Espai Natura, bloque de viviendas de BAILORULL

El edificio Espai Natura es una promoción de vivienda colectiva que forma parte del proyecto HAUS, una colaboración del estudio BailoRull Arquitectura y la gestora de proyectos Marcove dirigida a aportar nuevos estándares de salubridad a la construcción residencial y mejorar el bienestar de los usuarios y el entorno.

Foto: José Hevia

Programa residencial

Situado en Sant Cugat del Vallès, el edificio está formado por un único volumen escalonado y compacto, que se adapta a la topografía de la calle.

Alzado este. Ver pdf

Con unas dimensiones en planta de 50 m de largo por 13,5 m de fondo, y estructura de hormigón armado, Espai Natura plantea una tipología de vivienda amplia y flexible. Un lugar capaz de adaptarse en programa y usos a las necesidades funcionales que en cada momento puedan surgir por parte de aquellos que las habitan.

Foto: José Hevia

El volumen está compuesto por 16 viviendas pasantes (4 por planta), de aproximadamente 140 m² cada una. Cuentan con cuatro habitaciones, una principal y tres dobles, tres baños completos, vestíbulo, sala de estar y comedor pasantes, cocina, lavadero, y han sido organizadas a través de espacios amplios y diáfanos.

Planta de acceso. Ver pdf

Foto: José Hevia. Sección transversal. Ver pdf

Con el fin de mejorar el comportamiento energético del edificio, y aprovechado la buena orientación del bloque, se han diseñado unas galerías y balcones de 1,8 m de ancho que, al igual que las que caracterizan al ensanche barcelonés, proporcionan a cada vivienda un espacio de uso polivalente que funciona además como colchón climático.

Foto: José Hevia

Alzado oeste. Ver pdf

Salubridad: criterios de diseño

El proyecto se ha desarrollado con criterios como la optimización de los niveles térmicos, bioeléctricos y lumínicos, la mejora de la calidad del agua y del aire y la minimización el impacto de los campos eléctricos y magnéticos, así como la toxicidad de las pinturas. Además, a través de la utilización de proveedores y materiales de proximidad, se ha garantizado la responsabilidad y la coherencia con la que se ha abordado este proyecto.

Foto: José Hevia

El comportamiento térmico del edificio se ve mejorado por la influencia que ejerce la incorporación del colchón climático. Esta segunda capa incorporada al edificio protege del calor en verano a través de persianas regulables, por su situación en la cara sudoeste, y aporta calor en invierno permitiendo radiación solar.

Foto: José Hevia. Esquemas climáticos. Ver pdf

Otra aportación destacable es la presencia del intercambiador térmico incorporado en el sistema de ventilación que permite que el aire entrante de invierno gane temperatura al entrar en la vivienda y en verano la pierda. Esto disminuye el esfuerzo energético que hay que realizar para llegar a la temperatura de confort. Esa temperatura de confort la logramos gracias también al doble termostato que separa y trata de manera desigual la zona de día de la zona de noche.

Foto: José Hevia

Lo que conocemos como instalación eléctrica biocompatible consiste en trazar las líneas de paso de corriente eléctrica atendiendo al uso de cada habitación y a la ubicación de camas, escritorios, etc., tratando de respetar las zonas de descanso y de trabajo estático para que no presenten niveles de carga electroestática o electromagnética altas. También se ha instalado un Bio Swicth para eliminar la presencia de corriente en las horas en las que no haya demanda de la misma. La pared que separa la cocina de una de las habitaciones, con toda la instalación de electrodomésticos, está apantallada con pintura de grafito para evitar que estos campos molesten a la persona que duerme en la habitación adyacente.

Planta segunda. Ver pdf

Foto: José Hevia

La calidad interior del aire se atiende mediante la instalación del sistema de ventilación de doble flujo que permite tener la casa permanente ventilada, con aire fresco, niveles de CO₂ cercanos a 400 ppm y con una presencia de micropartículas menor que si ventiláramos por el sistema tradicional, gracias a los filtros que incorpora. Tanto las pinturas, sin emisiones de COVs, (Cuerpos orgánicos volátiles) como las maderas, con niveles de formaldehidos cercanos a cero, ayudan a que la calidad del aire interior sea muy buena.

Planta tercera. Ver pdf

Construcción

La fachada de poniente se resuelve con una galería con cerramientos ligeros de madera de castaño y vidrio formada por tres capas: fachada de transición, espacio colchón y fachada de cierre que se resuelve con piezas de hormigón prefabricado a modo de brise soleil. Su sección constructiva favorece la producción de calor en invierno, manteniendo el espacio colchón cerrado, y protege del calor en verano al mantener el espacio galería abierto para la ventilación.

Detalle de la galería climática. Ver pdf

La fachada interior se resuelve con un balcón corrido con una barandilla permeable que permite las vistas al paisaje desde la vivienda. Las soluciones pasivas propuestas en Espai Natura, la distribución, la tipología y la galería, permiten el control solar y térmico del edificio, solución, entre otras muchas, que hace posible que no sea necesario la utilización de aire acondicionado, y por tanto, hacen la propuesta más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Foto: José Hevia. Detalle constructivo de la galería. Ver pdf

Eficiencia energética

Espai Natura es el primer edificio residencial de más de seis viviendas en el estado español que recibe la certificación de “cuatro hojas verdes” que otorga el Green Building Council España. Es también uno de los primeros edificios residenciales en el estado que consigue la certificación energética A. El edificio ha sido reconocido con una selección en la categoría Arquitectura de los premios FAD 2018 y como finalista en la XV edición de los Premios Catalunya Construcció 2018, en el apartado de Innovació en la Construcció. 



Foto: José Hevia