La casa se ubica dentro de un solar no muy grande. Esto invita a compactar la casa sobre uno de sus lados, continuando con la alineación de la fachada a calle y liberando el máximo de jardín con buen soleamiento.
La casa ocupa un solar en esquina. Por esto, en lugar de adoptar la habitual organización unidireccional (calle-jardín) de las casas entre medianeras, la propuesta se ordena de manera bidireccional. La casa no tiene una dirección dominante. La casa quiere mirar en todas direcciones.
La estructura se resuelve con muros de carga ordenados en esvástica. La estructura tampoco tiene una dirección dominante. La estructura configura el espacio.
A fin de que la estructura muraria protagonice el espacio, los servicios se colocan en el perímetro, configurando una fachada gruesa, liberando el centro de la planta y permitiendo relaciones visuales y de uso entre las estancias.
La estructura habitacional coincide con los muros de la estructura portante. En estos muros se abren ventanas exteriores hacia la calle e interiores hacia las otras estancias. No existe diferencia entre unas y otras.
La materialización de estos muros será fundamental para el proceso de obra. Existía en el solar una pequeña edificación de muros portantes de marés, una piedra arenisca local. El sentido común nos lleva a reutilizar estas piezas. La estrategia ya está servida.
Durante el proceso de obra se decide reaprovechar el marés. Mediante su manipulación y recolocación se revaloriza el trabajo del artesano que años atrás cinceló las regueras de los antiguos abeuradors. Estas regueras eran el espacio por donde se vertía la lechada de mortero que unía las piezas, hoy en día los abeuradors ya no són necesarios. Ahora, texturizarán y caracterizarán la fachada de Can Jordi i n’Àfrica, una textura que con el paso de los años absorberá la pátina añadida por el tiempo. Las viejas piezas de marés, por una cuestión de cantidad, se combinan con piezas nuevas. Las nuevas piezas, sacadas de la misma cantera que las viejas, se utilizan en los puntos donde necesitamos aristar la obra con mayor perfección: marcos de ventanas, remates de cubierta, etc.
Así la obra se injerta en el lugar a través lectura del entorno y la comprensión del material y su construcción.
Descarga *.pdf con más información AQUÍ