Edificio de viviendas Lagasca 99, de Rafael de La-Hoz

Rafael de La-Hoz Castanys

El estudio Rafael de La-Hoz firma un exclusivo bloque de viviendas que ocupa una manzana del ensanche madrileño. Planteado en términos que bordean la escala y el uso residencial convencionales, el edificio destaca por su fachada monumental, caracterizada por el uso del vidrio y la pauta vertical marcada por unos escultóricos fustes de piedra y madera.

Programa residencial: la vivienda de lujo

El proyecto encaja dentro de la trama en retícula característica del ensanche madrileño, con la peculiaridad de ocupar el largo de una manzana completa.

Plano de situación. Foto: Alfonso Quiroga

La planta baja funciona como un gran hall de recepción que anticipa el carácter mixto del uso del edificio, en el que se combina el residencial privado con una serie de servicios comunes, como el gimnasio o la piscina con spa, que responden más bien a una instalación de uso hotelero.

Imagen del hall de entrada en planta baja. Bajo el colchón de ETFE se encuentra el área de piscina interior y spa. Foto: Alfonso Quiroga.

Plano de planta baja. Ver pdf

Imagen de la piscina en planta sótano. La luz entra superiormente, matizada por el colchón de ETFE. Foto: Alfonso Quiroga

Tipológicamente el edificio podría entenderse como un bloque abierto, por su posición exenta dentro de la manzana. La unidad y rotundidad del volumen se acentúa con una fachada muy singular, idéntica en las cuatro caras, y con el gesto de curvar las esquinas de forma alternada.

Plano de planta tipo nivel 1. Ver pdf

Plano de planta tipo nivel 2. Ver pdf

Imagen de la esquina en curva. Foto: Fernando Alda

La existencia de patios interiores, destinados a la ventilación de espacios de servicio, no tiene gran incidencia en la distribución de la planta de las viviendas, puesto que todas las estancias se abren a la fachada exterior. Sin embargo, y a pesar de que la distribución interior de las viviendas sigue pautas parecidas a las del bloque abierto convencional, en este caso el ancho de crujía se amplía hasta alcanzar luces de entre 10 y 12 metros, sin pilares intermedios. Ante la necesidad de dar una respuesta a lo que se define como vivienda de lujo, el proyecto propone una solución radical: el lujo es el espacio.

Se decide dar la mayor superficie posible a la vivienda, incluso a costa de no agotar la edificabilidad máxima permitida. Se decide que la ventana se agrande hasta ocupar la totalidad de la superficie de fachada. Las viviendas tienen una superficie de entre 300 y 450 m2, distribuida en espacios abiertos, diáfanos e inundados por la luz que entra por la superficie totalmente acristalada de la fachada. La potencia visual del espacio interior de la vivienda llega a su máxima expresión en los dúplex, en los que superficies de más de 100 m2 con alturas libres próximas a los 6 metros ponen en cuestión la escala propia de un proyecto residencial.

Sección longitudinal por el núcleo central. Ver pdf

Foto: Alfonso Quiroga

Estructura de losas de forjado postesadas

Para eliminar líneas de pilares intermedios y salvar la luz de la crujía estructural de entre 10 y 12 metros, se optó por una estructura de forjado de losas postesadas de 28 cm de espesor, apoyadas en la línea de las fachadas, y en dos líneas centrales de pórticos dentro de las cuales se sitúan los patios y los núcleos de comunicación.

Por otro lado, la ausencia de pilares estructurales otorga a la planta una gran flexibilidad a la hora de modificar la distribución original. La facilidad para reformar el interior e introducir cambios de uso o configuración de las estancias era un requerimiento de partida del proyecto, teniendo en cuenta el tipo de cliente al que va dirigido. Cada vivienda se plantea como una gran superficie que permite hacer tabula rasa en un proyecto de reforma interior, con los únicos condicionantes de la situación de los cuartos húmedos y, como veremos a continuación, de la posición y modulación de los elementos de fachada, que tienen una incidencia en la distribución.

Ritmo modular de elementos verticales en fachada

La fachada del proyecto concentra gran parte de los planteamientos que definen la naturaleza del proyecto, entre ellos los que afectan a la forma de entender el concepto de una vivienda de calidad en la que los materiales juegan un papel fundamental.

Alzado a calle Lagasca. Ver pdf

Foto: Fernando Alda

El proyecto propone un uso del material basado en el respeto a su naturaleza esencial y a su autenticidad constructiva. La construcción se muestra tal cual es de forma directa, sin artificios ni ocultación de ningún tipo. En el proyecto no solo se han elegido materiales nobles, sino que se han tratado como tal por la forma en que han sido aplicados, trabajados y colocados.

La fachada queda configurada por la repetición de una serie de monumentales machones verticales, con variaciones que vienen dadas por el cambio de ritmo en la separación en planta, la dimensión vertical de las piezas, que por norma es de una altura pero a veces se alarga hasta la doble altura, y la alternancia de dos materiales: la piedra y la madera.

Axonometría de esquina. Ver pdf

Foto: Alfonso Quiroga

En los salones predomina el cerramiento de vidrio, en las habitaciones los fustes de piedra, y en el resto de estancias los de madera, por lo que la configuración exterior de la fachada de alguna manera responde al programa y refleja lo que ocurre en el interior. Además, en los dúplex, los machones tanto de piedra como de madera se unen en continuidad para formar un solo elemento vertical, más esbelto, de doble altura en la fachada.

De esta forma, el alzado no es tan solo el resultado de un ejercicio compositivo, como pudiera parecer a primera vista, sino que es la expresión directa del programa interior, sometido a una modulación que se traduce en un ritmo repetitivo de elementos verticales.

Fustes de piezas enterizas de travertino en fachada

Los machones en forma de quilla asimétrica que definen la fachada están constituidos por un bloque macizo de mármol travertino de Almería, en piezas enterizas de 280 cm de altura, con un peso de 3 toneladas cada una.

Dimensiones de los fustes de travertino de fachada. Ver pdf

Aunque se valoraron soluciones alternativas como ahuecar las piezas para reducir el peso, el hecho de que económicamente resultara más costoso el corte que el propio material hizo que la solución final apostara por la masividad de los fustes de piedra, que aportan al proyecto una calidad especial. Los machones, vistos individualmente, tienen una apariencia y particularidades únicas en cuanto a color, veta e irregularidades propias del travertino, que los convierten en auténticas piezas escultóricas.

Estructura de sujeción de los fustes de piedra con sistema de apoyo y retención

El peso de las piezas, especialmente las de piedra, ha tenido su repercusión en la estructura de las losas de forjado, y ha obligado a calcular y diseñar las estructuras, elementos y fijaciones necesarias para el montaje y apoyo de los fustes.

Sección transversal. Ver pdf

Sección de detalle de la fachada con los fustes de piedra. Ver pdf

Detalles constructivos de los anclajes de los fustes de piedra al borde del forjado. Ver pdf

Fustes de madera de merbau en fachada

De la misma forma, los machones de madera son piezas monumentales de valor único. Una vez desestimada la opción de realizarlos en láminas encoladas de madera maciza por la excesiva deformación de las piezas, se optó por construirlos siguiendo un sistema similar al de las construcciones naúticas, con una costilla central formada por tablero contrachapado de madera de okume y un revestimiento de lamas verticales de madera de merbau, montadas sobre rastreles horizontales. El merbau es una especie tropical de madera de gran densidad y alta resistencia, caracterizada por su durabilidad ante el ataque de agentes bióticos y estabilidad dimensional en condiciones de uso en exterior. Su color marrón bronce contrasta con el tono del travertino y aporta calidez al interior de las viviendas.

Sección de detalle de la fachada con los fustes de madera. Ver pdf

Detalles constructivos de los anclajes de los fustes de madera al borde del forjado. Ver pdf

Vistas del modelo 3D de análisis constructivo. Ver axonometría 3D. Realización modelo: DSIGN CLOUD.

Detalle del despiece de los fustes de madera. Ver pdf

Uso del vidrio como cerramiento de alta tecnología

Por detrás de la trama vertical que forman los fustes de piedra y madera se dispone un cerramiento de vidrio continuo con carpinterías de aluminio. Con el uso del vidrio extraclaro con bajo contenido en hierro, característico de las obras del estudio de La-Hoz, se consigue una excelente transparencia sin la tonalidad verde inherente a los vidrios incoloros convencionales.

Foto: Alfonso Quiroga. En las viviendas dúplex se han utilizado vidrios de gran dimensión de TVITEC para los paños de doble altura.

La tecnología del vidrio como capa de cerramiento aislante se aprovecha al máximo en el proyecto, llegando a espesores de hasta 38 (19+19 mm) en vidrio laminar y 48 (8+8, 16, 8+8 mm) en aislante, con interposición de láminas de butiral con funciones acústicas y nula incidencia en el aspecto visual. Se usan vidrios bajo emisivos en todo el proyecto y no de control solar, ya que la influencia del soleamiento en fachada no es relevante al estar el edificio encajonado en el solar y en una situación muy protegida. En las superficies curvas de esquina, la composición del vidrio curvo varía para adaptarse a las necesidades de cada zona, así como en los paños de doble altura de las viviendas dúplex. Los módulos de fachada donde existen pilares de estructura y aquellos a los que acometen tabiques de separación entre estancias se cierran con planos de vidrio opacitado, formado por un laminado 5+5 ó 6+6, incoloro y serigrafiado, y fijado con silicona estructural a un bastidor de aluminio que a su vez se atornilla a la carpintería.

Los perfiles de la carpintería de aluminio fueron adaptados para el proyecto, incorporando una pieza en T al exterior, a la manera del Edificio Seagram en Nueva York de Mies van der Rohe, que consigue el efecto de aligerar y estilizar la proporción de la carpintería al exterior.

Las soluciones de carpintería utilizadas fueron las correderas de gran dimensión Hi-Finity y los perfiles CS 77 de Reynaers Aluminium.

Doble piel de vidrio en fachada con estores de protección solar

En los salones se dispone una doble piel de vidrio que forma una cámara de 70 cm de anchura. La capa de vidrio exterior es fija por lo que la cámara ejerce una protección pasiva sobre el cerramiento interior de vidrio. La circulación vertical del aire en el interior de la cámara se produce a través de unas perforaciones realizadas en el perfil de acero que marca la línea de imposta cerrando los frentes de forjado.

Sección de detalle del cerramiento de vidrio de la fachada . Ver pdf

Detalles constructivos del cerramiento de vidrio. Ver pdf

Para dar privacidad al interior y proteger las viviendas de la incidencia directa del sol se instalan unos estores de protección solar. En un edificio residencial con fachada completamente acristalada, los estores cumplen varias funciones. Desde el punto de vista funcional, resultan fundamentales para matizar la luz e impedir las vistas desde los edificios vecinos. Pero además, por su posición intermedia en la cámara, su tamaño ajustado y la ligereza del material textil del que están compuestos, hacen un papel de filtro entre la escala monumental de la fachada y la escala doméstica del interior de la vivienda. En las esquinas curvas, los estores se dividen en lienzos independientes que se adaptan a la curva en forma de zigzag. Este juego crea un sutil volumen que fragmenta de nuevo la continuidad de la envolvente, en diálogo con la estructura vertical de los machones de piedra y madera.

Detalles constructivos en planta de la fachada del edificio. Ver pdf

Foto: Fernando Alda

Para el mantenimiento de los estores y la limpieza de los vidrios, existen unas aperturas practicables en los extremos de las cámaras que permiten el paso desde el exterior de las viviendas.

Vistas del modelo 3D interactivo de análisis constructivo. Ver axonometría 3D. Realización modelo: DSIGN CLOUD.

Materiales de acabado y diseño del interior

Los materiales y diseño de los interiores se vieron afectados fundamentalmente por los sistemas de instalaciones, diseñados para un funcionamiento independiente para cada vivienda y con criterios de flexibilidad y fácil modificación del esquema interior de cada una de ellas. Para mejorar el comportamiento de la tarima de madera de roble con el sistema de calefacción por suelo radiante se instaló un sistema de clavijas de aluminio insertadas en la madera, que mejora la conductividad de la capa de pavimento.

Imagen del interior de una de las viviendas. Foto: Alfonso Quiroga. A la derecha, detalle del sistema de la tarima de roble mejorada para la climatización por suelo radiante. Fuente: Lignum Elite.

Es de destacar el diseño del baño de la habitación principal como una estancia más en continuidad con el vestidor y el propio espacio de la habitación, separándose de ella con una celosía calada que proporciona privacidad pero permite al mismo tiempo participar de las vistas del exterior.

Foto: Alfonso Quiroga

El proyecto responde a lo que supone construir hoy, en una trama histórica y consolidada de la ciudad, un edificio exclusivo cuyos requerimientos sobrepasan el mero uso residencial para asumir una función representativa. La propuesta de una vivienda de calidad se traduce en el uso de materiales nobles, basado en el respeto a su naturaleza y a su autenticidad constructiva.

N. del E.: El análisis del proyecto y el modelo 3D de detalle constructivo se han elaborado a partir de diversas entrevistas mantenidas en noviembre y diciembre de 2019 por el equipo de TECTÓNICA y el estudio autor del proyecto.


Texto original de Rafael de La-Hoz arquitectos:

" Lagasca 99 es un edificio residencial de viviendas situado en un solar exento en el barrio de Salamanca en Madrid. Al igual que en otros muchos proyectos, las fachadas de LG99 pretenden ser consecuente expresión del espacio interior del edificio, o al menos de su planta, pero a diferencia de lo habitual en esos proyectos, en esta ocasión los alzados no se dibujan según un orden geométrico determinado por el arquitecto, sino que responden a una azarosa estrategia compositiva, de forma que a cada función residencial -salón, dormitorio o cocina- le corresponde una materialidad diferente -vidrio, piedra y madera- respectivamente. Se trata por tanto de un proyecto sin alzados inmutables, sino alzados trazados “a resultas”, sometidos al azar casi biológico del programa funcional.

Los característicos miradores de vidrio con que se identifica la arquitectura de este entorno urbano, se reinterpretan en el proyecto mediante una doble piel de vidrio, en cuya cámara interior se incorporan estores que protegen el espacio interior visual y térmicamente. Estas dobles pieles se corresponden con los salones de las viviendas y otorgan al edificio una imagen característica. En las terrazas laterales se da continuidad a esta fachada acristalada a través de unas lamas de vidrio motorizadas con dos alturas diferentes, que permiten cerrar parcialmente estos espacios y protegerse de las posibles inclemencias meteorológicas. Con esta doble piel se consigue así aumentar considerablemente la transparencia de la fachada, introduciendo la luz y las vistas al interior de los salones: el propio paisaje urbano de Madrid y la propia fachada pasan a formar parte, entonces, del espacio doméstico.

El resto de la fachada del edificio se compone a partir de otro elemento característico de las fachadas de la zona: el hueco vertical. Se diseña una piel interior con una modulación de carpintería (fija, practicable y corredera) de aluminio de suelo a techo con doble vidrio, que se combina con una serie de machones revestidos al exterior con vidrio opacitados, otorgando así de una importante flexibilidad en la distribución interior de las viviendas. Delante de esta fachada se superpone una segunda piel formada por una serie de lamas verticales que, al mismo tiempo contribuyen a la privacidad y la protección solar, dotando de profundidad y sombra a la fachada desde el exterior. En las estancias vivideras son unos grandes fustes de piedra de Almería de simple y doble altura, mientras que en las zonas de servicio se disponen unas lamas de madera de Merbau con exactamente las mismas dimensiones y geometría.

Se construye, por tanto, una fachada y envolvente de alta eficiencia lumínica, medioambiental, térmica y acústica, utilizando el retranqueo para acoger elementos de protección pasiva y activa modulados en dos materiales naturales que garanticen protección, transparencia, opacidad, privacidad, y confort al edificio. "


Fotógrafos:

Fernando Alda

Alfonso Quiroga

Ficha técnica

Autoría: Rafael de La-Hoz Castanys

Localización: c/ Lagasca, 99. Madrid.

Año: Proyecto: 2015-2017. Ejecución: 2016-2018.

Colaboradores: Rafael Quintana (Gerente), Hugo Berenguer (Director de diseño), Javier Lallana y Oscar Linares (Directores de proyecto), Ignacio Cabezas, Beatriz Heras, Rocío Monsalve, Teresa Quero, Teresa Sánchez, Xavier Montilla (equipo de diseño), Núria Dalmau y Alejandro Vázquez (redibujado para publicaciones) Gerardo Mingo y Mónica Fernández (comunicación), Ángel Rolan y Paola Merani (Dirección Facultativa), Macario Cristóbal (Dirección de Obra), Luis Muñoz y Andrés Carrión (infografías), Fernando Mont y Víctor Coronel (maquetas)

Fotografías: Alfonso Quiroga / Fernando Alda

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Editado por:

David Mimbrero Tectónica

Publicado: Jan 7, 2020

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