Capela de Travassos. Paulo Moura

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¿Cómo proyectar un pequeño edificio religioso, hoy, en un contexto patrimonial protegido?
En vista de los cambios en los rituales litúrgicos, ¿se justifica, la deconstrucción de los modelos?
La luz, elemento primordial en la arquitectura, ¿cómo capturarla, tratarla y controlarla?
¿Y la forma de construir con un presupuesto tan bajo?
Estas fueron algunas de las cuestiones planteadas y que acompañan el inicio del solitario proceso de diseño del concepto.
Una certeza: En estos tiempos de crisis extrema, la arquitectura debe cumplir con su función social, respondiendo con soluciones racionales, controladas, sobrias. No es el momento de "excepcionalidades" que consumen medios y que sirven de injustificadas búsquedas de notoriedad.
El concepto se basa en la búsqueda de una elementalidad estructural y funcional, que satisfaga el programa de una capilla para un centenar de fieles.
El edificio pretendía introducir en el paisaje un carácter iconográfico de orden público, el uso de juegos volumétricos y unos materiales de opciones sintéticas para una declaración serena.
El notable muro de piedra existente en el lugar, recibe la nueva construcción.
El resultado es, como sospechaba - tal vez, en el fondo, siempre se pretende - paradójico: el edificio es inconfundiblemente moderno, sin embargo, obedece a la misma planta utilizada en la época románica.
El respeto por el fuerte contexto del Duero en sus colores, texturas, sombras, me inhibe de la tentación básica de replicarlos. Por eso la neutralidad plástica que el hormigón ofrece.
¿Esta convivencia de dos mundos es posible, en un territorio mutilado por "arquitecturas" anónimos?
¿Puede (también) el hormigón, elogiar a la pizarra?
Pensaba que si.
Peso da Régua, Julho 2015
Paulo Moura, Arquiteto