Casa en Cabanillas del Campo de Taller Abierto

Taller Abierto, con pocos materiales: ladrillo zinc, madera y cal y siguiendo los principios de la buena arquitectura y del rigor constructivo, proyecta una vivienda unifamiliar en Cabanillas del Campo, austera formalmente y eficiente y versátil en su aspecto energético y modo de vivirla.

Fotografía: Montse Zamorano

En torno a una conversación con Taller Abierto y la Casa Cabanillas

Textos elaborados a partir de una conversación entre Daniel Martínez + Nacho Román de Taller Abierto y Berta Blasco + JM Marzo de Tectónica.

T: ¿Cuál es el origen del proyecto?

TA: Pues mira, estos son unos amigos nuestros de Guadalajara. Tienen más o menos nuestra edad, y con 3 niños. Vivían en un ático en Guadalajara, a las afueras, en un barrio bastante anodino y bueno, en una casa que estaba bien, con vistas, con su terraza, con su esquema en línea, pero en un momento dado se plantean irse a vivir a este pueblecito. También es verdad que ellos Tienen raíces allí, que la familia de ella es de este pueblo, y la casa familiar es una casa bastante sencilla, blanca en primera planta. Había también como una memoria de lo que había sido parte de su vida vinculada a este pueblo. Está cerca de Guadalajara. Y, en un momento dado les surge la oportunidad de construir allí y así se lo plantean. Tienen también la oportunidad de hacerse con una parcela bastante generosa en metros. Con lo cual les permite hacer algo que siempre estaban soñando, que era tener una casa en una planta y con un jardín grande. Ese es el punto de partida: una casa familiar muy vinculada a la tierra y al jardín con la idea de cambiar de vida.

Plano de situación

El traslado de la vida de la ciudad a un entorno rural es recurrente en los encargos que reciben los estudios de arquitectura en la actualidad. Esta vivienda es consecuencia de la decisión de sus propietarios de cambiar un quinto piso con vistas en su ciudad, por una casa con árboles y jardín en un pueblo cercano.

A la búsqueda de un estilo de vida distinto, durante el proceso de diseño se decantaron algunos criterios y requerimientos importantes para esta familia. La casa debía desarrollarse en un solo nivel, disfrutando cualquiera de sus estancias de la relación con un jardín amplio, donde se cultivarían árboles y plantas diversas. Estaría bien iluminada, y en la medida de lo posible aprovecharía el soleamiento para acondicionar un interior confortable y sostenible energéticamente. Por último, la casa motivaría un día a día discreto y sereno.

Fotografía: Montse Zamorano

Planta baja. Ver PDF

T: Y respecto a esa idea inicial de casa en una planta, ¿Cómo organizáis el espacio interior y cómo se dispone la casa dentro de la parcela?

TA: Pensábamos que tenía que ser un esquema muy sencillo. Como al final tenemos el sureste al que nos podemos abrir apoyándonos en la parte trasera de la parcela en seguida nos surge la idea de que la mayor parte de las estancias se tienen que abrir al sol. Entonces por eso, al final recurrimos a un esquema lineal. Y claro, también es una familia que quiere vivir mucho el jardín, relaciones sociales, encuentros con familia, con amigos, etc. Por eso surge entre el acceso y la casa esa otra parte más pública, de porche en el exterior y dentro un gran espacio de estar, donde aparece el tema del altillo que puede funcionar casi como una oficina. Esta es una primera parte muy expuesta, de quien viene a visitarte. Y luego hay otra parte, que habréis visto, se organiza con un esquema muy clásico de dormitorios, la zona más privada situada en el extremo.... Es ahí -en ese nudo entre el llegar y el dormir- en donde se organiza la vida más social de casa.

T: Luego hay una parte muy interesante entre el garaje y la casa, hay una zona, como una especie de zona de expansión, de ventilación. Es un porche muy generoso, es un elemento muy importante en la casa. Hay un comedor de verano y que estás protegido del sol y de la lluvia, articula muy bien la casa con el garaje y que además está vinculada también con la zona de la piscina…

TA: La tipología ésta que comentas, y en relación con este espacio intermedio del porche en todo lo que planteamos en los proyectos y en todo lo que pensamos, siempre tiene un papel importante. Nos damos cuenta de que entre el dentro y el fuera, ese umbral, ese lugar intermedio, se posibilita y amplifican muchas acciones de las que cuando hablamos con los clientes, no saben ponerle nombre, pero siempre nos hablan de esas actividades que no son ni dentro ni fuera, y que amplificar muchísimo el uso de la casa. incluso en proyecto se llegó a plantear la posibilidad de que con unos cierres móviles poder colonizar ese espacio también en invierno y siempre con relación al jardín. Ese nexo es el punto más difícil de la casa, está en la unión de la L. Es básicamente aire y hace de colchón, de articulación que nos ayuda mucho. es el espacio donde más están, incluso en otoño e incluso en primavera. Al final, como tiene una relación tan directa con el acceso a la casa, con la cocina, con el aseo de entrada, con la piscina, con el garaje: es donde más están.

Planta primera. Ver PDF

Planta de cubierta. Ver PDF

Fotografía: Montse Zamorano. La chimenea provoca el diseño de un mueble-banco aportando espacio de estancia a la envolvente. Chimenea de Lacunza

Fotografía: Montse Zamorano

Fotografía: Montse Zamorano

El primer ingrediente, el emplazamiento, facilitó en muchos sentidos el trabajo. Sus dimensiones y su orientación permiten que la casa se acomode a un lado, como si fuera un gato blanco tumbado al sol, tan estirado como puede. Esta decisión hace que la mayoría de las estancias se abran al sureste y al jardín, aprovechando el sol de la mañana y las vistas sobre un exterior cercano. Esta primera línea estructurante se complementa con el resto del programa, configurando una planta en L. El lado mayor lo determinan las estancias interiores de la casa, y el lado menor por un porche y un garaje. Conformando otra L simétrica a la anterior, se sucede un conjunto de encinas y de robles, que aportan un fondo de paisaje y mayor intimidad al interior de la parcela. Entre ambas “eles” se extiende una superficie de hierba y de baño, abrazado todo ello por la casa y por los árboles. El interior también se nutre de la relación con los linderos. Esta condición permite abrirse de forma controlada hacia el noroeste, disfrutando del cultivo de otras especies vegetales como perales de flor, jazmines y hiedras que cubren las tapias medianeras, y superficies de suelo tapizadas por vincas y romeros. Los perales protegen del soleamiento directo en las tardes de verano, y en conjunto, la vegetación logra acondicionar un exterior con el que la casa establece circulaciones cruzadas de aire.

Los movimientos en la vivienda y en el jardín se desarrollan en un solo nivel, excepto una estancia, el estudio, que se ubica en un altillo. Se comunica en sección con el estar, ampliando las dimensiones de este último. Esta disposición ofrece vistas diagonales, y se transfiere entre ambos niveles la entrada de luz de varias direcciones.

Alzado noreste y suroeste. Ver PDF

Alzado noroeste y sureste. Ver PDF

Fotografía: Montse Zamorano

Fotografía: Montse Zamorano

Si bien la geometría y la orientación de las estancias resulta esencial para dar respuesta a los criterios de partida, la elección del sistema constructivo se consideró determinante. La estructura se proyecta con muros dobles de ladrillo tosco de caras lisas. Al interior, el ladrillo queda visto y pintado de blanco siempre que es posible. Al exterior, los muros se cubren de un revoco de cal, que refleja el soleamiento y hace más fresca la casa en los meses más calurosos. Los huecos se resuelven con carpinterías de madera, y el agua se evacúa en los detalles de ventana, albardillas de muros y en la cubierta inclinada con chapa de zinc natural. La naturaleza y disposición de los materiales aportan el acondicionamiento necesario, pero también motivan una experiencia cálida y confortable en el interior de la casa.

Fotografía: Montse Zamorano

Secciones longitudinales. Ver PDF

Secciones transversales. Ver PDF

Junto con la elección del sistema constructivo y la estrategia de organización condicionada por la orientación, se diseñó una segunda protección a modo de pérgolas metálicas. En un futuro serán el soporte de enredaderas de hoja caduca que protejan los vidrios del soleamiento directo de las últimas horas de la mañana.

Fotografía: Montse Zamorano

La casa ya está habitada. Desde que amanece entra el sol, y en el interior de los dormitorios se deja oír alguna pareja de mirlos que escarba en el jardín. Este año será la tercera primavera desde que se terminó la obra, y en las encinas aparecen los primeros brotes verdes. Su crecimiento es lento, pero van acostumbrándose al lugar. Sin embargo los perales de flor ya han dado este año la segunda floración. Los niños de la casa también tardaron poco en elegir cuál sería su habitación. Desde cualquiera de las estancias se dejan ver, serenos, los árboles y el cielo. Y al fondo, la vida de la calle y la imagen de algunas casas vecinas se recortan por las tapias blancas de ladrillo. 

Texto: Taller Abierto

“Este es uno de los dibujos que realizaron los niños de la familia, es de cuando presentamos los planos del proyecto. Es emocionante la forma de interpretar y de hacer suya la casa, cada uno la dibuja según sus intereses… Se ve cuál es la habitación de él porque es la que más cosas tiene. La casa está llena de juguetes… La cama elástica en el jardín….”

Un muro de carga de doble hoja, a la capuchina, con llaves de atado y armado. Una envolvente sin puentes térmicos. Sección constructiva