Casa en Tijucopava. Marcos Acayaba

Esta casa, prototipo para ocupar terrenos difíciles con una alteración pequeña de su entorno, fue construida  en una pequeña sierra (S. do Guararú), junto al mar, a 80 metros de altitud y a 150 metros de distancia de la playa.
El terreno, cubierto por la vegetación autóctona, la "Mata Atlântica", tiene protegida  toda la masa vegetal,  el terreno y los árboles. 3 cajones, con 3 pilares de hormigón sirven de apoyo a la casa que, gracias a su forma hexagonal, se encaja entre los principales árboles existentes.
La  geometría adoptada, con modulación  triangular, es muy eficiente por ser una estructura naturalmente auto-trabada, permitiendo la creación de espacios articulados o continuos, una sucesión de bay-windows y gran integración interior-exterior.
La cubierta, a la altura de la copa de los árboles, vuela 2,3 m para proteger la casa de las lluvias frecuentes. Un área de estar al aire libre, con vista al  océano por un lado y para el otro sierra.
La planta principal es un espacio continuo con sala, cocina y 3 terrazas en vuelo; se une a la carretera  por medio de un puente con apoyo central, anclado a la losa de hormigón armado del estacionamiento. En la planta intermedia, tres suítes y una terraza con vista hacia el mar, se organizan en torno al espacio central con la escalera. Finalmente suspendida entre los tres apoyos, la planta con el área de servicio da salida al terreno por otro puente, ahora menor y más sencillo. Una escalera en caracol, con pasos de madera suspendidos por tirantes de acero, une los 4 pisos da casa.
La estructura fue montada con pilares y vigas de madera, conexiones y tirantes de acero, todo producido en una fábrica, en Vargem Grande Paulista.
Los pisos son, básicamente de madeira: primero, sobre las vigas, se cubrió con un machihembrado de Mogno;  con rastreles de Játoba con unos intervalos, por donde pasan los tendidos eléctricos, rellenos con una argamasa ligera con verniculita; y finalmente, fijado en los barrotes, pavimento de Sapucaia. Para evitar el difícil mantenimiento, la cubierta se hizo con placas de hormigón aligerado, prefabricadas también en la misma fábrica.
Las paredes divisorias y las protecciones son paneles industrializados de madera compensada.
Este conjunto, compuesto casi por piezas ligeras y de pequeñas dimensiones, permitió el montaje de la casa sin necesidad de equipamientos pesados, por 4 operarios, en 4 meses, con impacto ambiental mínimo.
La ventana típica utilizada en todos los ambientes, es muy sencilla y económica. Los vidrios son de 5 mm de espesor  y no tienen marcos. El vidrio central, fijo, de 1,25 x 1,25 m, se instaló directamente en los montantes. Dos vidrios laterales, deslizan en canales en los petos de madera. Externamente, se impide la entrada de insectos con telas.El agua de lluvia que cae en la cubierta se vuelva a infiltrar en el terreno, a través de pozos con 1,5 m de profundidad, llenos de piedra y garantizando su humedad natural.
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