Centro de integración escolar, profesional y deportiva. Albert Faus

En una esquina de la Maternelle –guardería– VALENCIA que la Fundación Amigos de Rimkieta (FAR) tiene en el barrio de Rimkieta de Ouagadougou existía un rincón especial, una especie de “aula bajo palio” junto a un pequeño almacén lleno de prendas deportivas y balones de fútbol, al que se entraba cruzando la hermosa sombra de un arbusto bien podado. Era la primitiva Aula para los niños de la calle.
El encargo fue proyectar un nuevo edificio en unas parcelas vecinas donde agrupar las actividades escolares y deportivas pues el espacio original había quedado obsoleto. El programa consistía en un aula para 20 niños, un despacho de profesores, un vestuario para 20/30 niños, una zona de duchas (8) y una de baños (4).
Finalmente la intervención supuso 145 m2 de construcción -215 m2 bajo cubierta- más la realización del muro de cierre.
Se mantuvo esa idea de la antigua aula de unos muros bajo un porche y se construyeron unos cerramientos y divisorias con paredes de fábrica de ladrillo BTC sin techo interior salvo en el despacho. En el cierre de la parcela se utilizaron bolos de roca laterítica dispuestos a modo de muros de piedra seca que junto con las fachadas de ladrillos de tierra y la plantación de acacias permite dar calidez a ese tramo de calle en contraposición a los fríos e inacabados paramentos de bloque de mortero de cemento que predominan en las cercanas construcciones.

Nos encontrábamos en Rimkieta, uno de los nuevos barrios de la capital emergidos los últimos años para absorber el fuerte crecimiento demográfico así como la migración que se está produciendo del campo a la ciudad. Un entorno poco consolidado y falto de servicios básicos como electricidad, agua o saneamiento. Nuestros vecinos inmediatos eran por un lado la imponente mole de la Maternelle VALENCIA y, por el otro, desperdigadas construcciones realizadas en bloque de cemento que uno no sabe si están a medio construir o derribar…
Dado que todo el programa podía realizarse en poco más de 140 m2, lo que significaba ocupar únicamente una quinta parte de la superficie de la parcela, parecía baldío tratar de establecer relaciones entre pequeñas edificaciones que diesen cabida a cada uno de los usos en la totalidad de los 675 m2 de propiedad. En su lugar se buscó consolidar el frente a la calle dando el ancho necesario al edificio para llegar a la superficie de programa prevista. De esta manera se conseguía cierta relación con la linealidad que en la misma calle genera el muro y los árboles de la Maternelle al mismo tiempo que se liberaba espacio en el interior de la parcela para futuras ampliaciones o para realizar actividades complementarias a la formación y el deporte.
El programa consta de dos actividades diferenciadas, la alfabetización de chicos de la calle y la escuela deportiva. La entrada sensiblemente descentrada permite distribuir a cada lado de la misma los diferentes usos; en el lateral este se ubica la sala de profesores y el aula de formación y al oeste los vestuarios, duchas y baños. Las letrinas se colocan en el extremo occidental de la parcela para aprovechar la ventilación natural de los vientos predominantes de este que permitirán evacuar los posibles malos olores fuera de nuestra parcela afectando mínimamente al resto de estancias.
La construcción descansa en una cimentación de hormigón ciclópeo sobre la que se construye un murete base de 40 cm de altura que permite absorber el ligero desnivel longitudinal de la parcela. Este murete contiene una viga riostra perimetral de hormigón armado. El interior se rellena con las tierras provenientes de la excavación y una vez compactado se realiza una solera de hormigón en masa con adición de óxido de hierro, lo que confiere un acabado de color rojizo a todo el pavimento.
Sobre esta plataforma resistente se construyen muros de fábrica de ladrillo BTC (ladrillo de tierra comprimida). Estos ladrillos son una mezcla de tierras lateríticas seleccionadas, estabilizadas con un porcentaje del 7% de cemento y comprimidas en prensa neumática. Aunque la incorporación de cemento aumenta la impermeabilidad de las piezas, lo óptimo es evitar el impacto de lluvias directas sobre sus paramentos pues acaban erosionándolo de manera importante. Por ello se dispuso el edificio exponiendo la menor superficie posible de fachada según la orientación más frecuente de las precipitaciones, en el caso de Ouagadougou, la este.
Se remata la construcción con una cubierta superior totalmente exenta a fin de evitar al máximo el asoleo directo en los muros y poder evacuar rápidamente el agua de lluvia. Una especie de parasol-paraguas de estructura metálica y cubrición con placas grecadas galvanizadas. Únicamente se techa la pieza de sala de profesores con una losa maciza de hormigón armado de 12 cm de espesor. El resto queda abierto superiormente hasta la plancha metálica lo que facilita la iluminación y ventilación natural. La pendiente de la cubierta se abre hacia norte, mira al espacio abierto interior de la parcela, y recoge al visitante en el frente de la calle. El agua de lluvia por tanto evacua directamente sobre los árboles plantados por FAR en el lugar.

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