Sistemas constructivos con ladrillo cara vista

Nuria Prieto

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La fachada de ladrillo cara vista es una solución constructiva muy común en el paisaje arquitectónico español. La versatilidad y prestaciones del ladrillo como material y de la fábrica como sistema envolvente definen unas cualidades únicas que enlazan la tradición vernácula con la vanguardia del lenguaje compositivo contemporáneo. Y sin embargo se trata de un material de apariencia común y cercana, muy insertado en la cultura europea, ya que se utilizan en la fábrica de albañilería exterior no protegida con revoco o cualquier otro tipo de revestimiento.

NOMOS Arquitectos, edificio de viviendas Tasso, Lisboa, 2020. Fotografía: Ricardo Loureiro.

El ladrillo cara vista, formalmente puede ser macizo, cuando su porcentaje de huecos sea inferior al 25% o perforado, cuando su porcentaje de huecos se encuentre entre el 25 y el 45%. Este tipo de ladrillo puede utilizarse en fábrica portante o simplemente en envolvente. Adicionalmente también existe un tipo de ladrillo de aspecto más tradicional que reproduce las imperfecciones de la fabricación manual, con apariencia tosca y rugosa, el ladrillo de tejar. Además, dentro de esta tipología existen una amplia variedad de piezas, basadas en aspectos técnicos que tienen que ver con su capacidad para absorber agua, su resistencia mecánica, o su grado de exposición. Así se pueden encontrar ladrillos de baja succión o hidrofugados, que aumentan su impermeabilidad al agua sin afectar la permeabilidad al vapor; los ladrillos clínker o gresificados que reducen sus valores de absorción mediante un proceso de cocción a alta temperatura que cierra los poros del material al tiempo que aumenta su resistencia a compresión –en el caso del ladrillo clínker llega a superar los 40N/mm2–; y ladrillos de uso en exposición severa que son capaces de soportar alta exposición al agua o al hielo sin ver comprometido su comportamiento.

Estudio González Arquitectos, Sala Polivalente para los Juzgados de Alcalá de Henares, Madrid, 2020.

Las características del material en combinación con un sistema constructivo adecuado permiten obtener soluciones en ladrillo cara vista eficientes y confiables. Dentro de las diferentes aplicaciones constructivas del ladrillo pueden destacarse los siguientes sistemas constructivos:

Bergnes de las Casas, Viviendas Ca N’Alegre, Barcelona, 2021. Fotógrafo: Eugeni Pons / Salva López.

Sistema de fachada confinada

Este tipo de fachada es la más común y tradicional en el uso de ladrillo. Este tipo de sistema constructivo es aquel que permite el apoyo de la fábrica de ladrillo entre los forjados parcial o totalmente, según el lenguaje arquitectónico de la fachada. Ya que se trata de un sistema que proviene de una larga tradición tecnológica, su fiabilidad, así como sus posibilidades se han consolidado y han sido experimentadas para desarrollar más sus posibilidades. La fachada está formada por las piezas de ladrillo, el mortero y piezas especiales para cubrir las cabezas de los forjados si estos no se quieren marcar. Adicionalmente pueden aparecer elementos auxiliares como anclajes adicionales a los elementos estructurales o armaduras de tendel que aumentan la resistencia a flexión de la fábrica. En las fachadas confinadas el aislamiento se coloca por el interior de estas, siendo trasdosado interiormente con o sin cámara de aire mediante otro muro de fábrica o un sistema de junta seca como paneles de yeso laminado.

 

Fachada confinada

Fachada pasante autoportante y ventilada (Structura-GHAS)

La fachada pasante se configura como una mejora de la fachada confinada, y responde a las necesidades de aislamiento y al desarrollo tecnológico contemporáneo. Las prestaciones de esta fachada parten de un criterio geométrico en el que el muro de ladrillo se independiza respecto de la estructura de tal forma que se percibe como ‘pasante’ con respecto a los diferentes forjados. Esta transformación permite que el aislamiento y la cámara de aire (si esta existe dentro de la solución constructiva) no se interrumpan.

El perfeccionamiento de esta solución dio lugar a la fachada autoportante Structura-GHAS (Geo-Hidrol Advanced System). Este sistema, que dispone de DAU (Documento de Adecuación al Uso, evaluado por el ITeC), se constituye como fachada autoportante que arranca desde un elemento estructural de base como la cimentación o una viga de canto de forjado. La condición autoportante permite generar un espacio entre fachada y trasdosa interior, en el que se sitúa la cámara de aire (ventilada o no) y el aislamiento. En términos constructivos esta disposición es posible gracias a la colocación de anclajes que permiten asegurar la fábrica frente a una situación de vuelco, acciones horizontales o fisuración. Su montaje requiere, además de la propia fábrica, anclajes de retención y, en algunos casos, subestructura en aquellas obras en las que no existan pilares próximos al plano de fachada o la distancia entre ellos sea muy elevada. Este tipo de sistema es muy adecuado para cualquier tipo de edificio independientemente de su escala, ya que es muy adaptable.

Fachada ventilada: Structura-GHAS. 

Sistema Iris

En el sistema Iris, la fábrica de ladrillo se vuelve versátil a partir de la disposición de perfiles verticales paralelos en los que se insertan las piezas cerámicas con una doble muesca. Esta característica permite componer celosías cerámicas y envolventes muy esbeltas sin mortero o un control demasiado exhaustivo, ya que los montantes verticales colaboran en su resistencia. Su colocación es especialmente sencilla y limpia, ya que se ejecuta en seco, instalando en primer lugar los perfiles para luego insertar las piezas en las guías. Este sistema se adapta a las disposiciones de fachada anteriores: pasantes, confinadas o incluso exentas y deslizantes.

Fachada Iris 

 Sistema de colocación fachada Iris.

Sistema Termoklinker

Este sistema, se constituye como un SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior) formado por piezas cerámicas tipo clínker (e=18mm) fijada mediante una roseta de fijación y mortero de agarre, panel de poliestireno (XPS) y soporte de sustentación que proporciona la estabilidad necesaria al conjunto. Además, este sistema permite la integración de piezas especiales y soluciones curvas. Las prestaciones técnicas de Termoklinker han sido evaluadas por el Instituto Eduardo Torroja Ciencias de la Construcción (IETcc), disponiendo el sistema de un ETE (Documento de Evaluación Técnica Europea).

Sistema Termoklinker

El sistema Termoklinker es muy adecuado en rehabilitación, ya que su colocación es sencilla en soportes preexistentes. También resulta idóneo en obra nueva, ya que su acabado cerámico lo hace más resistente y duradero que los sistemas SATE de mortero. Las posibilidades compositivas de Termoklinker así como las estéticas asociadas a este tipo de envolvente, lo convierten en una solución versátil y honesta.

Sistema Flexbrick

Flexbrick es un sistema de fachada ligera cerámica que se asemeja a una envolvente textil. Las piezas cerámicas se ‘cosen’ a una malla de acero trenzada mediante un proceso industrializado. En términos constructivos, la flexibilidad del sistema permite que los ‘lienzos’ de fachada puedan ser transportados y almacenados fácilmente. Desde un punto de vista estético, al igual que el sistema Termoklinker, la composición de la fachada parte de una gran libertad lingüística, que dota al edificio de una nueva imagen a partir de un material tradicional como el ladrillo. El sistema es polivalente y se adapta a diferentes soportes pudiendo formar bóvedas armadas, pérgolas catenarias, pavimentos, revestimientos colgados y revestimientos adheridos o atornillados. Su colocación es sencilla, ya que su ejecución puede responder a la metáfora textil nuevamente ‘colgándose’ de los frentes de forjado y aplomándose a través de la ‘caída’ del lienzo. Así mismo, el mantenimiento es sencillo, ya que las piezas son sustituibles entre sí.

 

Fachada con Flexbrick

Sistemas de paneles prefabricados

En los sistemas constructivos basados en sistemas de paneles prefabricados destacan especialmente Insupanel, MAPS y Murobrick. Los tres utilizan un elemento prefabricado compacto que se fija al soporte, permitiendo una construcción fácil y confiable que permite la introducción de capas de aislamiento y ventilación tras ellas para garantizar la seguridad y salubridad del edificio.

El Sistema Insupanel se basa en paneles prefabricados ligeros de fachada con acabado de plaqueta cerámica cara vista. El panel está formado por cerámica vista que aporta las prestaciones de una fachada tradicional de ladrillo, una capa de hormigón armado HA-25 con fibras de polipropileno, aislamiento térmico (poliestireno expandido o extruido) y un nervio de refuerzo con celosía en V que se dispone en todo el marco del panel y que le aporta rigidez y facilidad de conexión con los anclajes al soporte. En su colocación en obra, tras la disposición sobre la fachada, se sellan para garantizar su estanqueidad y seguridad.

Sistema Insupanel.

Casa Arrúbal, primera vivienda unifamiliar en obtener el certificado Passivhaus en La Rioja. Construcciones Zorzano. 

El Sistema MAPS (Malpesa Architectural Panel System) incluye paneles ligeros con acabado de plaqueta cerámica vista. Se trata de un sistema similar al anterior en el que la capa exterior está formada por cerámica vista con aglomerante, es decir un material más ligero, el aislamiento del panel está formado por poliuretano que se confina a partir de una lámina de material rígido formada por una placa de cemento reforzado con chapa, que no sólo protege el panel por la cara interior de riesgos atmosféricos o agresiones accidentales, sino que sirve para albergar los anclajes de movimiento y fijación que sirven de conexión al soporte estructural. El peso de cada panel de 12cm de espesor es inferior a 50Kg/m2.

Sistema MAPS.

El Sistema Murobrick cuenta con paneles prefabricados de hormigón revestidos de plaqueta cerámica cara vista. En este caso el panel de hormigón es el que sustenta todas las características de seguridad frente al incendio y resistencia estructural necesario para la envolvente, pudiendo incluir o no un núcleo de aislamiento térmico en su interior para mejorar su comportamiento térmico.

El espesor y peso de cada uno de los paneles es función de las dimensiones requeridas para cada panel.

Sistema Murobrick.

Arrel  

Franc Fernández, 62 Viviendas de protección oficial, Montgat, Barcelona, 2021. Fotógrafo: Andres Flajszer.

Los sistemas de fachada cara vista permiten obtener una gran expresividad dada la libertad compositiva de cada uno de los sistemas, pero al mismo tiempo son soluciones constructivas consolidadas y seguras basadas tanto en la tradición constructiva con cerámica como en la investigación tecnológica sobre la fabricación, prestaciones y ejecución de obras con ladrillo.

La durabilidad de la cerámica, así como su tratamiento dentro de los circuitos de la sostenibilidad, permiten que las fachadas de ladrillo no acusen la vejez o la obsolescencia de otros materiales. Además, su naturaleza orgánica y ‘pétrea’ le confiere una alta seguridad en caso de incendio, que impide la propagación, y la combustión de las piezas. La reacción al fuego de un material indica su respuesta en términos de contribución al desarrollo del mismo con su propia combustión, y emisión de humos opacos y el desprendimiento de gota inflamada. Los productos cerámicos tienen la mejor categoría posible para un material en cuanto a la reacción al fuego, ya que se clasifican como Euroclase A1 sin necesidad de ensayo. Y por último, la configuración de la colocación como sistema hace que toda la fachada trabaje como un sistema compacto que protege al edificio en caso de incendio, frente a las condiciones atmosféricas y a las condiciones higrotérmicas del ambiente.

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Editado por:

Nuria Prieto. Tectónica

Publicado: Apr 15, 2024

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