La arquitectura de los char en Bangladés: adaptarse al medio y sus transformaciones

Nuria Prieto

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La arquitecta Nuria Prieto nos descubre la adaptación de una tipología tradicional de la arquitectura inundable de los asentamientos de comunidades rurales de Bangladés a una construcción contemporánea, con nuevos materiales que responden a la topografía y climatología local, en la que se mantienen las señas identitarias de la población y la familia a la que pertenecen, importante en barrios surgidos por el desplazamiento de la población.

La arquitectura es una disciplina universal. Casi en cualquier lugar existen formas en las que el ser humano ha desarrollado estrategias para adaptar el lugar a sus necesidades y concebirlo como una extensión de su cuerpo dotándolo incluso de una identidad propia. El cobijo es el concepto fundamental que sostiene en parte la construcción de hábitat, de la que también forman parte la gestión de los recursos y la permanencia en el tiempo. Pero hay lugares en los que crear un hábitat permanente, guarecido de la intemperie y los depredadores y cercano a recursos naturales necesarios para sobrevivir no resulta tan sencillo. En algunos emplazamientos la condición de permanencia es fluida, sometiéndose de forma cíclica al comportamiento de la naturaleza en la que se encuentra.

Fotografía: Nuria Prieto

En Bangladés el comportamiento del sistema fluvial sometido al monzón y a la estación seca de forma alterna, tiene como una de sus consecuencias naturales la formación de islas de sedimento acumulado denominadas ‘char’. Estos char, son terrenos habitables, especialmente por clases sociales modestas. Tradicionalmente las construcciones de los char, han tenido en cuenta la oscilación y transformación derivada de la alternancia de la temporada seca con la e lluvias. Sin embargo, las consecuencias del cambio climático han provocado que la altura del agua sea mayor y que las sequías resulten más devastadoras. Esta condición ha provocado en los años recientes que la construcción tradicional se haya visto sometida a una decadencia acelerada, a una obsolescencia forzada por los condicionantes del clima. Así, la lógica de la construcción tradicional se ha tenido que reinterpretar para resolver esta situación imprevista. 

Fotografía: Nuria Prieto

Una vivienda tradicional al lado de algunas intervenciones contemporáneas. Fotografía: Nuria Prieto.

La construcción tradicional de la arquitectura en los char

La construcción tradicional en los char, aunque de aspecto modesto responde a un concepto de cobijo muy sofisticado, tanto en la especialización de los materiales como la técnica utilizados. Los materiales seleccionados son dos tipos de hierba como junco y hierba común, yute, bambú y arena. Los materiales vegetales crecen de forma natural en el entorno de los char, y la arena se recoge durante la temporada seca cuando el descenso del nivel de los ríos permite dragar su cauce. La base de la vivienda se realizaba mediante el moldeado de la arena como un pequeño zócalo sobre el que anclar la estructura. Sobre ésta emergían los pies derechos de bambú formando un esqueleto básico sobre el que se ataba el cerramiento, con cierta capacidad resistente especialmente a flexión, ya que se basaba en el tejido de las fibras naturales y su tensión. La meteorología del golfo de Bengala permite que en las temporadas secas apenas haya precipitaciones, por lo que las condiciones constructivas han de responder a la creación de sombra y la ventilación. Por esta razón el tejido de las fibras naturales permite permeabilidad y la creación de un ambiente interior salubre dentro de la casa. Una vez finalizada la construcción, se realizaba un proceso cultural de identificación, en el que cada familia pintaba algunos elementos o incorporaba pequeños ornamentos vegetales. Este tipo de construcciones veían comprometida su durabilidad con la llegada de las lluvias, ya que los materiales tenían una durabilidad muy escasa frente al agua. Era común que las inundaciones de la época lluviosa destruyesen por completo grandes grupos de viviendas en los char, por lo que las familias se veían obligadas a reconstruirlas cada año.

Fotografía: Nuria Prieto

Fotografía: Nuria Prieto 

La revolución arquitectónica bengalí: Muzharual Islam

La modernización y democratización de Bangladés tras su independencia en 1971 trajo consigo una modernización del sector industrial, pero también el optimismo por el progreso cultural, político y la creación de infraestructuras modernas y eficientes. Desde que los británicos abandonasen en país en 1947, Bangladés había formado parte de Pakistán. La arquitectura en el Bangladés (entonces región perteneciente a Pakistán) de los años cincuenta era una disciplina poco relevante, con pocos profesionales y dependía directamente del gobierno. En 1950 el ingeniero civil Muzharual Islam (1923-2012) estudia arquitectura en EEUU donde conoce al arquitecto Louis Kahn (de quien es alumno, y a quien convence para realizar el proyecto de la Asamblea Nacional). Su formación, así como su activismo son claves a su vuelta a Bangladés, donde participa activamente en la universidad de Daca promoviendo la independencia, la cultura y la modernización del país. La influencia de Islam en la arquitectura bengalí es clave para comprender el optimismo y el excepcional y rico desarrollo de esta disciplina en el país. La cultura arquitectónica bengalí había comenzado en el imperio Maurya (siglos IV a II a. C.), aunque apenas quedan restos de su existencia salvo en Pundranagara (en Mahasthangarh, al norte del país). La civilización del valle del Ganges se relacionó con esta primera civilización intercambiando influencias y desarrollando construcciones hasta el siglo XII. De esta época datan algunos emplazamientos como Karnasuvarna, Sompura, Panchanagari, Kotivarsha, Gange, Vanganagara, Simhapura, Pushkarana, Gaudpura o Tamralipti. La ausencia de restos bien conservados de esta época impide desarrollar un estudio pormenorizado. Con la llegada de las invasiones turcas, aparecieron nuevas tipologías que se adaptaron parcialmente en función a la tecnología tradicional del lugar. Con esta base, la década de los años cincuenta del siglo XX se convierte en etapa de auténtica revolución arquitectónica.

La transformación cultural y el desarrollo del país es notable tras su independencia, y el uso de la arquitectura como herramienta de progreso se ha normalizado afectando de manera transversal a todos los estratos de la población. Así las recientes intervenciones sobre los slums (barrios marginales), como la reconstrucción del Karail slum y el Saattola slum, de JA Architects (Afroza Ahmed, Jalal Ahmed, Sheikh Rubaiya Sultana Munni, Sadia Sabrina, Shafinaz Sameen), suponen una mejora en la calidad de vida de sus habitantes, ya que en Daca, la capital de Bangladés, el 40% de la población vive en slums, de los cuales menos del 10% cuenta con algún tipo de planeamiento urbanístico incorporando infraestructuras higiénicas, y sólo el 5% de sus habitantes son propietarios.

Fotografía: Nuria Prieto 

Fotografía: Nuria Prieto 

Arquitectura en los char

La intervención sobre la arquitectura de los char representa la comprensión de la arquitectura tradicional y su adaptación a la materialidad contemporánea, a través de los escasos recursos económicos de estas comunidades. El proyecto de Ahammad-al-Muhaymin con Shekh Nuru en 2016 en Paldangi y el de Nol Char representan una nueva forma de abordar la arquitectura en los char repetible en cualquier lugar que responda a esta topografía y climatología. La tipología de la arquitectura contemporánea en los char reproduce conceptualmente la tecnología tradicional, es decir, se compone de un zócalo sólido y masivo sobre el que se ancla una estructura que sirve de esqueleto a un cerramiento que tiene capacidad portante por sí mismo, sin olvidar la presencia de elementos decorativos identitarios. De esta forma la casa sigue respondiendo a las condiciones meteorológicas y topográficas del lugar, garantizando la sombra y la ventilación constante.

Fotografía: Nuria Prieto

Fotografía: Nuria Prieto

Fotografía: Nuria Prieto 

La construcción contemporánea de esta tipología arquitectónica sustituye la arena con la que se construía el zócalo por hormigón en masa o por fábrica de ladrillo, utilizando el árido procedente del dragado tradicional de los ríos durante la temporada seca, tanto para la masa del hormigón como para la fabricación de los ladrillos en los hornos locales. La estructura se realiza con madera o bambú, puesto que la capacidad resistente de estos materiales es suficiente para las solicitaciones a las que se va a someter. El cerramiento de la vivienda es el sistema constructivo más modificado respecto a la arquitectura tradicional, en la que los trenzados se sustituyen por chapa de acero ondulado con tratamiento galvanizado. La disposición de la onda en perpendicular a la dirección principal de la estructura garantiza no sólo la protección frente al exterior, sino que aporta capacidad portante al conjunto de la construcción. Tras el desarrollo de la construcción al completo se incorporan defensas en las ventanas, pinturas sobre el hormigón y pequeñas placas de acero o aluminio decoradas entre los huecos que deja la estructura de madera mostrando los rasgos culturales del país y la identidad de la familia que la habita. La disposición de la chapa sobre la estructura se realiza con las holguras necesarias para que la vivienda ventile naturalmente impidiendo al mismo tiempo la entrada de depredadores. La mayoría de las casas se suplementan (cuando es posible) con ventiladores que permiten, junto con la ventilación natural, reducir el grado de humedad interna de la vivienda.

Fotografía: Nuria Prieto

Los huecos se recortan directamente sobre la chapa y se cubren con rejas decoradas o se deja el recorte para que funcione como contraventana. Este aspecto distingue las viviendas entre sí, además de por otras pequeñas variaciones como algunas que incorporan cubiertas curvas (a partir de tenzados de chapa metálica), aunque la tipología se proyecta a dos o cuatro aguas, y, también, por el trabajo artesanal sobre algunas piezas de madera que forman las puertas o algunas cornisas.

Fotografía: Nuria Prieto 

Este tipo de construcciones se proyectan con la voluntad de convertirse en autoconstrucción, es decir, buscan servir como manual de instrucciones sencillo, para mantener una tipología arquitectónica tradicional. El proceso de construcción además de sencillo es muy rápido ya que la construcción de una pequeña comunidad puede realizarse en apenas cuatro semanas. La mayor parte de proyectos de este tipo desarrollados en Bangladés han sido financiados por ONGs o por el Building Trust International con el apoyo del gobierno del país.

Fotografía: Nuria Prieto  

La arquitectura al servicio del ser humano

El espíritu optimista y revolucionario de la independencia de Bangladés se deja ver en el desarrollo arquitectónico del país. Algunas intervenciones, cultas, representan de forma simbólica esa modernización sin renunciar a la cultura e identidad del país. Pero otras, las más populares, cuando cuentan con una pequeña intervención, para tan sólo adaptar la tradición constructiva a la modernidad, consiguen mantener el espíritu democrático de la independencia y la esperanza de progreso transversal del país. La intervención en los char, no es sólo una higienización de un emplazamiento o la respuesta a una condición climática, sino la reactivación de una tradición constructiva que busca la continuidad, independientemente de la condición social de sus habitantes. Lamentablemente, en la última década, la urgencia en el desarrollo de proyectos de estas características se ha acelerado, como consecuencia de la situación de crisis de refugiados procedentes de Myanmar que se asientan en Cox Bazaar y en las cercanías de Chittagong (la segunda ciudad más poblada del país). Los campos de refugiados han creado nuevos slums y construcciones en algunos chars próximos a la costa. La adaptación y el uso de esta nueva tipología arquitectónica puede permitir no sólo dotar de higiene a estos nuevos asentamientos, sino también de dignidad para quien se ve obligado a abandonar sus raíces.

Fotografía: Nuria Prieto

La arquitectura es una disciplina que se encuentra en la esencia de la naturaleza humana. El refugio constituye una necesidad fundamental en la que protegerse de los peligros y la climatología, pero también en la que crear lazos comunitarios y una identidad cultural propia. Y es que quizás la definición de la arquitectura al servicio del hombre se haga más clara en lugares en los que el medio desafía su naturaleza, su cultura y su propia vida.

Fotografía: Nuria Prieto 


Editado por:

Nuria Prieto. Tectónica

Publicado: Jul 31, 2023

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