El pesebre que cada año se monta en la Plaça Sant Jaume de Barcelona ha sido diseñado este año por un arquitecto. Jordi Darder es el autor del proyecto escogido por el Institut de Cultura de Barcelona.
El arquitecto aprovecha la oportunidad de la escala urbana para explorar cómo la intervención en la ciudad puede ser capaz de crear Lugar. Incorporando todo el espacio de la plaza, su intervención tiene el objetivo de generar interacción, alejándose de los pesebres más convencionales, e invitando a los visitantes a pasear entre las diferentes piezas de la instalación, a entrar en el pesebre y convertirse en una figura más.
Sobre una plataforma accesible de 12x12 m, 25 palos verticales que van de los 3 a los 7 m de altura sostienen 25 figuras de metacrilato esmerilado iluminado, formando un "bosque de juncos", un paisaje. Un pesebre que se mueve con el viento y que podrá contemplarse en la Plaça Sant Jaume hasta el 7 de enero.