Escuela Baan Huay Sarn Yaw. Vin Varavarn Architects

El 5 de Mayo de 2014 un fuerte terremoto de 6,3 en la escala de Ritcher se produjo en la provincia de Chiang Rai al norte de Tailandia, destruyendo 73 escuelas y afectando a unos dos mil estudiantes. A iniciativa de una red sin ánimo de lucro llamada Diseño para Desastres (Design for Disasters D4D), se lanzó un programa de recuperación para diseñar y construir nueve nuevas escuelas resistentes a los terremotos, en las áreas más afectadas. Para ello se encargaron los proyectos a nueve arquitectos tailandeses emergentes, uno para cada escuela. La Escuela de ingenieros de Tailandia y el Colegio de ingenieros de Tailandia ofrecieron su apoyo en la tarea. La asociación de contratistas de Tailandia unió a varias empresas constructoras mientras que la la Asociación de Arquitectos de Siam proporcionó la asistencia técnica necesaria y buscó las donaciones públicas necesarias para conseguir suficiente dinero para los materiales de construcción.

A Vin Varavarn Architects se les asignó la escuela de Baan Huay Sarn Yaw. La escuela necesitaba tres nuevas clases para estudiantes de secundaria que venían de familias tribales. Los requerimientos de diseño especifican que el edificio deba de ser sismoresistente, fácilmente construible por trabajadores locales y requiere el menor presupuesto posible. La mayoría de materiales seleccionados han de ser ligeros para reducir el momento horizontal causado por el peso del edificio durante el terremoto.

Nuestro principio de diseño fue el de no crear las típicas aulas, sino espacios de aprendizaje que permitan vivir la atmósfera a los niños que han sido víctimas del desastre. Para el diseño, propusimos combinar tres clases en un solo edificio para minimizar el consumo de terreno. Cada clase está perforada por pequeños vestíbulos que se pueden utilizar para que los estudiantes dejen sus zapatos y para reducir el ruido entre las clases.

La inclinación de la colina ha sido utilizada junto con la arquitectura para crear un espacio bajo el edificio al exterior y semicubierto. Los materiales naturales han sido la propuesta para varias zonas seleccionadas para ilustrar precisamente cómo los materiales locales pueden sustituir a los modernos y más caros materiales y, al mismo tiempo, armonizar la arquitectura en su contexto. Todos los elementos estructurales necesarios e han diseñados para estar expuestos para tener una mayor sensación de solidez y seguridad y para reducir costes de acabado innecesarios.

Una de las características de diseño que nos gustaría mencionar es el uso de estanterías de bambú que se instalaron a lo largo de todo el edificio para proporcionar espacio y para colocar macetas con plantas coloridas de las que cuidarían los estudiantes. Las estanterías sirven también como medida de seguridad que previene a los niños de caídas y crea una atmósfera cálida y agradable tanto en el interior como en el exterior del edificio. Las macetas con plantas representan nuestro mensaje para recordar a los niños que a pesar de la dureza y crueldad de las realidades causadas por los desastres naturales, la naturaleza puede darnos también belleza y alegría casa día de nuestras vidas.

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