El Teatro Fernán Gómez de Madrid acogió la gala de entrega de los Premios ARQUITECTURA 2025, organizada por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), en la que se reconocieron proyectos y trayectorias que representan los valores sociales, culturales, ambientales y artísticos de la arquitectura contemporánea.
En un contexto marcado por la urgencia de transformar el entorno construido bajo parámetros de calidad, sostenibilidad y justicia social, los premios del CSCAE se han consolidado como una plataforma para visibilizar aquellas prácticas que, desde la arquitectura y el urbanismo, contribuyen a mejorar la vida en común.
El acto fue conducido por la pianista, compositora y actriz Lucía Rey, quien, junto a su trío de jazz, acompañó la gala con intervenciones musicales que dotaron a la ceremonia de un tono cercano, festivo y emotivo. Una noche para celebrar los valores que definen una arquitectura atenta a las personas, a los contextos y al futuro.
Fotografía: CSCAE.
Este año, la Medalla de Oro de la Arquitectura —la máxima distinción que concede el CSCAE desde 1981— ha sido otorgada ex aequo a dos figuras esenciales para comprender el urbanismo contemporáneo en España: Joan Busquets y Fernando de Terán. Con trayectorias diferentes pero profundamente complementarias, ambos representan una visión comprometida, rigurosa y transformadora del espacio urbano.
Arquitecto, urbanista y catedrático, Joan Busquets ha desarrollado una extensa labor profesional, docente y editorial que lo convierte en uno de los referentes del urbanismo europeo.
La laudatio de Joan Busquets fue pronunciada por el profesor José González-Cebrián, quien hizo un recorrido por la trayectoria del urbanista catalán destacando “su gran capacidad de trabajo, su talento para trabajar en equipo, sus dotes de convicción y preocupación por mejorar la ciudad”. Recordó sus comienzos como alumno brillante, su labor como catedrático y proyectista, y su papel decisivo en la reestructuración urbana de Barcelona en el periodo previo a los Juegos Olímpicos, como responsable del Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento. González-Cebrián subrayó su faceta como autor prolífico —con cientos de artículos y decenas de publicaciones— y como figura didáctica y viajera, capaz de difundir internacionalmente una forma rigurosa y sensible de entender la ciudad.
Busquets recibió la medalla en un emotivo discurso en el que repasó su trayectoria profesional, reconociendo la importancia de quienes le han acompañado en el camino y reivindicando el carácter colectivo del urbanismo. Se detuvo especialmente en la figura de su mentor, Manuel de Solà-Morales, cuya influencia definió como “de extraordinaria importancia”. “Para Manuel —recordó— el urbanismo era un asunto de ideas y de una rigurosa aplicación de las mismas a cada realidad específica”. Una forma de entender la arquitectura urbana que ha guiado su propia obra a lo largo de las décadas.
Fotografía: CSCAE.
El arquitecto catalán señaló también la necesidad de repensar el urbanismo actual desde un cambio de paradigma que haga frente al cambio climático, impulse la descarbonización y dé respuesta a problemas complejos con soluciones innovadoras. “El urbanismo necesita ideas claras y trabajo en equipo”, concluyó, reivindicando el papel de los arquitectos como agentes fundamentales en la transformación de las ciudades.
El arquitecto y urbanista Fernando de Terán también ha sido distinguido con la Medalla de Oro de la Arquitectura 2025 ex aequo. El jurado ha querido reconocer en él una figura clave en la construcción del urbanismo español contemporáneo, tanto desde la práctica profesional como desde la docencia y el pensamiento crítico.
La laudatio fue pronunciada por el arquitecto y urbanista José María Ezquiaga, quien definió a Terán como una fuente clave de inspiración para alcanzar los principios angulares de un nuevo urbanismo. Destacó la trayectoria del premiado como catedrático, académico, autor y gestor público, capaz de tejer un pensamiento riguroso sobre la ciudad y el territorio. Ezquiaga subrayó el valor de su legado: una vida entera dedicada a enseñar, pensar y proyectar el urbanismo desde la arquitectura, con una mirada profunda, comprometida y contemporánea.
Nos deja un testimonio cercano sobre su experiencia como urbanista, profesor y académico, apuntó Ezquiaga, recordando que en sus memorias —más allá de la narración cronológica— late una comprensión compleja de la ciudad y del tiempo.
Fotografía: CSCAE.
“Constituye el justo reconocimiento a una extensa y brillante biografía profesional, pero al tiempo nos envía un mensaje sobre el valor del urbanismo y el valor del compromiso de los arquitectos en el pensamiento, práctica y docencia del urbanismo en unos momentos en el que nuestras comunidades buscan, en las sabias palabras de Raymond Unwin, la manera de representar en la ciudad y el territorio el lienzo gigantesco de la expresión de su vida.”
Tras recibir la distinción, Fernando de Terán pronunció unas palabras de agradecimiento que reflejaron la emoción del momento. “Me gustaría que estas palabras pudieran transmitir fielmente la enorme gratitud y la gran emoción que me produce la recepción de esta preciada distinción”, expresó, visiblemente conmovido. Agradeció haber podido asistir a la gala a sus 95 años.
En su discurso, quiso poner en valor su papel en el desarrollo de los pueblos de colonización y en la definición del urbanismo de la posguerra, contextos en los que ejerció una labor determinante.
Destacó, con franqueza, que durante muchos años los urbanistas eran “despreciados por los otros arquitectos”, lo que hace que este reconocimiento tenga para él un valor aún más especial: “Creo que por lo que se me va a recordar es porque he contribuido poderosamente a la construcción del urbanismo de este país”.
Terán subrayó el valor especial del acto por tratarse de un reconocimiento público del urbanismo desde la arquitectura, y reivindicó la necesidad de mantener viva esa conexión entre las disciplinas para seguir construyendo un pensamiento urbano sólido, sensible y comprometido con la realidad social.
El Premio Lluís Comerón Graupera, creado en homenaje al expresidente del CSCAE, se concede en esta edición a los equipos de arquitectos voluntarios que, desde los Colegios Profesionales, actúan en situaciones de emergencia provocadas por catástrofes naturales. Un reconocimiento colectivo a una red de profesionales que, de forma altruista, prestan asistencia técnica en contextos de máxima vulnerabilidad, aportando conocimiento, rigor y compromiso allí donde más se necesita.
Fotografía: COACV.
Durante la gala se proyectó un vídeo muy emotivo, acompañado por un poema en valenciano, que sirvió como homenaje a estos profesionales. Recogieron el galardón algunos de los arquitectos que han formado parte de estos equipos de emergencia, representando a toda una red de voluntariado técnico que actúa con rigor y generosidad cuando la sociedad más lo necesita.
Este premio destaca una dimensión ética de la profesión y reivindica la capacidad del trabajo colectivo para ofrecer respuestas inmediatas y transformadoras en momentos de crisis.
Además de los reconocimientos a Joan Busquets y Fernando de Terán con la Medalla de Oro de la Arquitectura 2025, y al colectivo de arquitectos voluntarios en catástrofes naturales con el Premio Lluís Comerón Graupera, la gala celebró también la excelencia profesional a través de las nueve categorías de los Premios ARQUITECTURA. Un conjunto de galardones que reconocen cómo la arquitectura, en su dimensión cotidiana o excepcional, puede mejorar la vida, cuidar el entorno y construir futuro.
Fotografía: Alan Williams.
El Premio de Arquitectura Española 2025 ha recaído en el proyecto Kunstsilo, una intervención que transforma un antiguo silo de grano en un museo de arte contemporáneo en Kristiansand, Noruega.
Obra de los estudios Mendoza Partida, BAX Studio y Mestres Wåge, el proyecto demuestra cómo la arquitectura puede reconciliar memoria industrial, innovación formal y compromiso con el entorno.
Fotografía: Pedro Pegenaute.
La rehabilitación preserva la materialidad del silo original, conservando su estructura de hormigón y reforzando su carácter monumental con un nuevo uso público. A través de una intervención precisa y delicada, el edificio se abre a la ciudad, integrándose en el paseo portuario e incorporando un mirador panorámico. La nueva organización del museo se articula en torno a un foyer vertical, que ofrece una experiencia espacial singular, casi litúrgica.
Fotografía: Pedro Pegenaute.
El jurado ha destacado cómo Kunstsilo supera “la austera herencia nórdica” para crear un santuario íntimo y luminoso, capaz de dotar de alma a los volúmenes del antiguo silo. La excelencia técnica y la sensibilidad en el uso de la luz natural, junto con la sostenibilidad constructiva —que aprovecha la inercia térmica del hormigón y estrategias pasivas—, consolidan este museo como un nuevo icono cultural. Una segunda vida para el patrimonio industrial, que trasciende su función para convertirse en referencia internacional de regeneración urbana.
El agua como infraestructura de ciudad y defensa frente a la emergencia climática
El Premio Urbanismo Español 2025 ha reconocido ex aequo dos estrategias que entienden el agua no solo como un recurso natural, sino como una herramienta de ordenación urbana, resiliencia y protección ante riesgos climáticos. Ambas propuestas, desarrolladas en Santa Cruz de Tenerife y Madrid, transforman los cauces fluviales en infraestructuras verdes que conectan ecología, paisaje y bienestar ciudadano.
La estrategia de renaturalización de los cauces urbanos, elaborada por Rodrigo Vargas González para el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, propone una visión integral para recuperar el sistema hidrológico de la ciudad. El plan incide en la gestión del riesgo, la creación de espacios públicos, la mejora ambiental y la implicación ciudadana, integrando naturaleza y urbanismo en una propuesta estructurante.
El jurado ha valorado su capacidad para generar un nuevo modelo de ciudad adaptado al cambio climático, que reduce la vulnerabilidad y promueve una transformación inclusiva, sostenible y conectada con el territorio.
La restauración del tramo medio del río Manzanares, proyectada por aldayjover arquitectura y paisaje (Iñaki Alday, Margarita Jover, Jesús Arcos y Francisco Mesonero) para el Ayuntamiento de Madrid, actúa sobre el cauce como infraestructura ecológica y social. El proyecto devuelve al río su dinámica natural, fomenta la biodiversidad, reduce el riesgo de inundaciones y activa una red de espacios públicos accesibles.
El jurado ha destacado cómo esta intervención convierte un corredor fluvial degradado en una pieza clave del metabolismo urbano y en una defensa activa frente a las amenazas del cambio climático. Una demostración de cómo la arquitectura del paisaje puede anticiparse a los desastres y construir ciudad desde la ecología.
Fotografía: Fernando Alda.
Concebido hace más de dos décadas, el Palacio de Congresos y Exposiciones de Mérida (1999-2004), obra de Nieto Sobejano Arquitectos, ha demostrado una extraordinaria capacidad para mantenerse vigente en el tiempo. Situado en el margen occidental del Guadiana, entre el puente del ferrocarril y el de Calatrava, el edificio dialoga con la ciudad y su paisaje desde una arquitectura que combina sensibilidad contextual, programa complejo y fuerte presencia simbólica.
Fotografía: Roland Halbe.
Su diseño, una sucesión de franjas ajardinadas y pavimentadas que acompañan al visitante hacia el volumen principal, establece una relación fluida con el entorno urbano e histórico. El edificio acoge múltiples usos (música, teatro, ópera, exposiciones) y ha consolidado su papel como eje dinamizador de la vida cultural de la capital extremeña.
Fotografía: Roland Halbe.
El jurado ha valorado su carácter atemporal y emblemático, su inserción respetuosa en un enclave de gran riqueza patrimonial y natural, y su capacidad para seguir siendo una referencia arquitectónica activa en la ciudad. Una obra que no solo ha resistido el paso del tiempo, sino que ha reforzado su sentido y relevancia con los años.
Fotografía: Javier Callejas.
Ubicada en el barrio de Butarque, en Villaverde, la Biblioteca de los Mil Soles representa una reivindicación histórica hecha realidad: la primera biblioteca pública construida por el Ayuntamiento de Madrid en el distrito. Concebida por Miguel Ángel Díaz Camacho (MADC & Partners SLP), la intervención va más allá de la respuesta programática para convertirse en un gesto urbano de gran alcance social, ambiental y simbólico.
Fotografía: Javier Callejas.
Su arquitectura articula espacios culturales y sociales en distintos niveles, abre corredores verdes hacia el entorno y genera nuevas plazas públicas que promueven la vida comunitaria. A través de una cuidada estrategia climática y material, el edificio se configura como refugio térmico y lugar de encuentro intergeneracional. Es también el primer edificio municipal en Madrid con certificación VERDE de GBCe, y ha sido reconocido como buena práctica internacional por CITIES C40.
Fotografía: Miguel Ángel Díaz Camacho.
El jurado ha subrayado su capacidad para transformar el territorio desde una arquitectura ética, consciente y generosa. Un proyecto que cuida, acoge y dignifica, activando el sentido de pertenencia y los lazos entre personas y generaciones. La Biblioteca de los Mil Soles se presenta como un nuevo nodo urbano de salud, cultura y cohesión social.
Fotografía: Miguel Fernández Galiano.
En el bosque de Kirchberg, en Luxemburgo, declarado espacio Natura 2000, el proyecto firmado por Temperaturas Extremas Arquitectos junto a Adelino Magalhães Associados despliega una arquitectura que se fusiona con el paisaje, en lugar de imponerse sobre él. El Refugio de aves y mamíferos y depósito de agua nace desde una vocación técnica y ecológica, y se convierte en infraestructura silenciosa, plataforma de observación, escultura habitable y sistema ambiental.
El conjunto, construido con madera de alerce y corcho, materiales de proximidad, emplea una cubierta vegetal capaz de absorber y filtrar el agua hacia una laguna próxima. Su implantación fragmentada minimiza el impacto visual y facilita la integración paisajística. Más allá de su funcionalidad como depósito, el proyecto se ha desarrollado en colaboración con científicos y naturalistas para fomentar activamente la biodiversidad, incorporando nidos estratégicos para aves, especies migratorias y murciélagos.
Fotografía: Miguel Fernández Galiano.
El jurado ha valorado su capacidad para articular arquitectura, ecología y cultura contemporánea en un solo gesto. Esta intervención no solo resuelve una necesidad infraestructural, sino que ofrece una visión ética, circular e inspiradora del habitar compartido, donde la arquitectura se convierte en herramienta de regeneración y de conciencia medioambiental.
Fotografía: Make it rain.
Desde 2015, Concéntrico convierte Logroño en un laboratorio urbano abierto, en el que la arquitectura se despliega como herramienta de experimentación colectiva, aprendizaje compartido y reflexión crítica sobre la ciudad. Organizado por la Fundación Cultural de los Arquitectos de La Rioja y el comisario Javier Peña Ibáñez, el festival ha logrado consolidar una propuesta singular, reconocida ya a escala internacional.
Fotografía: Josema Cutillas.
Concéntrico reivindica el espacio público como territorio de encuentro y activación ciudadana, a través de instalaciones efímeras, exposiciones, publicaciones, talleres, piezas audiovisuales y otras formas híbridas de producción cultural. Su enfoque participativo y transversal integra arte, arquitectura, diseño y comunidad, promoviendo una mirada comprometida sobre el presente urbano y sus desafíos: sostenibilidad, inclusión, derecho al espacio, accesibilidad o regeneración.
Fotografía: Josema Cutillas.
El jurado ha valorado la diversificación de formatos y estrategias del festival, su capacidad para movilizar múltiples públicos y su firme compromiso con la divulgación arquitectónica como práctica transformadora. Concéntrico demuestra que la arquitectura no solo construye edificios, sino también discursos, vínculos, oportunidades y formas de habitar más justas y compartidas.
Artículo sobre la última edición: Concéntrico 2025: arquitectura, clima y ciudad como laboratorio de transformación urbana.
Bajo el tejido urbano de Tomelloso (Ciudad Real), más de 4.000 cuevas excavadas en arcilla han conformado durante siglos un paisaje subterráneo vinculado a la cultura vitivinícola local. Con el tiempo, muchas de estas cavidades han quedado degradadas, provocando colapsos, inseguridad estructural y el abandono progresivo del barrio que las acoge. El proyecto de Aguado + Vellés + Aperte, impulsado por el Ayuntamiento de Tomelloso, transforma este problema en una oportunidad arquitectónica, técnica y cultural.
Fotografía: Javier Longobardo.
La intervención apuesta por una regeneración urbana sostenible, desde el respeto a la materialidad y las técnicas tradicionales. Las fábricas estructurales se ejecutan con hormigón de cal y áridos extraídos de la propia cueva, encofrados con ladrillo macizo, y reinterpretan soluciones ancestrales para resolver exigencias actuales. El resultado combina eficiencia estructural, seguridad y una cuidada expresividad espacial, en un ejercicio de sobriedad técnica y sensibilidad constructiva.
Fotografía: Javier Longobardo.
El jurado ha valorado especialmente la ética profesional del proyecto: su precisión estructural, su respeto al entorno y su mirada patrimonial activa. Frente al olvido o la demolición, esta obra propone un futuro para las cuevas, devolviéndoles dignidad y uso. Una intervención que reafirma el compromiso del arquitecto con lo existente, con la comunidad y con un oficio que —desde la discreción— puede generar transformaciones profundas.
Análisis en Tectónica: Estabilización de las cuevas-arenero de Tomelloso por la UCLM
Fotografía: Roland Halbe.
En la costa de Vinaròs (Castellón), donde el río Cervol desemboca en el Mediterráneo, un lugar antaño degradado se transforma en un enclave de conexión entre naturaleza, ciudad y mar. El proyecto de SBP Ingenieros y Burgos & Garrido Arquitectos, promovido por el Ayuntamiento de Vinaròs, dibuja una intervención ligera, sutil y profundamente integrada que restituye la continuidad del litoral y revaloriza el paisaje desde la sobriedad.
Fotografía: Roland Halbe.
La pieza principal es un puente de perfil horizontal, que permite a peatones y ciclistas cruzar el cauce sin imponer una presencia excesiva ni interrumpir las vistas. A su alrededor, la recuperación del ecosistema mediterráneo mediante vegetación autóctona, un pinar restaurado y mobiliario urbano duradero construye un nuevo espacio público que invita al paseo, al descanso y a la contemplación. El conjunto activa una lógica resiliente frente al cambio climático, al tiempo que recupera los vínculos del territorio con su historia y sus habitantes.
Fotografía: Roland Halbe.
El jurado ha valorado la claridad, elegancia y belleza de la propuesta, capaz de transformar un lugar residual en un entorno de calidad, evocador y silencioso. “Una línea sobre el Cervol” no impone, sino acompaña, como un trazo respetuoso que cose el paisaje desde la ligereza y deja lugar para la experiencia. Una arquitectura que no ocupa, habilita.
Fotografía: Flavio Dorta.
En el centro Santa Cruz de Tenerife, dos edificios condenados al olvido renacen gracias a una intervención arquitectónica precisa y comprometida. El proyecto de fadg estudio, promovido por ALDI Supermercados Canarias SL, recupera la antigua Fábrica de Tabacos y el Cinema Victoria, cerrados desde 1975 y amenazados durante décadas por la especulación y la desprotección normativa.
Pese a su escasa protección patrimonial —apenas una catalogación ambiental parcial—, la actuación no se limita a conservar lo imprescindible, sino que restaura, reconstruye y reactiva con sensibilidad todos aquellos elementos estructurales y decorativos que definen la memoria colectiva del lugar: fachadas, lucernarios, patios, letreros, carpinterías, cerrajerías, vidrieras…
Fotografía: fadg estudio.
El jurado ha destacado el valor ejemplar de una intervención que va más allá del deber técnico para reivindicar el derecho a la memoria. Una operación delicada, que resuelve con solvencia los nuevos requerimientos estructurales y energéticos, y que devuelve a la ciudad un pedazo de sí misma. Porque rehabilitar es también restituir vínculos, actualizar significados y reactivar la vida urbana desde la historia.
Los Premios ARQUITECTURA 2025 reafirman el papel de la arquitectura como una disciplina capaz de transformar el entorno desde la responsabilidad, el rigor y la sensibilidad. Las obras reconocidas este año muestran cómo la calidad arquitectónica se expresa en múltiples formas: a través de la recuperación del patrimonio, la mejora del hábitat urbano, la integración en el paisaje, la regeneración social o la innovación técnica.
Cada proyecto galardonado evidencia que la arquitectura incide directamente en la vida de las personas, fortaleciendo vínculos comunitarios, aportando soluciones sostenibles y proponiendo espacios más habitables y significativos. Lejos de ser un ejercicio aislado, proyectar implica escuchar, dialogar con el contexto y asumir un compromiso técnico, cultural y ético.
En un escenario de creciente complejidad urbana, social y medioambiental, los premios subrayan la vigencia de una arquitectura comprometida con el bien común. Porque construir con conciencia, atención al detalle y sentido de la responsabilidad sigue siendo una de las formas más sólidas de contribuir a un futuro más justo y habitable.
Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España - CSCAE
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Publicado: Jul 15, 2025