DESCARGAR AQUÍ PDF CON MÁS INFORMACIÓNImaginemos la figura de un hombre de pie en una barca.
Se trata de un hombre que lucha por encontrar una posición de equilibrio en un medio que está en movimiento. No puede descansar porque el vaivén de las olas le obliga a realizar continuamente pequeños desplazamientos para alcanzar sucesivas posiciones de equilibrio. Un despiste, un error, un movimiento excesivo y se expone a caer derribado. Está sometido a unas condiciones que le fuerzan a mantener un equilibrio inestable, concentrado, atento a cualquier acción para poder reaccionar a tiempo.

Esta es para nosotros una imagen de los tiempos que nos ha tocado vivir.
Nuestro medio ya no presenta la seguridad de otras épocas, los cambios son continuos y sentimos que estamos expuestos a múltiples adversidades. Este panorama nos obliga a estar siempre al acecho, inquietos, en movimiento.


El solar destinado para la construcción de un Centro de Salud en A Picota, municipio de Mazaricos, está situado en la esquina de una gran explanada, realizada para otros fines, que modificó sustancialmente las características del lugar. Toda presencia del medio natural se produce alrededor del terreno, quedando reducida al paisaje circundante. Es como construir en el borde de una mesa, es un lugar nuevo, diferente.

El proyecto acentúa la condición inestable y extraña del lugar al ubicar sobre una plataforma elevada sobre el terreno, un conjunto de volúmenes que se desplazan entre sí. Unos árboles tensados con cuerdas aumentan la impresión de estar ante un sistema que en cualquier momento puede cambiar.
Estos cuerpos reciben exteriormente un tratamiento claramente diferenciado en función de los materiales y colores con que se construyen. El basamento se realiza en hormigón pigmentado en negro, la planta baja en hormigón pigmentado en blanco, la planta primera en hormigón gris y el cilindro acostado en la parte superior se recubre con zinc lacado en rojo.
Las puertas y contraventanas exteriores de corredera intensifican, con su movimiento, la sensación de desplazamiento de los distintos elementos que componen el edificio.

Los rigores del clima y el aislamiento del inmueble en su entorno, nos hacen pensar en una construcción sólida que ofrezca protección frente a posibles agresiones. Se considera la utilización de un conjunto de patios en varias zonas del inmueble para poder habitar el espacio exterior en unas condiciones más amables para los usuarios.
Poco se adivina desde fuera del interior. No se intuye como es. Atravesando el patio de entrada descubrimos un espacio amplio y luminoso que induce al descanso. Se ha cuidado especialmente la sensación de reposo y de tranquilidad que deben emanar los edificios destinados a este uso, procurando generar un ambiente sosegado que favorezca el bienestar.



Una vez dentro, una escalera amplia asciende, con tramos decrecientes y suaves, hacia la luz que, desde el fondo de un espacio a doble altura, ilumina el interior de una gran sala que articula el funcionamiento de todo el conjunto.
Alrededor de los patios se agrupa una serie de sectores: la zona de pediatría dispone de un patio abierto al sur que cubrirá con una enredadera al extenderse sobre unos cables, la consulta de la matrona tiene un pequeño patio con un árbol que marca, con el paso de las estaciones, el ritmo vital que regula la gestación de las pacientes, y la zona de personal disfruta de la presencia de un patio parcialmente cubierto.
Se han elaborado con singular interés las transiciones y los umbrales de paso entre las distintas zonas, con la intención de conseguir una sensación espacial armoniosa donde nada perturbe la estancia.
La planta primera tiene una sala de espera común que recibe la luz desde el frente de las consultas de los facultativos, que a su vez se iluminan en sus extremos diferenciando las funciones que se realizan en su interior.
El almacén de material sirve de acceso al volumen cilíndrico en el que se aloja el cuarto de máquinas del ascensor.

Los pavimentos son de terrazo y de madera en los patios, y los paramentos se recubren con un tablero acabado en formica en formación de zócalo que se presenta totalmente enrasado con el rodapié, el revoco y los marcos de puertas y ventanas. Unos estores ocultos permiten proteger el interior de las vistas no deseadas sin perder iluminación natural. Se han utilizado unos vidrios con textura para no percibir ningún reflejo.
Texto: Jose Manuel Peña
Maquetación: BLC
DESCARGAR AQUÍ PDF CON MÁS INFORMACIÓNObra: Centro de Salud en Mazaricos
Arquitecto: Jose Manuel Peña Serna
Colaboradores: David Carvajal Rodríguez-Cadarso, Rosa Aguado López
Año: 1999-2002
Emplazamiento: Mazaricos, La Coruña, España
Fotografías: Jose Manuel Peña Serna
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