El Museo de Arte del Siglo XXI de Roma –MAXXI– dedica una exposición monográfica al arquitecto Gio Ponti a los 40 años de su fallecimiento. El título de la exposición que ha elegido el equipo curatorial dirigido por Maristella Casciato y Fulvio Irace, “Gio Ponti. Amare l’architecttura” es ya toda una manifestación de intenciones. Gio Ponti era la arquitectura y en su fructífera carrera destacó en proyectos complejos como la torre Pirelli en Milán, pero también en la definición del espacio doméstico contemporáneo así como en el diseño de objetos y muebles.
La exposición se estructura en torno a varias temáticas que unidas ofrecen una visión exhaustiva de la extensa obra de Ponti. Las temáticas que organizan la exposición son:
La vida moderna siempre estuvo presente en las reflexiones de Gio Ponti que buscaba darle forma a la casa que debía acompañar a la vida doméstica contemporánea. Sus investigaciones se reflejaban en las publicaciones de las revistas que dirigió: “Domus” y “Stile” y culminaron en el piso de Ponti en Via Dezza en el que un concepto fluido del espacio conectaba las habitaciones. Sus investigaciones tocaron también otras tipologías que incluyeron fórmulas de prefabricación de torres de viviendas.
La naturaleza ocupaba un lugar central en el pensamiento creativo de Ponti que se reflejaba en una relación intensa con la arquitectura reflejada en los elementos que las unían; pórticos, terrazas, pérgolas… Para Ponti la naturaleza por excelencia se revela en la costa del Mediterráneo de cuyo clasicismo extrae muchos de estos elementos y los ofrece a la arquitectura Moderna, como en el proyecto que realiza con Bernard Rudofsky a finales de los años treinta.
Más adelante su relación con la naturaleza se vuelve más conceptual y se formaliza en propuesta más orgánicas e íntimas como la casa llamada Escarabajo bajo una hoja o la villa para Daniel Koo en California.
Los años treinta fue el periodo que ofreció a Ponti la oportunidad de experimentar con grandes proyectos, la mayoría de carácter público caracterizados por ofrecer múltiples escalas capaces de integrar la dimensión urbana con los detalles singulares que podía incluir el diseño de los interiores o del mobiliario como en la Escuela de Matemáticas de Roma.
Proyectos como el Instituto Cultural Italiano de Estocolmo o el Instituto de Física Nuclear de Sao Paulo en Brasil representan la expresión de un concepto de diseño que se muestra través de planos en lugar de volúmenes. La fachada se convierte en una superficie bidimensional que puede ser puntuada y plegada como una hoja de papel.
El aforismo más revelador y conocido de Ponti expresa la idea de que la "forma acabada" es garantía de una arquitectura correcta y encuentra la forma más expresiva de la arquitectura en el cristal. La multiplicidad facetada del cristal se encuentra en proyectos como el Museo de Arte de Denver o la capilla de San Carlo de Milán, y también en el diseño a pequeña escala de manillas de puertas para Olivari, de sanitarios para Ideal Standard, de azulejos cerámicos o de la carrocería de un coche llamado Diamante.
Para Ponti, la ligereza no es una metáfora literaria, sino la respuesta a las formas de construcción del siglo XX, con un valor ético más que formal. Las fachadas de los edificios son por tanto "superficies intactas, son como la hoja de papel blanco" en la que las ventanas inician el "juego arcano de la Arquitectura" que se desmaterializa como en el resultado final de la Con-catedral de Taranto, donde el cemento se convierte en aire y luz. Incluso en los estudios sobre prefabricación, en los edificios de oficinas de Ina y Savoia en Milán o en los edificios gubernamentales de Islamabad, el juego de las fachadas perforadas derrota la repetitividad.
La aspiración de Ponti hacia la extrema ligereza se traslada a una aspiración por la verticalidad cuando se trata de insertar edificios en un contexto urbano consolidado, con una mínima huella en planta y como una premonición del skyline de las ciudades modernas. Rascacielos de planta triangular con una multiplicación de vistas y facetas formuladas con fachadas ligeras definen el diseño de las Torres de Montreal y el del Centro italo-brasileño de Sao Paulo. Sin embargo, el rascacielos de Ponti por excelencia es la Torre Pirelli de Milán, una síntesis de muchos de los temas de diseño presentados en esta exposición.
A nivel urbanístico, Ponti desarrolló una idea de la ciudad íntimamente ligada al desarrollo vertical de la arquitectura. Ya lo demostró en 1937 con el proyecto de regeneración del antiguo Scalo Sempione, donde luchó contra el concepto de un distrito de jardín horizontal a favor de una composición orgánica de grandes conjuntos situados a lo largo de una amplia avenida arbolada y posteriormente en otros proyectos planteados con un diseño orgánico.
La exposición se enriquece finalmente con la vision de reportajes contemporáneos de ocho diseños de Ponti. Estas miradas actuales han estado a cargo de Stefano Graziani, Allegra Martin, Michele Nastasi, Filippo Romano, Paolo Rosselli, Giovanni Silva y Delfino Sisto Legnani.
La exposición se ha producido en colaboración con el CSAC de Parma y el Archivo Gio Ponti e incluye maquetas, documentación, fotografías, libros, revistas, piezas cerámicas, mobiliario… que permiten descubrir a un protagonista indudable de la arquitectura y el diseño italiano que ha dejado una huella permanente, no sólo a través de sus obras situadas en varios continentes, sino como fuente de inspiración imborrable para futuros arquitectos y diseñadores.
Editado por:
Publicado: Dec 10, 2019