BAJO IMPACTO AMBIENTAL
Entendemos que intervenir en un paisaje privilegiado como lo es el bosque de Mar Azul implica hacer una obra que le pertenezca, que surja integrada al mismo, que parezca que siempre estuvo ahí. Para que esto suceda es necesario “saber escuchar" lo que el sitio nos comunica, es importante que los primeros acercamientos estén libres de prejuicios respecto del lugar para poder captar no solo los datos tangibles y por lo tanto calificables y mensurables, sino aquellas atmósferas que el lugar nos brinda y que sólo podremos percibir si nuestra mirada está libre de preconceptos sobre el mismo. Es decir practicar el ejercicio de "ver por primera vez". Dejarse invadir por esos datos y sensaciones que el lugar suministra e imaginar como el propio proyecto las capitaliza es fundamental para fundir arquitectura y paisaje.
Mar Azul es un lugar que conocemos hace muchos años. Sabíamos de antemano de la potente presencia paisajística de su bosque pero además habíamos experimentado el microclima que provee. La importante atenuación de los fuertes vientos marinos debajo de los árboles, la sombra constante que suministran protegiendo del calor en verano pero produciendo un ambiente muy húmedo en invierno, y algo que para nosotros fue determinante en la toma de decisiones, el hecho de que bajo los pinos se ve reducida notablemente la cantidad de luminosidad durante todo el año. También sabíamos que el bosque no requiere de mantenimiento, sino se introducen nuevas especies que rompan esa armonía.
APROVECHAMIENTO DE LO QUE EL AMBIENTE OFRECE
Reconocer este particular microclima ambiental no solo resultó importante sino que fue determinante, (junto con el bajo presupuesto disponible y la necesidad de mantenimiento nulo de la casa una vez terminada) de las decisiones estético-constructivas que definieron la obra. La necesidad de luz dio lugar a concebir la obra como un “semicubierto” y resolverla entonces con grandes paños de vidrio que desde adentro posibilitan vistas en todas direcciones y desde afuera reflejan el paisaje haciendo que la obra se mimetice con el mismo. La sombra reinante por otro lado nos permitió hacer una obra de hormigón visto de muy bajo presupuesto ya que esta suministraba suficiente protección térmica desde la primavera hasta entrado el otoño. Su acondicionamiento para el invierno no era demasiado relevante (aunque por supuesto está previsto) ya que su uso es muy limitado dada su condición de casa de veraneo. La aislación hidrófuga se resolvió con un hormigón de gran compacidad y con un estudio de la forma de la envolvente para que la evacuación del agua de lluvia se realizara muy velozmente. (Completar datos con la memoria)
USO SENSATO DE LOS RECURSOS DISPONIBLES
Apelamos a formas simples y a un repertorio acotado de materiales no solo como elección estética sino como principio ético de valorización de un uso racional de los recursos disponibles.
Además, la calidad expresiva del hormigón visto y sus propiedades de resistencia e impermeabilidad, hicieron innecesario cualquier tipo de acabado superficial, lográndose un bajo costo de ejecución en las terminaciones sin necesidad de mantenimiento futuro. Por otro lado el color y la textura del hormigón realizado con encofrado de tablas de madera resultó de una presencia contundente y mimética a la vez, permitiendo que la obra se exprese en armonía con el bosque. Es decir una envolvente de dos únicos materiales - hormigón y vidrio - que resuelve la integración con el paisaje y da respuesta a los temas estructurales, funcionales, de terminaciones y de mantenimiento.
Con idéntico criterio la resolución de las actividades al aire libre son el resultado de hacer la menor operación sobre ese ambiente. La decisión sobre la ubicación de los diferentes elementos que acompañan a la casa (parrilla, depósito, lugar para el coche) también fue tomada tratando de no modificar el paisaje, como piezas sueltas que se van encontrando entre la vegetación. Se evitó también todo tipo de ajardinamiento no sólo por la comodidad de no mantenerlo sino para evitar dejar expresado límites innecesarios en el bosque por ahora poco construido, ni sectores contrastantes con las características estéticas del este ambiente privilegiado. Nos gusta esa marcada homogeneidad del bosque de coníferas solo sutilmente rota de tanto en tanto por alguna acacia y pastizales de nuestra pampa.
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Autoría: Luciano Kruk
Localización: Mar Azul, Buenos Aires, Argentina
Año: 2007
Editado por:
Publicado: May 22, 2014