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El encargo es una casa, para una familia joven con una hija, en un lote de la localidad de Loma Verde, Partido de Escobar, en la zona norte del Gran Buenos Aires, a 55 KM de la Capital federal, sobre la Ruta 9. Ambos miembros de la pareja trabajan en Escobar y la construcción de su primera vivienda en Loma Verde, alejada del centro cívico y administrativo de la zona implica un cambio en su forma de vida.
El contexto es un entorno semirural, una zona de quintas con arboles añejos en donde algunos predios, como en este caso, se han subdividido generando un pequeño consorcio de 22 lotes. Las dimensiones del terreno son de 15 m de frente x 30 m de fondo. En el mismo existen tres árboles de gran porte, un eucalyptus y dos Casuarinas Equisetifolia, que, junto con los retiros obligatorios, definen la ubicación de la casa. El norte queda en el lateral del lote y la vista hacia el jardín coincide con la orientación oeste. La casa de 105 m2, se organiza en una sola planta y en torno a un patio interior que se abre al jardín en uno de sus lados.
Por razones económicas y de disponibilidad de mano de obra, se resolvió trabajar con un sistema de construcción tradicional de ladrillos cerámicos portantes de 18 cm, con losas alivianadas de viguetas pretensadas de hormigón armado. Tecnología con la que se construye masivamente en todo el gran Buenos Aires. Las fundaciones se resuelven con una viga de encadenado con pilotines de 20 cm de diámetro y 150 cm de profundidad. Las aberturas son de chapa plegada BWG 16 y las hojas corredizas de madera de cedro.
Hacia el jardín una galería corrida de 1 m de ancho produce un pequeño espacio intermedio que resuelve la fachada con un cerramiento de planchuelas de hierro de 2”x 3/4”, practicable en hojas rebatibles de 50 cm de ancho. Las mismas fueron pintadas en horno. Este cerramiento funciona como parasol hacia el oeste y resuelve la seguridad de la casa.
La ubicación estratégica del patio en la composición de la planta permite articular los diferentes espacios generando vistas cruzadas a través de las carpinterías vidriadas. La altura interior de la casa es de 2,40 m. y la sala de estar es de doble altura generando una ventana alta que incorpora hacia el interior la vista de los arboles existentes y favoreciendo la ventilación selectiva.
La estereotomía del mampuesto resuelve por sí misma la envolvente de soporte, la envolvente estanca y la envolvente térmica de la obra, trabajando con pequeñas aberturas en sus caras y abriéndose completamente en una de sus caras, hacia el jardín, mediado a través de la galería y el cerramiento metálico. Las carpinterías de chapa diseñadas a medida, permiten resolver los paños fijos con secciones muy delgadas, y colocar los vidrios casi a filo de los muros, manifestando y poniendo en valor el concepto de superficie. Las carpinterías en con sus diferentes pliegues resuelven el espesor del muro como también el encuentro de materiales a a partir de buñas de chapa. Las carpinterías de chapa incorporan cajones para esconder los mecanismos de las cortinas interiores. La casa se propone como un artefacto arquitectónico, autónomo del paisaje que la rodea, y entabla relación con el mismo a partir de un carácter sobrio y abstracto.









