DESCARGAR AQUÍ PDF CON MÁS INFORMACIÓNEl proyecto prevé la reconstrucción y ampliación de una ruina para convertirla en casa de fin de semana en un lugar de extraordinarias características morfológicas, junto al río Cávado y un afluente. El terreno, de 4.060m
2, se sitúa en una zona natural protegida; todos los árboles debían ser conservados. Sin embargo, la existencia de un edificio preexistente legitimó la posibilidad de construir. Desde la primera visita al sitio, quedó claro que este sería un proyecto delicado. La implantación de la casa era esencial, ya que el lugar era claramente la razón de ser de su construcción.
Practicantes de esquí acuático, la relación con el río de estos clientes comenzó hace 20 años. Para ellos, el panorama excepcional que se puede disfrutar desde ese lugar debía ser parte integral de la casa; para nosotros, arquitectos, debía ser un elemento evidente de valorización del espacio interior, pero también era pertinente la preocupación contraria: la casa como elemento de valorización del paisaje.


Identificado el lugar, hubo que recurrir al pragmatismo en el análisis de las demás circunstancias del proyecto: el programa solicitaba una casa para la pareja y el hijo, una suite para los visitantes, preferiblemente separada de la casa, e incluso una caseta con duchas, baño y almacenaje como apoyo a las actividades acuáticas, también se separada. El área de la casa, necesariamente pequeña, estaba limitada por el pequeño tamaño de la ruina existente. Por esta razón, los primeros bocetos de la solución aparecen siempre en la ruina...
La primera solución presentada, muy ligera, recurría a una delicada construcción en madera, pero surgió una nueva restricción por parte de los clientes: la casa se debía ser construida en hormigón, ‘Porque la tierra es muy húmeda, hay derrumbes con las lluvias en invierno y la casa tiene que ser muy dura...’
A partir de ese momento, la decisión fundamental pasó a ser la orientación de la casa. Su implantación final, perpendicular a las curvas de nivel, busca una mejor relación con la tierra y la plataforma plana donde está ‘posada’, lo que permite el mantenimiento de todos los árboles y grandes zonas de estar. La ligereza se acentúa en esta intervención por el gran voladizo sobre la ladera inferior, evidenciando la transparencia en su lectura desde el río y reduciendo la ocupación del terreno.



La casa surge entonces como un barco varado en una referencia dialéctica a la Casa Malaparte de Adalberto Libera. Una especie de artificio natural en la naturaleza artificial del embalse. El sistema constructivo surgió también de las embarcaciones y de la sugestión de la mesa Less, diseñada por Jean Nouvel.
Por estar semienterrada en relación con el acceso principal, disminuye la percepción de la vivienda desde ese punto; por otro lado, desde el río debería surgir como un ojo de vidrio, camuflado entre la vegetación.


En la relación que establecen la casa y la ruina, quedan definidos los accesos y la propia escala de las intervenciones, habiéndose convertido la ruina en una presencia constante en el interior de la casa, como un elemento más del paisaje. La plasticidad del hormigón en relación con la vegetación exuberante era crucial, por lo que se ha diseñado cuidadosamente el encofrado completo. Por supuesto, el área de la casa no podría restringirse a los 60m
2 permitidos en esa zona de protección, por lo que se recurrió al voladizo que permite el aumento de un tercio de la superficie, sin apoyarse en el suelo.



El volumen de hormigón fue totalmente revestido de madera de abedul en el interior, el pavimento se resolvió con morteros autonivelantes de color gris, y la cubierta se hizo transitable. Confiamos en detalle para definir la coherencia global de la obra y le dimos la misma importancia al detalle de una puerta que a la organización global, porque creemos que la arquitectura se basa en un sistema de relaciones en el que participan, al final, todos los elementos.
Texto: CORREIA/RAGAZZI ARQUITECTOS
Maquetación y traducción: BLC
DESCARGAR AQUÍ PDF CON MÁS INFORMACIÓNObra: Casa en O Gerés
Arquitecto: CORREIA/RAGAZZI ARQUITECTOS
Colaboradores: Ana Neto Vieira, Susana Silva, Telmo Gomes, Katharina Wiederman, Pedro Gama
Año: 2003-2006
Emplazamiento: Caniçada, Vieira do Minho, Portugal
Fotografías: Nelson Garrido, Luis Ferreira Alves
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