Iglesia de peregrinaje de María, Reina de la paz. Gottfried Böhm

En el siglo XVII la imagen milagrosa de la Inmaculada es llevada a Neviges, convirtiendo a esta población en un importante centro de peregrinación. En 1960, la dirección de esta iglesia decide construir un nuevo edificio sobre el monasterio franciscano y su iglesia de peregrinaje tardo-barroca. El concurso restringido ganado por Böhm daría lugar al encargo, asesorado por el cardenal Frings quien inicialmente había rechazado el proyecto por considerarlo muy exagerado y amanerado.

La ruta procesional que lleva a la iglesia se compone de escalones irregulares que llegan hasta el acceso, es un camino rodeado de árboles y vegetación. A la izquierda de éste se encuentra un albergue para peregrinos. También se había planificado otro grupo de edificios al lado derecho que no se construyeron al recortar el programa, al igual que la decisión de no construir campanario. A pesar de todas estas reducciones, el volumen de la iglesia entendido como una masa continua y de carácter monumental es la manifestación intencionada de una arquitectura contemporánea religiosa en hormigón. El edificio se convirtió en uno de los mayores de la archidiócesis de Colonia, y tiene un aforo de 7000 personas.



El espacio interior de la iglesia está pavimentado con el mismo hormigón que el exterior, incluyendo remates de ladrillo. En el exterior el paseo entorno a la iglesia está decorado con esculturas de Elmar Hildebrand. El hormigón que forma el cerramiento de la iglesia no se encuentra aislado ni impermeabilizado debido a su alto coste. Su comportamiento térmico durante el invierno no es bueno, aunque cabe destacar que se pretendía utilizar únicamente en verano, por lo que se tuve que instalar, posteriormente, un sistema de calefacción.