Kazematten. Govaert & Vanhoutte architectuurburo

Bajo los contrafuertes de una muralla fortificada, permanecen los restos de, el que fue una vez, el gran complejo fortificado de Ypres, llamado ‘Kazematen’.
Construido en 1680 por un mariscal francés como parte de un gran proyecto de fortificación de la ciudad de Ypres, los ‘Kazematten’ son ahora conocidos por su rica historia. Tras la independencia de Bélgica el complejo fue demolido en su mayoría para permitir la expansión de la ciudad. Los ‘Kazematten’ se libraron de este destino debido a la falta de fondos. En la Primera Guerra Mundial, las cinco bóvedas sirvieron de panadería. En la Segunda Guerra Mundial se utilizaron como almacenes o refugios antiaéreos, porque las bóvedas forman un excelente escudo frente a los morteros. Incluso antes de la renovación, la construcción subterránea estaba en buenas condiciones, a pesar de su uso como refrigeradora y otros propósitos varios durante la década de los sesenta, que hicieron más daño a la estructura que todos los años de infiltraciones de agua.

El monumento clasificado consiste en una unidad de cinco espacios individuales que se cierran desde la calle mediante una puerta doble. Las conexiones internas entre los cinco espacios son muy limitadas o en algunos casos no existentes.

La reconversión se organiza a través de un grupo de trabajo de Ypres y se enmarca dentro de las normativas impuestas por la Unión Europea. Se dibujó una nueva variedad de funciones: una mesa de información, un restaurante, instalaciones higiénicas, una sala de reuniones para 100 personas, un espacio de exposición y un espacio multiusos. Debido a la particular división e interrelación entre los espacios existentes, resultó crucial desarrollar una organización distintiva para el nuevo esquema de funciones. Como resultado nos centramos en la proximidad del bar/restaurante (conectado a las instalaciones higiénicas), la zona de recepción (conectada a maquetas de gran escala y venta de souvenirs) y la sala de reuniones.

La sala de recepción en la segunda zona funciona como elemento de conexión entre las tres primeras bóvedas. la primera bóveda contiene la sala de reuniones. A través de las puertas existentes a la segunda bóveda, la sala de reuniones se conecta con el restaurante. De esta forma la primera bóveda puede funcionar como apoyo del restaurante o para diversas actividades. La tercera bóveda alberga la el mostrador de información y la sala de exposiciones. Las conexiones internas entre el bar y la zona de información se realizan también a través de los huecos existentes. De esta manera preservamos el espacio existente al máximo posible e hicimos posible que el complejo pudiera ser parcialmente expuesto al público sin necesidad de organizar los espacios de manera individual.

El diseño preserva los materiales originales al máximo y restaura únicamente su contenido histórico. Las pocas nuevas funciones que se implementan, como la entrada, las instalaciones higiénicas y el bar/cocina tienen un distintivo carácter moderno, creando un diálogo entre viejo y nuevo. Esto reforzará el contenido histórico.

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