El Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, CSCAE, emite una declaración por el Día Mundial de la Arquitectura que pone el foco en la calidad, de proyecto y material, de la arquitectura como garantía de un entorno con las condiciones óptimas para el desarrollo personal y en comunidad de los individuos.
“la arquitectura de calidad cuida de las personas, genera sentimientos de arraigo y pertenencia y protege el entorno. Por eso, es fundamental adoptar medidas que, frente a los desafíos de nuestra época, aseguren que el desarrollo y las tendencias sociales, económicas y medioambientales no solo no mermen la calidad del entorno construido, sino que se conviertan en oportunidades para un bienestar duradero para todos y para la preservación del planeta”. Marta Vall-llossera, presidenta del CSCAE
En la declaración del CSCAE con motivo del Dia Mundial de la Arquitectura pesa de manera explícita la vivienda y la necesidad de afrontar la realidad de una necesaria rehabilitación del parque de viviendas de la mayor parte de las ciudades españolas, por no ofrecer un confort adecuado y ser una fuente de emisiones contaminantes, y subraya que para que la Arquitectura pueda cumplir con su función social, es precisa la intervención decidida de las Administraciones Públicas, con “políticas ejemplarizantes”, apostando por concursos de arquitectura que prioricen la calidad para el bienestar general de la población y por la sensibilización social para proteger el entorno construido, como patrimonio cultural que es de todos/as.
En 2018, todos los ministros de Cultura de la Unión Europea, y también el Gobierno español, un año después, suscribieron, en la Declaración de Davos: “No puede haber desarrollo democrático, pacífico y sostenible si la cultura no es su núcleo; la forma en la que damos uso, mantenemos y protegemos nuestro patrimonio cultural hoy en día será crucial en el desarrollo de un entorno construido de alta calidad”.
Nuestra sociedad se enfrenta a cambios incesantes, de una magnitud que, cada vez con más frecuencia, trasciende el marco local. Los efectos de la globalización, la emergencia climática, el desarrollo vertiginoso de las tecnologías, el impacto de la pandemia de Covid19 o el aumento de conflictos bélicos, también a las puertas de Europa, sumados a otras problemáticas, como el difícil acceso a una vivienda digna, adecuada y asequible, el desequilibrio entre áreas urbanas y rurales que ilustra el fenómeno de la “España vaciada” y el incremento de las desigualdades, configuran un escenario de múltiples desafíos que, pese a su carácter global, exigen consensos, esfuerzos comunes y acciones a corto, medio y largo plazo en lo local: en nuestros pueblos, ciudades y territorios, como vectores de recuperación y de progreso social.
Nuestros entornos urbanos constituyen el espacio desde el que abordar todos esos desafíos. Por eso, en el Día Mundial de la Arquitectura, reivindicamos la calidad arquitectónica como una garantía para el bien común; para avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria, saludable y sostenible a todas las escalas: económica, social y medioambiental.
Con sus valores básicos, universales, artísticos y culturales, sociales, éticos y la vocación de perdurabilidad que subyace en sus obras, la Arquitectura contribuye al bienestar individual y colectivo de las personas: aporta confort, seguridad, es un factor de salud preventiva, favorece la cohesión social, crea identidad colectiva e inspira y retroalimenta la potencia creativa del ser humano con su belleza. Pero, además, en plena crisis climática, sus soluciones, innovadoras, responsables e integrales, se tornan esenciales para mitigar los efectos del calentamiento global, transitar hacia una economía circular y recuperar el equilibrio medioambiental, reutilizando y optimizando recursos naturales y económicos y reduciendo gastos de energía.
La Arquitectura regenera y rehabilita, aportando versatilidad a nuestras viviendas y edificios, devolviéndoles toda su utilidad y actualizándolos, desde el principio de calidad y una perspectiva integral, para responder, de forma adecuada, a las necesidades de la ciudadanía del siglo XXI y afrontar, con éxito, retos que requieren de una respuesta urgente, como la descarbonización del parque residencial en nuestro país, donde más de la mitad de sus 25,7 millones de viviendas requieren de una rehabilitación energética, además de otras mejoras acuciantes en materia de accesibilidad, conservación y funcionalidad.
La Arquitectura es cuidadora. Nos ayuda a avanzar hacia una sociedad más igualitaria, más humana y más saludable y sostenible; una sociedad mejor, que se adapta a situaciones adversas y escenarios cambiantes con más flexibilidad y fortaleza. Pero, para ello, también precisa de la intervención decidida de las Administraciones Públicas, promoviendo políticas ejemplarizantes que sitúen la calidad arquitectónica y la defensa del espacio construido en el epicentro de las transformaciones urbanas actuales; apostando por concursos de arquitectura que prioricen la calidad para el bienestar general de la población y por la sensibilización social para proteger el entorno construido, como patrimonio cultural que es de todos/as.
En el Día Mundial de la Arquitectura, calidad arquitectónica, una garantía para el bien común.
Poco a poco se ha ido enraizando la tradición de dedicar de manera expresa y amplia la primera semana de octubre a la Arquitectura, al ser el primer lunes de octubre el Día Mundial de la Arquitectura.
Muchos colegios de Arquitectos se unen a la celebración organizando mesas redondas, conferencias, entrega de premios y visitas guiadas a los edificios.
El CSCAE ha abierto este año una página en la que poder consultar esta rica oferta cultural en torno a la arquitectura: Actividades de los Colegios de Arquitectos en la Semana de la Arquitectura 2023
En la declaración del CSCAE también se señala la necesidad de una mayor sensibilidad por el patrimonio construido por ser patrimonio cultural de la sociedad.
Este respeto por la arquitectura heredada no se circunscribe al patrimonio histórico sino también el contemporáneo y, en especial, al del siglo XX que el tiempo ya pone en peligro su mantenimiento. DOCOMOMO (Documentation and Conservation of Building, Sites and Neighbourhoods of the Modern Movement) actúa como archivo de este patrimonio de la Arquitectura Moderna del siglo XX a preservar y su rama Ibérica va a llevar a cabo en el Día de la Arquitectura una campaña de colocación de placas informativas en edificios relevantes y la Fundación DOCOMOMO Ibérico va a dedicar el Día de la Arquitectura 2023 a la colocación de placas informativas en edificios paradigmáticos de la arquitectura moderna incluidos en sus registros,
"La colocación de placas informativas constituye una llamada de atención sobre el Patrimonio del Siglo XX, un patrimonio cuya fragilidad requiere especial atención. Efectivamente, los nuevos edificios modernos que se empezaron a construir a partir de 1925 en España y Portugal no solo experimentaron nuevos programas y formas, sino que lo hicieron con nuevos materiales y tecnologías, poco ensayados hasta entonces. Su puesta al día y su adecuación a las normativas actuales han resultado, en ocasiones, en una merma de los valores patrimoniales de estos edificios. Por otra parte, por tratarse de un patrimonio extenso y muy reciente, es poco valorado por la sociedad y las administraciones responsables de su protección. Con la colocación de placas en edificios paradigmáticos de la arquitectura moderna del siglo XX se pretende trasladar a la sociedad y a sus representantes la importancia de este patrimonio y ponerlo en valor como parte de nuestra cultura del siglo XX, para lograr su protección patrimonial y conservación". DOCOMOMO Ibérico.
DOCOMOMO Ibérico tiene documentados 2.419 edificios paradigmáticos de la arquitectura moderna desarrollada en España y Portugal entre 1925 y 1975 accesibles en la base de datos de la fundación www.docomomoiberico.com.
Colegio de las Teresianas en Málaga de Manuel Barbero Rebolledo y Rafael de la Joya Castro (1963).
En 2023 se colocarán 42 placas que llegarán a edificios como el colegio de las Teresianas en Málaga de Manuel Barbero Rebolledo y Rafael de la Joya Castro (1963); la ampliación del la Escuela técnica Superior de Arquitectura de Valladolid de Antonio Fernández-Alba (1975) o el Taller Sert en Palma de Mallorca de Josep Lluís Sert (1954-1956).
Antonio Fernández-Alba. Ampliación ETSA Valladolid, 1975. Via Academia_Colecciones.
Madrid será la localización en la que un mayor número de placas se coloquen con edificios que es tan necesario señalar como patrimonio cultural como el Hipódromo de la Zarzuela de Carlos Arniches Moltó, Martín Domínguez Esteban y Eduardo Torroja Miret (1934-1941), el Centro de Estudios Hidrográficos de Miguel Fisac (1959-1961); Gimnasio del Colegio Maravillas de Alejandro de la Sota (1960-1962); el edificio Capitol de Luis María Martínez-Feduchi Ruiz y Vicente Eced Eced (1931-1933); el convento de los Padres Dominicos de Miguel Fisac (1955-1959); Torres Blancas de Francisco Javier Sáenz de Oíza (1961-1968), la Casa Huarte de José Antonio Corrales Gutiérrez y Ramón Vázquez Molezún (1965-1967), el Colegio Mayor César Carlos de Alejandro de la Sota Martínez y José Antonio López Candeira (1964-1970) el Cine Barceló de Luis Gutiérrez Soto (1931-1931) o los edificios de las facultades de Derecho y de Filosofía y Letras de Agustín Aguirre López, construidos en la ciudad Universitaria de Madrid entre 1931 y 1956.
La Fundación DOCOMOMO Ibérico facilita un mapa de los edificios en los que se coloca placa DOCOMOMO en 2023: Placas DOCOMOMO Ibérico en el Día Mundial de la Arquitectura 2023.
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Publicado: Oct 2, 2023