Cinco pequeñas islas artificiales marcan la frontera entre el crecimiento urbano de la ciudad de Almere, el nuevo barrio de Noorderplassen oeste y su área. La casa con once vistas se encuentra en una de estas islas. Aunque la distinción entre cultura y naturaleza es palpable, ambos forman parte del mismo paisaje del "polder". Un paisaje que tenía su origen en el propio diseño y se creó desde la nada.
Con este contexto en mente, la casa fue diseñada como una caja blanca abstracta, que se sitúa en la isla como un objeto. Las referencias a la arquitectura historicista se evitaron para no ignorar el hecho de que el entorno es nuevo. Se escogió, por el contrario, un acercamiento conceptual más abstracto, ofreciendo la libertad de experimentar y buscar materiales no convencionales y principios constructivos. La arquitectura abstracta también ofrece directamente un entorno para desarrollar libremente su propia identidad.
La Caja Blanca
El cliente solicitaba una casa industrial con apariencia de loft con la máxima área posible al mínimo coste. Para responder a los deseos de los clientes, la casa fue construida de manera no convencional: un método constructivo que normalmente se ve en arquitecturas industriales. La estructura es de acero revestida de paneles sandwich y chapa de acero corrugado con aislamiento de poliuretano. Esta idea resultó en un aspecto más industrial. Las cuatro plantas tienen su propio carácter y función. La planta baja está diseñada como un barco con un garaje. Desde ese punto, los residentes tienen un acceso directo al muelle de madera y al agua. Los espacios habitables y la cocina se encuentran en la primera planta, donde grandes ventanales a ambos lados conectan visualmente la casa con el patio frontal y al paisaje desde la parte posterior de la casa. La segunda planta contiene dormitorios privados y la parte superior como un bajocubierta multiusos.
Enmarcando el paisaje
La impresionante vista de Noorderplassen y Ijsselmeer ha inspirado la creación de unas ventanas que permiten enmarcar diferentes parte del paisaje. En la búsqueda por las proporciones correctas de las ventanas, las pinturas holandesas del siglo XVII sirvieron de ejemplo directo. Mostrando la similaridad entre las pinturas paisajistas holandesas y las vistas sobre Noorderplassen, las cualidades específicas del paisaje así como la luz holandesa se ponen de manifiesto.
Debido al aislamiento extra y a los tableros de yeso, fue necesaria la incorporación de una subestructura de acero, por ello los huecos de las ventanas son más profundos. Esto ofrece a los habitantes una experiencia única desde el interior. Las ventanas incorporan una protección solar integrada con dibujo. Este dibujo se convierte en un zoom sobre la pintura original con un gradiente de color sobre él. Esto crea una atmósfera cálida cuando las contraventanas se encuentran cerradas.
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Fotografía: Filip Dujardin
Autoría: Marc Koehler Architects - Marc Koehler
Localización: Almere, Holanda
Año: 2015
Fotografías: Filip Dujardin
Editado por:
Publicado: May 24, 2017