arquitectónicas esenciales. El edificio desarrolla apartamentos en torno a un patio abierto al sur y una escalera que se conecta con otras escaleras individuales, permitiendo movimientos en el interior del volumen y vistas kilométricas del paisaje belga. Los planos y las circulaciones son intricados y la sección es progresiva creando dobles alturas y proporcionando a los apartamentos una construcción de carácter perenne, así como espacios exteriores, vistas impresionantes y numerosas experiencias espaciales.
Siendo un sistema que forma parte de otro mayor, fueron muchas las expectativas que desde todos los ángulos, se pusieron sobre este edificio.
Se siguió un proceso muy exhaustivo para establecer un diálogo con los habitantes y los diferentes componentes y administraciones. Esto permitió explicar, desarrollar y solucionar muchos temas urbanísticos sin romper las regulaciones municipales.
Construcción/ Materiales y estructura
Debido a que el edificio da cobijo a gente con pocos recursos y ya que las viviendas sociales no deberían ser tratadas de manera diferente a un edificio de prestigio, el proyecto se ha desarrollado para permitir una base sólida en la que vivir. La construcción es cómoda y perenne: "puedes dormir a pierna suelta" y "puedes clavar cuadros en las paredes".
Con una envolvente muy aislada, triple acristalamiento, ventilación regulada con recuperación de calor y paneles de producción de agua, el edificio es una construcción pasiva con un gasto de 15kwh/m2. El consumo y comodidad de los usuarios está garantizado, al margen de que abran o no las ventanas. Los costes de mantenimiento han sido reducidos al máximo para evitar el uso de aire acondicionado, equilibrando la exposición y permitiendo la entrada de luz natural. El edificio carece de ascensor, de manera que los habitantes pueden disfrutar de las vistas mientras acceden a su casa.
Los detalles especiales, como eliminación de puentes térmicos, se desarrollaron en obra para conseguir que la potencia de la fachada de ladrillo se viese destacada. Una textura fuerte, pero suave para permitir el juego de la luz y convertirse en un tributo a las fachadas
art déco de la zona.
Descarga *.pdf con más información AQUÍ