Los antiguos filósofos volvían a la naturaleza para contemplara. La naturaleza se utilizaba como un espejo. El “Espejo de hierba” revisita, de alguna forma, esta idea de contemplación. Pero para responder a una imagen contemporánea, la imagen demanda mayor complejidad. La naturaleza se desborda, se multiplica por diferentes reflejos. La imagen propia se fragmenta. Las fronteras entre la naturaleza y la cultura se difuminan. Es el pliegue (deformación geométrica) del rectángulo el que revela la naturaleza. Las plantas se disponen en el hueco de esta deformación. Esta figura básica puede ser repetida de forma indefinida, de objeto a superficie y de superficie a objeto. El conjunto es un poco más que un conjunto y sus partes.
Texto Miguel Mazeri
Diseño: h2o architectes, Jean-Jacques Hubert
Fotografías: Nathalie Jouan
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Publicado: May 17, 2017