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Hemos alquilado los bajos de una casa, de 4x18metros, tipología típica de principios del siglo XX en Cataluña. El local era un antiguo taller. Dando a la calle tiene una gran puerta de madera que daba acceso a un único espacio interior. En la parte trasera había un baño y un porche abierto a un patio orientado al sur. Este patio era originalmente una balsa.
La intervención se ha centrado básicamente en dos ámbitos: la entrada y el patio de atrás. En la entrada se ha reciclado una puerta y una vidriera antiguas, situadas a 1,8 metros de la fachada, generando así un porche abierto a la calle. En la parte trasera se ha cubierto parte del patio con una estructura ligera de acero y vidrio, ganando un espacio que utilizamos como sala de reuniones. El baño al aire libre es ahora interior. La galería es un captador de energía para el invierno, y durante el verano se convierte en un porche, ya que queda protegido del sol con un toldo colocado por encima del vidrio.
En el interior, hemos mantenido el techo y las paredes originales convertido una de ellas en un estantería continua que se utiliza como biblioteca / archivo. Todo el pavimento es una tarima de madera, por donde pasan las instalaciones. Hemos aprovechado el mobiliario del antiguo estudio de los años sesenta generado un gran espacio central de trabajo.
Una escalera de acero conecta la galería con el patio trasero.